Érase una vez, en la ciudad de Frieberg, un niño nació y se llamó Sigmund Freud. El joven Freud creció para inventar la teoría de la libido, una formulación destinada a cambiar la cara de la civilización moderna no menos que el advenimiento del átomo fisionable.Como ocurrió, el Dr. Freud murió antes de que se diera cuenta del estrago que su teoría y la ciencia de su sierva «Psicoanálisis» causaría a la sociedad del hombre. Pero tenía una idea, porque, justo antes de su muerte, Sigmund confió a un distinguido colega británico que "no había querido que todo sucediera".Pero sucedió, y el joven Sigmund se aloja, inocente como Einstein, surge la inevitable pregunta: ¿son buenas intenciones para exonerar los malos efectos?Si realmente hay una vida después de la muerte y un día de juicio, el argumento ''No quería que todo ocurriera''.
¿Cortar mucho hielo en esa gran sala en el cielo? Es cuestión de temblar al alma mortal, ¿no?
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Who's Afraid of Sigmund Freud? -Traducido al español.
Science Fiction'' Realmente no me importa quién o qué eres ''. -le gritó Miles mientras recorría el consultorio hacia Sigmund en su pedestal-. ¡Si pudiera detener ese orificio de alabastro! -Para decir la verdad -dijo Sigmund, con el tono suavemente desesperado...
