El Diario de Samara, una chica Suicida.

Una chica como cualquier otra

Hola mi nombre es Samara Adnan tengo 15 años y me encuentro aun en en el colegio, desde que soy muy pequeña me gusta cantar.

Aunque no voy a negarles que ultimamente he estado muy triste, ya que en el colegio se burlan de mi, muchas veces he pensado en decirles que se detengan pero no soy capaz.

El lugar en donde estudio es un internado femenino y, solo me permiten salir en vacaciones, extraño mucho a mi familia, pero aun no entiendo porque me dejaron en este sitio.

Ahora estoy acostada en la cama mientras pienso como salir de aqui, llevo semanas planeando como escapar, pero cada vez que intento irme algo sale mal; por eso me asegurare que la proxima vez sea exitosa por ello planeo drogar a la señora que nos vigila su nombre es Margaret.

Acaban de apagar la luz creo que ya es momento de dormir, pero no tengo sueño ¡ ah maldito insomnio va a acabar conmigo!, esta sera otra noche larga en donde dialogare sola hasta la madrugada; eran las 2 am y me disponia a cerrar mis ojos en un desesperado intento por dormir cuando escuche un ruido en el pasillo, sali a observar que ocurria y vi a una de mis compañeras que caminaba hacia el baño, -no era nada pense-, luego vi a otra niña que tambien caminaba hacia el baño y, despues de unos minutos escuche unos ruidos extraños que provenian de allí.

Mi curiosidad me obligo a ir al baño para ver que ocurria, camine sin hacer ruido y, al llegar allì vi a Sol besandose apasionadamente con una chica peliroja, no puede contener mi risa por lo que ellas se dieron cuenta que las estaba observando y me pidieron que no le contara a nadie, yo les respondi que les guardaria el secreto con la condición de que me ayudaran a escapar de allí.

Las chicas aceptarón pues no tenian mas opción, luego Sol me pregunto:
-¿ Ya tienes algun plan para salir de aca?-, le dije que si pero que les contaria todo en la mañana pues cualquiera podria ir al baño y escucharnos y, que seria mejor que regresaramos a nuestros cuartos antes que Margaret despertara.

A la mañana siguiente Margaret paso por nuestros cuartos despertandonos con la frase de todo los días:
- Levantesen ya niñas malcriadas, estan aquí porque sus padres no las soportan y, la única razon por la que yo lo hago es porque me pagan -
, yo odiaba escuchar eso, ella era una persona tan cruel, tan mala, probablemente no conocia la palabra amor.

Me levante de mi cama y baje a la cafeteria para desayunar, allí estaba Sol asi que me acerque a ella para contarle mi plan, pero no pude porque Romina y sus amigas se hicieron tras de mi y comenzarón a burlase de mi,ella decia: - miren esos ojos cafes son tan comunes, ese cabello rizado tan maltratado y feo, ¿acaso alguien podria fijarse en ella? no lo creo sinceramente- en ese momento senti ganas de llorar pero no, -esta vez debo ser fuerte no puedo permitir que me vean llorar- pense,asi que respire profundo tome mi bandeja y fui por el desayuno. Cuando yo caminaba hacia la mesa Estrella una de las amigas de Romina me empujo y, todo mi desayuno cayo al piso, mire hacia atras y vi como Romina, Estrella, Tina, wendy, Blanca y Zulma se reian de mi, -desgraciadas algun día me las van a pagar- pense, luego la chica Peliroja que estaba en la madrugada con Sol se acerco a mi para ayudarme a recojer todo y dijo:
- Si quieres puedes sentarte en la mesa conmigo, allí esta Sol-, asi que nuevamente fui por mi desayuno y me sente con ellas.

Zulma grito desde su mesa: - Quien lo diria la cuatro ojos ya tiene amigas-, me senti muy enojada y pense en responderle pero no, mejor sonrei mientras ignore su comentario, en ese momento sol dijo en voz baja: -Mily debemos ayudar a Samara-, mmm -así que Mily era el nombre de la pelirroja- pense, pues yo no sabia su nombre ya que ella era de un grado distinto al mio; al terminar de desayunar fui a mi cuarto tome mi shampoo y fui a ducharme, cuando me estaba duchando el agua se puso muy fria y escuche a Tina riendose afuera, -claro ella me quito el agua caliente- pense, y le grite: - vete de aquí mejor molesta a otra persona ya estoy cansada de esto-, fué la primera vez que tuve la valentia de defenderme, ¡Que bien se sentia esto!.