〰Matándome suavemente...

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-Isabel, ya es tiempo de que superes esto, no puedes seguir toda la vida encerrada aquí intentando con eso olvidarlo todo. Necesitas salir.
-Llevas ocultándote mas de tres meses y no has logrado nada de lo que pretendes hacerte y hacernos creer que harías, por favor abre los ojos y date cuenta que estando todo el santo día encerrada en este cuarto no vas a olvidar, vas a estar día y noche pensando en lo mismo y dándole vueltas al asunto.
Isabel miró a sus amigas y suspiró. Sabía que ellas tenían razón, lo pasado con Francisco la había dejado muy mal, ¿Y quién no queda mal después de entregar tu vida en cuerpo y alma a un idiota que solo te utiliza para escalar en la vida? Porque eso era lo que ella había vivido con él.
Francisco había aparecido en su vida y la había deslumbrado con su sonrisa de pasta dental y sus ojos verdes. A la semana de haber comenzado a salir ya se habían acostado e Isabel se sentía enamorada. Situación que él aprovechó al cien para cumplir sus objetivos. Isabel era la dueña de una empresa constructora, posicionada dentro de las cinco mejores del país, la cual entregaba grandes dividendos cada mes, mismos que Francisco había utilizado para darse la gran vida fingiendo un amor a Isabel que el no sentía.
¿Cómo se había dado cuenta de su engaño? Porque el muy estúpido se lo confesó en una borrachera.

-Ya, está bien, tienen razón- exclamó Isabel levantándose de la cama y caminando hacia la ventana. Se quedó mirando la ciudad que se movía a un ritmo infernal y por fin se dio cuenta de que la vida seguía.

-Vamos hoy a un bar que hay por aquí cerca, tengo muy buenas referencias-, dijo Fernanda acostada en la cama de Isabel -Creo que es el mejor lugar para ponerle fin a tu etapa depresiva.

-Fernanda, ¿Quieres emborrachar a Isabel?-, replicó Mayte aguantando la risa.

-No tonta, pero es una buena idea y matamos dos pájaros de un tiro.
Isabel se volteo a ver a Fernanda con signo de interrogación en su cara -¿De qué hablas Fer?.

-Hablo- dijo Fer enderezándose en la cama -de que vamos a ese bar, sacamos a Isabel de su encierro y nos divertimos- exclamó con sus ojos chispeantes de alegría tan típica en ella – Por no hablar del wey que canta que está...- puso los ojos en blanco mordiéndose el labio inferior.
Las otras dos comenzaron a reír ante el gesto de su loca amiga.

-No tienes remedio Fernanda Meade, pero me encantas así- expreso Mayte lanzándose sobre ella en la cama.
[...]
Habían pasado tres horas desde que las chicas decidieron salir y ya se encontraban casi listas para salir, solo faltaba Fernanda que estaba teniendo problemas con su cabello.

-Pinches chinos!- exclamó enojada – si no fuera porque los amo ya me habría rapado al cero- agregó molesta intentando poner n orden su desordenado cabello.

-Ya Fer, tranquila, déjame a mi- intervino Isabel que comenzó a caminar en dirección a su amiga que estaba sentada en el tocador frente al espejo.
Tardaron una media hora en terminar de arreglar los rizos de Fer, éstos estaban en total y completa rebeldía y les llevo trabajo poder ordenarlos y dejarlos como Fer quería.
-Ya está!- exclamo Mayor con alegría al ver el pelo de su amiga por fin acomodado.

-Entonces vámonos ya! – exclamó Fernanda levantándose y tonando sus cosas -hoy será una gran noche.

-Sii!!- gritaron al unísono Isabel y Mayte.

Antes de salir del departamento Isabel lanzó una mirada a todo el lugar. Por alguna extraña razón sentía que a partir de ese momento todo cambiaría y que aquello que dejaba ahí encerrado eran todos los malos momentos que vivió por culpa de un mal amor, pero una vocecita en su cabeza le repetía una y otra vez "Todo va a estar bien, todo va a cambiar". Con esa sensación cerró la puerta tras de si y salio junto a sus amigas rumbo al lugar.
Cuando llegaron pudieron notar desde afuera que ya había una gran cantidad de personas sentadas en las mesas y algunas apoyadas en la barra.

-Miren- dijo Mayte señalando un gran cartel alumbrado con luces de neón -hoy hay show.

Las otras dos desviaron la mirada hacia el lugar que señalaba la tercera.

-Si es cierto- agregó Fer -debemos entrar ya.

Al momento de entrar todos los asistentes aplaudían, al parecer ya habían presentado al artista.. Las tres se unieron al aplauso y buscaron un lugar para sentarse.
Comenzó a sonar una música melodiosa y al cabo de unos segundos el cantante comenzó a entonar las palabras que conformaban la canción.
Isabel se quedo atónita mirando al chico y sintió una opresión en el pecho. La iluminación, la quietud del lugar y la voz del cantante confabularon haciendo que para Isabel la noche se convirtiera en mágica.
El artista entonaba una lenta canción la cual parecía descubrir todo lo que había en el alma de Isabel, como si él hubiera escrito la historia que había vivido hasta hace unos meses atrás.
A medida que avanzaba la canción, Isabel sentía que comenzaba a faltarle el aire, cada palabra que decía la canción se clavaba a fondo en su alma y sentía que cada una de esas flechas iba desnudándola dejandola expuesta y liberando todo aquello que la había tenido atrapada por tanto tiempo.
Todo a su alrededor perdió el sentido y sólo existía ella, el cantante y su historia, aquella historia que por tanto tiempo había atormentado su vida y que ahora poco a poco se escurría entre sus dedos gracias a la canción, dejándola en un completo estado de paz.
De pronto unos ruidos la sacaron de su estado ensimismado. Se dio cuenta que el cantante había acabado su canción y los espectadores aplaudían. Ella se unió al aplauso dándole las gracias en silencio.

-Es realmente maravilloso – Fer se recargo en sus brazos apoyados en la mesa.

-Es lo mejor que me ha pasado en la vida- agregó Isabel en un suspiro perdiéndose en sus pensamientos.


Una donación espectacular🙆🏻 Hecho por YonaTamara  👏🏻👏🏻

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