Final :3

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Ella gritó cuando él se introdujo en ella de una sola embestida, robando algo más que la virginidad de la chica.
Marinette se abrazó a él, pasando las manos por su cuello y clavando las uñas en sus omóplatos, cosa que excitó enormemente al gato, quien lamió su cuello, esperando a que ella se acostumbrara a su tamaño.

Él era grande y aunque la había preparado para su intrusión, ella era muy sensible.

La llenó de pequeños besos y estímulos mientras ella se perdía en ellos, solo pensando en el placer que estaba sintiendo, moviendo su cuerpo hacía el musculoso del héroe y buscando su tacto.

-Ya estas lista...-Susurró él, moviendo sus caderas, empezando un movimiento de caderas que se fue intensificando a medida que la chica gemía más e incluso se lo pedía con pequeños gritos.

-Más...Chat...-Gemía ella, tirando de su cabello rubio. Ya había dejado marcas en su fuerte espalda.

Él sonrió, cumpliendo sus deseos. Se sentía perdido en aquella calidez. La chica lo sorprendía y excitaba al mismo tiempo. Su interior lo envolvía de una manera mística, todo muy caliente y húmedo que hacía que el gato creciera levemente en su interior.

Los gritos de ambos empezaron a ser más altos, ella estaba a punto de llegar y el héroe de Paris no la iba a dejar solo.

Cuando ella obtuvo el tan esperado orgasmo se apretó todo lo que pudo a él, gritando una especie de sobrenombre en sus sensibles orejas y rodeando sus caderas con sus piernas.
Chat noir se vino poco después, derramándose en ella y abrazándola contra su cuerpo mientras los restos del orgasmo los dejaban momentáneamente quietos.

Marinette se quedó quieta contra él, mientras sus respiraciones se calmaban. Le costaba respirar aunque en su interior se notara algo más distinto.
Chat olisqueaba su cabello, que se había salido de sus coletas, mientras su cuerpo volvía a la normalidad.

"Ella es mía" Pensaba la mente del minino, recordando lo que habían hecho.
Su mente era un caos todavía, no tenía el control completo de su cuerpo, pues la etapa de celo aún continuaba. Pero la mente de Adrien había ganado un poco de espacio.

No supieron en que momento, se quedaron profundamente dormidos. Chat noir había abrazado a la jovencita fuertemente, no queriendo soltarla había pasado los brazos por su cintura y las palmas de sus gatunas manos se encontraban rozando sus glúteos.

Cuando Marinette volvió a abrir los ojos era de noche, casi seguro que pasadas las 12 de la noche. Le costó entender porque se encontraba desnuda, apretada a un pecho cálido y entendiendo que había alguien abrazándola. Movió sus manos en busca de alguna respuesta. Sus ojos se abrieron más aún cuando descubrió un brazo en su cintura cubierto por una camisa.

Su corazón dio un vuelco, recordando lo que había ocurrido anteriormente, recordó los besos, las caricias...todo.

Y LO HABÍA HECHO CON CHAT NOIR

Eso...!Chat noir! ¿Cuando había venido? ¿Que hora era?

Seguro que se había destransformado después de haberse quedado dormido. Puesto que aquella camisa que sus dedos estaban tocando no era parte del traje de Chat noir.
Su corazón latía demasiado fuerte, pues sabía que aquel que estaba junto a ella, era la forma civil de Chat. Algo que no estaba segura de querer descubrir.

Después de todo lo habían prometido.

-Chat...-Susurró intentando que despertara. Tenía que volver a transformarse.

Él se movió, ronroneando levemente.

-Chat...perdiste tu transformación-Volvió a decir, un poco más alto. El chico pareció entreabrir los ojos-Tienes que transformarte...yo...no miraré

El lado salvaje de Chat NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora