Capítulo 1:

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Estaba sentada con mis padres junto a mí y mis maletas en el piso esperando que dieran el nombre de mi vuelo.

-¿Creen que mi hermana me reconozca? Ya saben, como hemos pasado tanto tiempo lejos una de la otra… - dije algo nerviosa.

- Son hermanas, se dará cuanta que eres tú – dijo mi padre sonriente.

- Sabes que te vamos a extrañar mucho mi niña – dijo mi madre con la voz temblorosa mientras me tomaba de la mano y la apretaba con mucha fuerza, como si eso hiciera que me quedara.

- Ay mamá – la abracé fuertemente – No llores – me separé de ella – No es como si me muera – dije con algo de sarcasmo.

- Pero se sentirá igual – dijo mi mamá con el rímel todo corrido por las lágrimas.

- Ya Christine – le dijo mi padre –Tiene que hacer su vida y los dos sabíamos que este día llegaría – dijo abrazando a mi madre.

- Pero eso no quita que la extrañemos – dijo mi madre un tanto alterada.

- Yo también los extrañaré a ustedes – dije con un nudo en la garganta por la emoción.

- *Pasajeros para el vuelo California-Londres favor subir al andén ocho* - dijo una voz por el alto parlante.

- Ese es mi vuelo – dije tomando mis maletas, mi madre se me vino encima y casi me tira al piso – Mamá…por favor déjame ir – dije riendo un poco.

- Cuídate mucho mi niña – dijo mi madre, se veía bastante triste pero esto era lo que yo quería para mí, no lo que ellos querían.

- Lo haré mamá – dije abrazándola.

- Salúdanos a tu hermana de parte de nosotros – dijo mi padre para después abrazarme – Te extrañaremos más de lo que imaginas – dijo mi padre, parece que su resistencia se había quebrado.

- Y yo a ustedes – dije en un susurro solo audible para él y para mí – Los amo – dije ya con todas mis maletas en las manos.

- Y nosotros a ti – dijo mi padre quien se encontraba abrazando a mi madre.

Me alejé de ahí corriendo y con unas cuantas lágrimas en los ojos por el dolor que me daba no verlos más pero sé que siempre estarían ahí para mí. Por poco no me dejan subir al avión por la demora, busque entre las filas mi lugar, una vez que lo encontré tomé asiento, me coloqué los auriculares y durante todo el viaje me dediqué a escuchar música, hasta me quedé dormida.

-Señorita – escuché una voz femenina que me hablaba – Señorita – la voz se hacía más insistente así que abrí los ojos – Señorita, ya todos descendieron del avión, solo falta usted – miré a mi alrededor y efectivamente, solo hacía falta yo.

Un poco apenada tomé mis cosas y bajé del avión, miré por el gran ventanal del aeropuerto que daba a la bella ciudad de Londres cuando me llegó un mensaje, era de mi hermana.

*Hermanita…No voy a poder ir por ti al aeropuerto…se me complicaron las cosas en el trabajo…tendrás que ir tú sola a la dirección que te di antes…usa la llave que te envié para entrar…espero que no te pierdas…Te amo*

*Perfecto* pensé con ironía, ahora yo tendría que recorrer la gran ciudad de Londres sola, bueno, al menos sé dónde vive y tengo la llave, no creo que sea tan difícil. Salí del aeropuerto y tomé un taxi, le di la dirección y me llevó hasta ahí, durante todo el recorrido veía por la ventana para apreciar cada lugar de la bella ciudad de Londres, ni siquiera me di cuenta de todo lo que recorrí en aquel taxi, al llegar le pagué al conductor. Cuando me encontraba frente a los departamentos no podía creer que mi hermana viviera en un lugar tan grande como esos departamentos, después de un pequeño rato de observar la gran estructura entré al lugar, el piso del lobby estaba alfombrado con terciopelo rojo, el cual tenía un estampado como de la época medieval, las paredes eran de un color hueso y tenía unos pilares muy delgados, como si solo fuera parte de la decoración, los cuales, tenían tallados ángeles y en el techo otros ángeles pero estos se encontraban pintados en él, había cuatro grandes sofás forrados con, igualmente, terciopelo rojo solo que de un tono más sutil que el alfombrado, en el medio de aquellos sofás había una mesa de madera pequeña, tenía detalles tallados en ella que la hacían ver muy elegante, también había una enorme chimenea de madera blanca que se encontraba apagada, el lugar era completamente hermoso, ya quería entrar al departamento de mi hermana, me dirigí al elevador y presioné el botón con el número diecisiete, este lugar además de ser hermoso era enorme, ya en el piso me dediqué a buscar por los pasillos la puerta que tuviera el número ochenta y tres, lo encontré a la mitad del pasillo, busqué entre mi bolsa la llave, cuando por fin la encontré entré y me encontré con un chico dando un pequeño paseo por el departamento, yo me asuste pues mi hermana nunca me había contado de que viviera con alguien.

El Novio De Mi Hermana (cancelada temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora