Skylar se acercó hacia mí, no sin antes lanzarle una mirada amenazadora a Vince y a Tommy, quienes seguían riéndose de la escena anterior.
—Sígueme, te mostraré el resto de la casa—dijo mientras me tomaba la mano.
Me condujo hacia un largo pasillo lleno de fotografías de, supuse, quienes estaban a cargo de la agencia. Reconocí a Paul en un par.
Al final de este había un pequeño ascensor en el cual nos metimos y ella oprimió el botón que nos llevaría a un sótano.
Y qué sótano. Dios mío, era como toda una casa aparte, sólo que bajo tierra.
—Este es nuestro cuarto de entrenamiento, como verás tiene distintos sectores.—me informó sonriente.
Seguimos caminando mientras me los indicaba; sector de artes marciales y combate, sector de tiro y un gimnasio. Impresionante.
Nos adentramos aún más y recorrimos otra parte de aquel sótano.
—Aquí están nuestras oficinas, incluyendo las del tío Paul, Joe y Steven.
—¿Por qué tienen todo esto aquí y no arriba?—pregunté.
—Ay, cielo. Somos agentes. No podemos dejar que las visitas vean todo esto. Uno nunca sabe quién es el enemigo. —me sonrió— La planta alta se usa para vivir una vida normal por así decirlo—hizo énfasis en la palabra 'normal' mientras gesticulaba comillas con sus dedos.
—Oh...entiendo.—contesté, sintiéndome estúpida por haber preguntado eso.—¿Hace cuánto estás aquí?
—Toda mi vida.
—¿Cómo es eso?—pregunté curiosa.
—Verás, comencé aquí desde una muy temprana edad. Según el tío Paul, siempre tuve potencial. Podía sacarle información a cualquiera en un chasquido de dedos. Siempre lo hecho. Sólo que mis métodos han cambiado un poco.—me guiñó un ojo. ¿A qué carajo se refería?
Creo que la confusión en mi rostro fue legible, porque continuó explicando:
—Lo fue descubriendo con el paso del tiempo; cuando tenía seis años, lo escuché conversando enfadado porque no encontraba las llaves de su camioneta con mi padre. Yo supuse que mi tía Norah tendría algo que ver, entonces la metí en mi red y, queriendo o no, logré que me confesara que ella las había escondido y dónde. Desde aquel momento me introdujo en la agencia secreta y fui perfeccionando mis métodos. Y el método que uso para obtener toda la información que quiero es simple. Seducción.—su sonrisa detonaba orgullo y confianza.
—Wow, no sabía que se podía ser agente de tan pequeña.—me había sorprendido realmente.—¿El resto de los chicos también comenzó a tan corta edad?
—Sólo uno; Mick. Comenzó cuando tenía diez. Tenía una inteligencia superior a la de los demás niños de su edad. Él es la mente maestra del equipo.
—¿Y el resto? Cuéntame sobre ellos.
—Bien, ¿por quién quieres que comience?
—Uh, no lo sé...¿Vince?
—Vince...Vince es un completo idiota, ten mucho cuidado con él. En realidad, nuestros trabajos no difieren de forma significativa. Pero, lo creas o no, sabe cómo seducir y quitar mucha información. Como yo.
—¿Qué hay sobre Tommy?
Suspiró audiblemente antes de comenzar.
—Thomas...el segundo idiota más grande en el cuartel, junto con Nikki. Entre los dos no hacen uno, no bromeo. Aquí los llamamos Terror Twins, porque, es así, son de terror. A veces dudo que se tomen su trabajo en serio, mucho menos Nikki ahora que está con su novia todo el tiempo. Pero ellos están como respaldo en las misiones. Saben cómo pelear-bueno, en realidad todos aquí sabemos- pero ellos conocen más tácticas y eso—hizo un gesto con la mano, restándole importancia.
—¿Cuál es la tarea de Paul y los demás?
—Ellos manejan las operaciones desde aquí o desde las bases que les sean asignadas, pero esto último es solo en caso de que las misiones sean fuera del país. En casos extremos nos acompañan.
—Oh, bien. ¿Y cuál será mi trabajo?—cuestioné curiosa.
—Eso lo iremos viendo de a poco, linda. Te entrenarás, harás algunas pasantías y así irás avanzando.
Correcto, mi vida estaba comenzando a tornarse una película de acción.