Always [Larry]

Capítulo 6

-Hazza -gimio Louis clavando sus uñas en la espalda del rizado.

-Eres tan perfecto -susurró besándole vorazmente.

Louis estaba sentado en el borde de la cama, con las piernas colgando hasta el suelo a partir de la rodilla. Harry estaba sentado encima de él con sus piernas a cada lado de su cuerpo.

-Joder Hazz...

Rápidamente el mas bajito rodó sobre el rizado dejándolo tumbado bajo su cuerpo.

-No tienes ni idea de lo que tengo ganas de hacerte... -susurró el ojiazul con sus preciosas orbes centelleando deseo.

El ojiverde gimió agarrando el pelo de Louis en un puño para poder atacar con más ferocidad los labios de su compañero.

-Puedes hacerme una demostración -jadeó el castaño deseando sentir a su amigo.

-Oh, Jesús... eso ni lo dudes, bebé.

Las manos del mayor se deslizaron desde la cintura de Harry hasta el cuello de su camisa estampada buscando con el tacto el primero de los botones abrochados, más o menos a la altura de su pecho, "pequeño provocador" pensó Louis sonriendo contra los labios del rizado. Fue desabotonando lentamente la prenda del más pequeño deslizando sus finos y suaves dedos por la piel de su compañero a medida que avanzaba. Paralelamente, sus labios se fueron deslizando por la dulce y suave piel lechosa del cuello del menor, que se deshacía en jadeos llevando las manos por encima de su cabeza y agarrando las sábanas con fuerza.

-Eres perfecto, Harry. Jodidamente perfecto -susurró una vez le había despojado de su fina camisa de seda y podía observar sus finos músculos bien perfilados.

Sin poder contenerse, el castaño llevó sus labios hasta el pecho de Hazza y, acto seguido, los deslizó sin prisa hasta su abdomen, disfrutando el tacto de la piel blanquecina contra sus labios.

-Louis -gimió H bajito acariciando el pelo sedoso y ligeramente largo del mayor.

Este siguió besando y mordisqueando alrededor del ombligo del ojiverde, ya que sabía que ese era su punto débil. Disfrutaba extraordinariamente el dulce sabor de la piel del rizado y ese placer incrementaba con los deliciosos roncos sonidos de placer que este emitía.

-Louis me estás matando -advirtió Harry retorciéndose debajo del cuerpo del más bajo.

Con una sonrisa en sus labios, los fue arrastrando de vuelta a su pecho y, seguidamente a su boca pasando por el cuello, en el que dejó una mordida.

-Había echado de menos esto -murmuró el ojiazul separándose unos centímetros de su compañero para poder mirar sus preciosas orbes verdes que ahora estaban casi completamente sustituidas por un intenso negro azabache- Me enloqueces, Styles.

El castaño llevó las manos del rizado por encima de su cabeza y las agarró con una mano mientras con la otra acariciaba su costado, pecho y abdomen.

-¿Qué quieres que te haga, Harry? -susurró sobre su oreja y luego atrapó su lóbulo entre los dientes mandando corrientes eléctricas por la espalda del ruloso.

-Solo... solo quiero sentirte -jadeó moliendo su cadera contra la del pelilacio. 

-¿Sentirme? -gimió intencionadamente contra sus labios. Frotó sus erecciones juntas bajo sus pantalones- ¿Así?

-Oh, Jesús... -habló suave y bajo- Sí, así...

-Tan necesitado, pequeño -murmuró acariciando con su mano sobre su pantalón.

-Por favor, Louis, por favor quítalos ya. No me hagas suplicar. Te necesito... -habló con fervor bajando el tono de su voz con la última oración.

-No, Hazz... no quiero que supliques -dijo con voz rasposa por la excitación a la vez que metía su mano por debajo de los pantalones y bóxers del de los ojos verdes- Sólo quiero que te vuelvas loco.

De repente "24k Magic" de Bruno Mars comenzó a retumbar en las paredes de aquella habitación. Louis abrió los ojos sobresaltado apagando la alarma de su móvil. Otra vez soñando con el maldito rizado que tanto rondaba por la cabeza del ojiazul.¿Como es posible que el ojiverde consiga meterse en los sueños más calientes de Louis? Esta era la pregunta que este último siempre se hacía. El castaño yacía sobre su espalda en la cama mientras miraba su techo pensando cosas sin sentido. Fue entonces cuando decidió coger su teléfono para mandar un mensaje a su mejor amigo.

Tú: Bro, necesito que me hagas un favor

Poco le importó al pelilacio que fueran las dos de la madrugada, sabía que él moreno seguramente estaría despierto hablando con Liam por WhatsApp. Le extrañó cuando a los 10 minutos todavía no había respuesta a su mensaje, por lo que decidió que iba a llamarlo. Abrió la agenda de contactos y seleccionó el nombre de Zayn, dándole a llamar sin dudarlo un segundo antes de hacerlo, no era la primera vez que los dos chicos se llamaban a altas horas de la noche.

Al primer tono no hubo respuesta, ni al segundo, tampoco al tercero, por lo que decidió colgar y llamar de nuevo. De nuevo no contestó ni al primero, ni al segundo, tampoco al tercer tono, pero justo cuando Louis se iba a dar por vencido su amigo cogió el móvil.

-Más vale que te estés muriendo -fue lo primero que escuchó al otro lado de la línea.

-Wow, que mal humor.

-Ahora mismo te estoy odiando, estaba bastante ocupado...

-No sabía que ahora dormir es una ocupación, creo que he encontrado el trabajo de mis sueños -dijo riéndose de sí mismo por la ironía de su frases.

-Dios... Y aún encima haciendo chistes malos -Louis pudo imaginarse a su amigo rodando los ojos con una pequeña sonrisa- Estoy con Liam, así que ya puede ser importante.

-Siento la interrupción, Bro -se rio sin siquiera molestarse en ocultarlo.

-Siéntelo por Liam que estaba a punto de llegar.

El ojiazul comenzó a reírse a carcajadas mientras escucha el bufido proveniente​ de la boca de su amigo.

-Uff... Dile que lo siento -rió- Aunque me viene bien, dile que me pase el número de Harry.

-¿De Harry?¿Para que quieres el número de Harry? -preguntó claramente confuso.

-Porque tenemos que hacer el trabajo y no quiero suspender -contestó, en realidad no era del todo mentira, él lo llamaría para hacer el trabajo, lo que pasara después no era solo decisión suya.

-Ok, te lo paso ahora, pero deja de molestar -bufó, a lo que el pelilacio contestó de nuevo con otra carcajada.

-Prometo que esta vez os dejaré llegar a los dos -rió aún más fuerte.

-Vete a la mierda -rió ahora también el moreno- Ya te lo pasé. Ala, venga. -y colgó.

El pelicastaño siguió riéndose un rato más mientras agregaba al rizado a su lista de contactos.

-Esto va a ser interesante... -susurró mirando el número de Harry reflejado en su pantalla.