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Despertó pasado el medio día, tenía los parpados muy pesados, era difícil abrirlos, trataba pero el cansancio lo vencía,  era fin de semana y tenía los días libres, así que no había prisa.

Si hay prisa.

"No, no la hay" Se respondió así mismo guillermo.

Si la hay. Replico su omega.

"¿No puedes dejarme en paz ni un día?" Bufó destapándose y sintiendo el frío de diciembre calar su delgado cuerpo, tembló y se froto los brazos, buscando un poco de calor corporal, pero estaban a 3° grados y era más que inútil aquellos movimientos. 

Nop. Respondió su omega.

Guillermo se levanto y busco sus pantuflas en el suelo, se coloco una chamarra encima de su suéter, y se encamino a alistarse, ni siquiera sabía porque había prisa, ni porque debía hacer caso a su omega, pero ahí estaba siguiendo ordenes de sus instintos.

No sabía desde cuando exactamente le sucedía, pero sabía que no era normal, hablar con tu omega, no es normal y tenía hasta cierto punto un poco de miedo, pero no podía admitirlo o sería peor, solo tenía que vivir de esa manera, sin afectar a alguien ni nada.

"¿Porque tengo que alistarme?" Cuestionó Guillermo cepillándose los dientes y refrescando su boca, aún con los ojos prácticamente cerrados.

¿Que día es hoy? ¿No recuerdas? Ya han pasado tres meses Guille. Trató de recordar su omega.

"No recuerdo Gemma" Respondió Guillermo limpiando su rostro con un pedazo de papel, y tirándolo a la basura.

Ugh, Sel y Elena llegan hoy. Dijo Gemma.

Porque si bueno, Guillermo había puesto nombre a su Omega, despues de tantos años era extraño llamarle Omega tan solo cuando constantemente hablaba con él, o ella, en verdad no sabía que era, no tenía sexo definido. 

"Dios, no, se me olvido por completo" Guillermo se mordió el labio desesperado.

Es aquí donde debes agradecer tenerme. 

"No te voy agradecer" Respondió Guillermo negando y corriendo a vestirse. "¿Ya están por llegar?" Pregunto Guillermo.

Mmmm, en tal vez ¿Medía hora?, tienes que correr si quieres que Sel llegue calmado.

"Vamos a correr" Dijo Guillermo afirmando.

Si, estoy seguro que lo aremos. 

Guillermo bajo sin desayunar y emprendió una carrera hasta la farmacia, que para su desgracia estaba lejos de su casa, se tardaría al menos 15 minutos de ida y vuelta, tal vez no parecía tanto, pero en verdad era bastante tiempo si tomaba en cuenta que en menos de 30 minutos Sel y Elena llegarían, sin mencionar que tenía una pésima condición física. 

Guille más rápido están por llegar. Advirtió Gemma con impaciencia. 

"No me pongas más nervioso, o solo aceleraras más su llegada"

Perdón.

"¿Porque no me lo acordaste ayer?" Pregunto un poco molesto.

¿Tengo que estar pendiente de todo? ni me pagas.

"Eres mi omega interior, no tengo que pagarte"

No dijiste eso Guillermo.

"Oh si lo dije"

Discutieron hasta llegar a la farmacia y comprar unos supresores, donde Guillermo paro toda charla he ingirió con total desespero las pastillas, justo a tiempo porque sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral al sentir un aliento caliente en su nuca.

[..]

Se pintaba las uñas de un tono azul cielo con sumo cuidado, tratando de no excederse ni manchar más de lo debido, la luz que iluminaba su cuarto era de un potente blanco, y la habitación se llenaba de unas armoniosas voces que cantaban una balada que acaricia suavemente su tímpano, haciendo que una corriente atravesara su cuerpo, tarareaba terminando de pintar sus uñas, y movía su cuerpo en un sutil baile inconsciente dejándose guiar por el ritmo tranquilo de aquella canción. 

Soplaba sus uñas ayudando a que se secaran, y sonreía animado, hoy estaba especialmente tranquilo y feliz, y no sabía porque.

Bueno, si sabía, hoy vería de nuevo a ese lindo Omega despues de dos largos y angustiosos días, aún no sabía como pudo sobrevivir a tanto tiempo, pero despues de todo el que espera y prevalece es recompensado.

Y volvía a sonreír sin poder ocultar esa alegría que lo invadía, ese chico le alegraba la vida, le alegraba sus días, miro a la mesita junto a su cama donde había una bolsa, y decidido, esa bolsita llegaría a su omega.

Porque era su omega, y estaba tan feliz de haberlo encontrado.


Sono la campanilla de la puerta al entrar, miro al rededor buscando una mesa cercana y fue directo ahí,  no había nadie en el mostrador, debía estar ocupado, se sentó y se quito la bufanda azul que llevaba y froto sus manos por encima de sus guantes blancos, aún nevaba y parecía que ese clima duraría hasta principios del siguiente año, y es que no estaban a mucho claro, despues de todo eran vísperas navideñas, podías ver como toda la ciudad se iluminaba de focos y adornos navideños, como las personas salían a toda prisa a conseguir sus regalos y comida para la cena del 24, era su época favorita, podía comprar tanto como quisiera, podía comprar hermosos labiales de colores fuertes y bajos, perfumes para omegas con olores tan dulces y chillones, podía comprar esmaltes de distintos y preciosos colores brillantes, podía comprar cremas de cuidado y tratamiento sin recibir miradas de reproche y extrañeza, porque despues de todo parecía cualquier alfa comprando un regalo para su omega.

Suspiro, odiaba recordar su cruda realidad, era mejor olvidar y disfrutar mientras podía. 

Pero como quisiera en verdad que todo fuera tan diferente, que no tuviera la necesidad de ser como era, porque entonces todo sería más fácil, no sería un jodido Alfa con delirios de omega, pero la verda...

"Hey" Llamo una voz sacándolo de sus pensamientos, alzo la vista topándose con nadie jodidamente parecido a su achinado omega, sino con un chico que aparentaba tener su edad, he incluso ser mayor, con barba de días y un rostro marcado pero atractivo "¿Vas a pedir algo o te vas a quedar admirando mi notoria belleza?" Volvió hablar sacando de su bolsa una libretita y una pluma para apuntar.

"No eres él" Logro murmurar Samuel, viendo con el ceño fruncido al beta frente a él.

"Rayos, y yo que creí que era Luzu, he perdido mi identidad, ayuda" Hablo con burla, dejando escuchar su marcado y extraño asentó. 

" ¿Donde está?" Cuestiono Samuel con enfado, y miro al mostrador donde no había nadie, más que una omega que lo miraba con coquetería, osea nadie.

"¿Te refieres a él?, si bueno, creó que por él te refieres a mi amigo" Samuel lo miro mal " Si, he visto como te le quedas viendo mientras babeas" bromeó el beta, haciendo gruñir al alfa.

"No funciona eso conmigo, lo lamento, vele a gruñir a otro" Sonrió Luzu.

El alfa se levanto molesto dando media vuelta, saliendo del lugar.

[...]


Repito, los capítulos son cortos amores, espero les este gustando, poco a poco se va a ir desarrollando la historia, y es más de lo que aparenta ;) 

YYYY, aclaro en muchas fics narran los instintos omegas como animales, yo al menos estoy haciendo algo diferente, que me pareció interesante, y es que les estoy dando vida a "El omega interior".

Si alguien lo lee, dejen comentario, un votito y agréguenlo a su biblioteca <3


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⏰ Last updated: Dec 20, 2016 ⏰

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Los De LuqueWhere stories live. Discover now