BEST CONCERT EVER | YM

( ͡° ͜ʖ ͡°)♡

— ¡Disfruta tu concierto, mi niño! — gritó la señora Park arrancando el auto.

Jimin elevó el pulgar mientras caminaba entre la gente que iba hacia la entrada del recinto.

Sonrió en grande viendo su boleto en mano. Estaba muy emocionado. Sus dedos temblaban y un sudor frío recorría su espina dorsal. Las ganas de llorar también estaban presentes.

— Espero no desmayarme... — murmuró y apresuró su paso para hacer fila.

Después de un par de minutos esperando; los cuales le fueron eternos, pues la emoción y ansias de querer ver a su grupo favorito podían más con él, llegó con un guardia que verificó que su boleto no fuese falso para así permitirle el acceso al lugar.

Como todos los fanáticos —habían más chicas que chicos—, al pasar la seguridad del recinto, corrió lo más rápido posible para alcanzar un buen lugar en la zona VIP.

Había ahorrado todo el dinero de cinco meses que le daban de la universidad por ser un buen estudiante y... valió la pena. Compró su boleto en el mejor lugar, el lightstick oficial más reciente, una mochila y un par de playeras.

Empezaba a anochecer, así que el rubio y los miles de fans, prendieron sus lightsticks para agitarlas y corear el nombre de grupo en perfecta sincronía.

El intro de Monster resonó en el estadio, provocando gritos ensordecedores, luces moviéndose con mayor velocidad y pequeños empujones de fans que se encontraban un poco atrás.

Todo esto se intensificó cuando la voz de Baekhyun se hizo presente.

Jimin agradeció ser bajito, pues los empujones en vez de molestarle o perjudicarle, le ayudaban a llegar cada vez más adelante.

Sin mencionar el hecho de que tocaran su trasero por error incontables veces, pues algunas fans sólo deseaban llegar a las primeras filas, sin importarles la gente a su alrededor. Él hubiera hecho lo mismo si estuviese en sus lugares.

Y así fue, únicamente dos filas de chicas un poco más altas que él, le separaban del escenario en el que su grupo favorito se encontraba ahora presentando Artificial Love.

Gritó eufórico al ver a su bias moviéndose con el bastón, luego poniéndose sobre él para hacer movimientos pélvicos.

Observó con detalle, no grababa con el móvil como las chicas y pocos chicos que le rodeaban, pues su abuela siempre había dicho que: los momentos están para vivirse al momento. Algo confuso, ni él lo había entendido, hasta ahora.

Sus voces, sus sonrisas, los bailes; serían guardados en su cajita de recuerdos mental y no en la memoria de su celular que posiblemente podría perderse con el tiempo.

Justo cuando volvieron a restregarse contra el bastón, sintió a alguien tomando sus caderas para moverse de la misma forma en la que los idols lo estaban haciendo en el escenario.

Quizá fue por ver a su grupo favorito bailando de esa manera tan... caliente, que no le molestó en lo absoluto que se estuvieran moviendo contra él.

Al contrario, elevó su trasero para tener más contacto con el desconocido.

Sintió una respiración acelerada en su nuca y sonrió sin dejar de ver al escenario.