Capítulo 2: Encontrando una amiga

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Seguí leyendo mi libro, tocó la campana; avancé como tres hojas. Fueron muy pocas. Por lo general leo más.

Me levanté, tomé mi mochila y me dirigí a clases. Todos, o más bien mayoría de las personas me miraban mal o simplemente pasaban de largo. Siento feo que me hagan eso. De algunos lo comprendo, porque jamás les he hablado, pero vamos ser la persona más aburrida del planeta, ¿quién querría estar conmigo?

Ya en mi salón habían varias personas. Me iba a sentar en mi lugar, cuando de repente llega una persona y se sienta allí. Ya no habían más lugares al frente, por lo que me tuve que ir atrás. Me senté en el único lugar vacío y junto al mío había otro.

Comenzó la clase, y como de costumbre me lanzaron cosas, como: papelitos y basura. Me sentía una mierda.

De repente llegó una chica y se paró en la puerta, la tocó para llamar la atención del profesor. Jamás la había visto. Tal vez la cambiaron de salón.

Dejé de ponerle atención a la chica y seguí anotando lo que el profesor había puesto antes en el pizarrón.

La chica pasó, y se sentó junto a mí.

-Hola, me llamo Pamela- creo que sería bueno hablar con ella mientras está conmigo, ya que cuando se dé cuenta de quien soy me dejará.

-Hola, me llamo Katherine- la vi por primera vez bien. Era una chica alta, con el cabello café hasta los hombros y chino, vestía unos pantalones rojos, una blusa blanca y un collar dorado.

Seguimos poniendo atención en clase y salimos juntas; lo cual me sorprendió.

-¿Ya tienes locker?- pregunté amablemente.

-Sí, es el- sacó una hoja, leyó algo -mmm... 334, pero no lo encuentro.

-Genial, el mío es el 333. Así que están juntos. Vamos- la llevé a los lockers.

-El tuyo debe ser el de aquí abajo

-Pero dice 384 y el mío es 334- dijo haciendo énfasis en el 'treinta'

-Seguro se equivocaron, no te preocupes- dije observando el locker -ahora mete tus libros si no quieres seguir cargando- la esperé, yo ya tenía mis cosas.

-Ya, ahora tengo Inglés. En el salón...- volvió a checar su hojita -102.

-Genial, vamos juntas- dije entusiasmadamente. La guié por los pasillos y llegamos al salón. Nos sentamos hasta adelante, aún no tocaba el timbre.

-Bueno, he estado contigo y no sé nada de ti- dijo Pamela. Yo torcí mi cara haciendo una mueca.

Como lo habrán notado no me gusta hablar de mí.

-Pues soy Katherine, tengo 15 años y no tengo hermanos- dije lo más básico, esperando que no me preguntara más cosas. -¿y tú?

-Pues mi nombre ya lo sabes, vivo con mi padre. Ya que mis padres son divorciados, tengo un hermano pequeño y tengo igual 15 años- contestó amablemente.

Tocó la campana y nos pusimos a trabajar. Por alguna extraña razón, me comencé a sentir mareada y no podía concentrarme. Me sentía mal. Le pedí permiso a la maestra de salir al baño.

Llegué al baño, me eché agua en la cara. Esperaba que con eso bastara y no necesitara más. Iba saliendo del baño y me encontré a la señorita Collins.

-Hola querida- dijo tan sonriente como siempre.

-Buenas tardes- respondí yo con una mueca.

-¿Qué pasa?- me preguntó amablemente la señorita Collins (aunque de señorita no tenga nada, pero le digo así por educación).

My last day of lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora