CAPITULO 2

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~Patri~

MEMORIAS, Como empezó todo...

<<- Patricia Jiménez Herranz-. Dijo la directora.
Patricia se levanto de su respectiva silla, mientras que los demás la miraban. A lo lejos estaba su amiga Vero que la sonreía, sentada junto a un chico.
Patri estaba nerviosa era su primer  día en la universidad.  Se dirigió a la directora, que la sonreía de mala manera, muy quieta, con su escasa estatura, de pie en la puerta; mientras se retocaba la parte trasera del vestido blanco que llevaba. No soportaba aquella situación, se sentía como un preso a punto de ser juzgado e interrogado por el juez.

- Bienvenida Patricia-. La dijo la directora Susana, con esa voz tan molesta que tiene.

-Gracias-. Contesto ella con una sonrisa.

-Ve hacia aquel pasillo, subiendo las escaleras a la derecha, te encontraras con otros compañeros y...-. Patri no la escuchaba estaba mas pendiente de la opinión que causaría a las indicaciones de la directora. - te sientas y esperas a que terminen todos, ¿te has enterado?

- Eh... Si, si...- la volvió a sonreír.

Se encamino por las escaleras y giro.

-Ahora era a...¿la izquierda?-. Continuo caminando hacia lo desconocido. Aquello era espectacularmente grande, y estaba vacío. - ¡Mierda!, ¡Joder! Patri eres tonta, si la hubieras escuchado en vez de estar colocándote el vestido no pasaría esto.

Siguió caminando por los pasillos, mientras que se oía el eco de sus pisadas al andar con unos tacones blancos. Definitivamente estaba perdida. Encontraba clases y clases, todas vacías.

Se canso y se apoyo en la pared cerca de una ventana.
Suspiro a la vez que se echaba su largo pelo rubio hacia atrás. Su primer día, su primera metedura de pata. Patri sentía ganas de llorar, era un desastre. Se sentó en el suelo sin saber que hacer.

- ¿Que estas haciendo aquí?

Patri levantó de pronto la cabeza y se encontró con los ojos de un hombre; unos ojos preciosos, color caramelo y amables.

-¿No deberías de estar en tu clase?-. La ofreció su mano para levantarla del suelo. Después la sonrió me imagino que para no intimidarla.- Hola.

Patri se le quedó mirando. Era el hombre más atractivo que había visto. Vestía un traje elegante, junto con unos zapatos negros muy limpios. Su pelo era castaño y abundante, y si te fijabas bien, descubrirías unos destellos rubios oscuros. Iba peinado inútilmente para atrás ya que unos mechones le caían sobre la frente. Su cara delgada, era de lo mas atractivo que Patri había visto nunca, por su expresión parecía una persona inteligente y simpática. Su boca absolutamente sensual, dibujaba una dentadura espléndida, que cada vez que sonreía dos hoyuelos aparecían en sus carrillos, lo que resultaba atraer a la chica. Además de ser infinitamente atractivo, poseía un cuerpo seductor. De estatura normal, no demasiado alto, ya que a Patricia solo la sacaba unos quince centímetros. No excesivamente musculoso pero ni mucho menos descuidado.

-Debería de estar en clase, pero...me he perdido-. Contesto Patricia, timida avergonzándose de si misma.

-No te preocupes, no tienes porque estar mal por eso-. Dijo él  riendose para animarla-. ¿Acabas de entrar en la universidad?

-Si, soy de primero de bachiller, y claro, al no conocer nada, me he perdido.

-Si te digo la verdad, yo también me he perdido, esto es muy grande-. Los dos se volvieron a reír-. Soy Ivan, y el profesor de matemáticas.

-Patricia, alumna de primero.

-Encantado Patri.

-Igualmente.

-Bueno, pues... ¿que tal si pedimos ayuda?-. Rió.

-Claro. >>

Patricia Jiménez Herranz no olvidaría aquel momento, por mucho que quisiera. No lo lograría. Era uno de esos buenos recuerdos de los que se sentía auténticamente feliz, y que la ayudaban a mantenerse firme y contenta.

Sucesos de una adolescente, fuera de lo común.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora