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❥Inesperada Propuesta

Punto de vista de Cath

No veía paparazzis en las calles, y eso me alegraba. La verdad no entendía porque rayos querían fotos de mi, cuando no soy yo Harry Styles.

Me encontraba yendo a la casa de Harry, ya que había pasado unas horas- cuatro exactamente- comprando decoraciones navideñas para su casa. ¡No podía estar más emocionada! Las épocas de las fiestas me encantaban mucho. Y realmente me puse la tarea de decorar la aburrida casa de Harry. Él decidió no acompañarme para que yo pudiera hacer las compras tranquila, sin que esos hombres acosadores estén pegados a nosotros. A mí me daba igual. Pero que no haya venido conmigo no quiere decir que no le haya comprado a él también unos calcetines con unos venaditos súper tiernos y calentitos. Les iban a quedar súper lindos.

Decidí caminar y no usar mi coche ya que el centro comercial  no quedaba muy lejos de la casa de Harry. Las calles estaban vacías y eso me sorprendió, ya que siempre que íbamos con Harry los paparazzis no nos dejaban en paz. A pesar de la demanda que había puesto. Así que camine tranquila hasta que llegué a la entrada de la casa.

Justo cuando estaba por sacar las llaves, un Harry ¿muy alegre? se abalanzó contra mi cuerpo, y les juro que faltaba muy poca de su fuerza para que yo estuviera acompañando el piso.

—¡Cariño!—exclamó Harry abrazándome—te extrañe demasiado.— Vio las bolsas con las compras que tenía y me las quito para llevarlas adentro.

—Harry solo me fui cuatro horas—dije riéndome y entramos a casa.

Hoy hacia mucho frío en Londres. Era uno de esos días perfectos para no hacer nada, solo mirar Netflix en la cama con algunos dulces y estar abrazando a tu novio.

—¿Pudiste hacer las compras nena?—pregunto Harry, llevándome a su pecho en un abrazo—¿Había paparazzis? ¿te han dicho algo grosero?

Sonreí, amo cuando se pone protector, bueno... lo amo de todas maneras.

—Tranquilo príncipe, nadie ha tocado a tu princesa—dije riendo— No hubo ningún hombre con una cámara. De todas maneras he comprado las cosas perfectas para decorar tu aburrida casa. ¿Qué estabas pensando cuando la estabas decorando?

Harry estaba concentrado con sus besos en mi cuello y mi mandíbula que tardó en contestar.

—mmhm—murmuró—estaba pensando en ti—Salió de su trance y me miro sonriendo. Dios, como amaba esa sonrisa.

Me reí y me solté de él para mostrarle lo que había comprado, mientras él se sentaba en el sofá de la sala. Había comprado un árbol super chulo y sus cositas para decorar. Cuando Harry me dijo que había perdido el que habíamos comprado el año pasado le empece a llamar Grinch. ¿Quién pierde el árbol de Navidad? Siempre que lo llamaba así, me fruncía el ceño y me sacaba la lengua, pero no tenía que darle más de tres besos que ya tenía a mi Harry tierno y juguetón. No diré como terminábamos.

Mientras les mostraba las compras noté que Harry estaba pensativo. Muy raro.

—Cariño, ¿sucede algo?—pregunté con un cierto tono de preocupación.