VI

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  Diez minutos de espera hicieron que __ se crispara. Pero cuando lo vio aparecer creyó que se empezaba a derretir empezando por el cerebro por pensar aquello.

- ¿Ya? -dijo tratando de hacerse la dura- Venga, te lo vas probando y si algo te queda grande me avisas, entro y le tomo las medidas.

- ¿Y por qué no te quedas? ¿No acabaremos antes si no tienes que estar entrando y saliendo?

- No -dijo ella sin mucho convencimiento- bueno, vale.

- ¿Estás más relajada hoy? -preguntó desabrochándose el cinturón- Me dan miedo las agujas sabes... bueno, más bien tú con las agujas.

- Por eso pórtate en condiciones, hoy no hay Aaron que te salve.

Shawn sonrió. ¿Qué le costaría ser así siempre? Tan callado, tan simpático, tan agradable... en vez de ser tan bocazas, apático con ella y desagradable. Se bajó los pantalones y __ no pudo resistir la tentación de mirar a dónde llamó más la atención. Su paquete. Se puso colorada o al menos ella creyó eso, ya que una inevitable calidez subió a sus mejillas. Deseó que todo lo que se probara le estuviera bien, pero cuanto más fuerte deseas, menos se cumple.

- ¿Que te están grandes? ¡Eso es imposible! -dijo escéptica- No...

- __ , señala lo que me está grande y listo -dijo incrédulo negando con la cabeza- Hoy estás especita eh. ¿No has tomado café?

- Déjame, no es asunto tuyo si tomo café o dejo de tomarlo.

Se puso en cuclillas y con varios alfileres sujetos en su boca, comenzó a agarrar la tela que sobraba. __ podía sentir la risa apenas audible de Shawn.

- ¿De qué te ríes? ¿Quieres que te lo clave? -dijo señalando el alfiler..

- Estás muy graciosa cuando te pones histérica.

- ¿Ah si? -se puso de pie- Pues yo no soy ningún mono de feria para que te rías de mí eh -advirtió con el alfiler apuntando hacia él

- Perdón, perdón -dijo apartándose un poco- baja esa arma destructiva. No quiero terminar como un colador.

- Pues cierra el pico.

__ de nuevo se agachó y siguió ajustándole el pantalón hasta que le quedara bien. En ese momento, cuando menos se lo esperaba y cuando más tranquila estaba, una voz aguda y más bien alta, la sacó de su efímera tranquilidad.

- Amor ¿Por qué no me has avisado de que te levantabas? -sintió que Shawn se movía.

- Quieto -ordenó __ con voz seca y cortante, evitando alzar la cabeza para encontrarse con aquella tipa, pero Shawn no hizo caso- te digo que quieto -repitió amenazante

Shawn le dio un beso en los labios a Alice y __ lo pudo ver por el rabillo del ojo. Ella aprovechó y le pinchó con el alfiler en la pierna.

- ¡Ahhh! Serás... -dijo él llevándose la mano a la pierna

- ¡Te dije que te estuvieras quieto! No te quejes tanto que no duele.

- ¿No duele? Déjame uno que te lo clave yo a ti a ver si no te duele.

- Bueno, esto ya está. Quítatelos.

- ¿Aquí delante de ti? - preguntó Alice atónita-

- Y si, ¿donde quieres que se lo saque? ¿en el balcón?- dijo ___ sarcásticamente.

- Bueno, ¿es difícil poner esas cositas?

- ¿Que cositas?- pregunto ____.

- Los alfileres- contestó Alice con el ceño fruncido haciendo que a ___ le de pena por su falta de inteligencia.

- No Alice, solo hay que tener paciencia.

Por el placer de estar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora