Capítulo IX

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Verdades a Medias


Me encuentro acostada boca arriba en mi cama, con los brazos extendidos y una lágrima solitaria que baja por mi pómulo derecho hasta llegar a mi oreja. En el piso, justo debajo de mi brazo derecho esta mi celular, abierto en el buzón de entrada, con un mensaje de Camila que dice "Por favor, no vengas, Austin está aquí y va a pasar la noche conmigo" Sé lo que eso significa, todos lo sabemos y hago un esfuerzo sobrenatural para que imaginación no se confabule con mis pesadillas.

De forma abrupta me puse de pie y coloque un LP en el tornamesa. Chpin, sólo para deprimirme más. Chris debió de saber lo que significa para mi poner Chopin porque quince minutos después estaba llamando a mi puerta con su voz de hermano sobreprotector. No lo malinterpreten, amo la música clásica, pero a Chopin sólo lo escucho cuando estoy deprimida, muy pocas veces pasa lo contrario.

"¿Laur? ¿Puedo pasar?" preguntó del otro lado de la puerta.

"Pasa"

Chris abrió la puerta lentamente y luego entró, me vio tirada sobre la cama llorando y se acercó a mí, se sentó a mi lado y yo me incorporé.

"¿Quieres contarme qué te pasa?" dijo con una voz tierna intentando no ejercer ningún tipo de presión en mi.

"Camila" me limité a contestar.

"¿Qué pasó con ella?"

"Esta pasando la noche con Austin" dije a penas en un susurro.

"¡Oh! Vaya" dijo entendiendo ahora mi estado de ánimo "quisiera poder saber qué decir pero supongo que nada de lo que diga te hará sentir mejor."

Supones bien.

"Pues, si quieres, hay helado de chocolate blanco, ¿Te traigo un poco?" yo sonreí ligeramente.

"Tráeme todo el litro"

Después de dejarme todo el litro de helado y dos películas de miedo que podía ver mientras lo devoraba, Chris se fue a su habitación. Él me conoce mejor que nadie y sabe que lo único que necesito es estar sola con mis pensamientos, eso y un litro de helado de chocolate blanco. Lo que más me dolía era que no podía creer que fueran a hacerlo tan pronto, a mi me hizo esperar casi cinco meses. Nos hicimos novias a finales de noviembre después de tres semanas de salir y tuvimos nuestro primer... nuestro primer ustedes-ya-saben, el 19 de abril. Si, sé la fecha exacta. Yo espere todo ese tiempo, y la verdad ni siquiera fue una espera porque simplemente estar a su lado me llenaba en todos los sentidos, pero saber que a las dos semanas ya esta con Austin, bueno, no sé si me entiendan.

Las películas que seleccionó mi hermano se veían interesantes, una se llamaba "Delirios Siniestros" y otra "La Masacre de Town Greek". Las dos me las vi mientras comía el helado. Cuando fueron las tres de la mañana finalmente se acabaron al igual que el helado. Es viernes así que no tengo que levantarme temprano mañana, claro que como estoy, dudo mucho poder dormir.

Al día siguiente me levanté pasadas las doce del medio día, después de pelear mucho con mi sueño y dormirme casi a las ocho de la mañana, como pude me paré de la cama y fui a la cocina, me serví un poco de cereal con leche, no tenia hambre, pero sabía que algo tenía que comer, tampoco fui a práctica de fútbol, quien se ha sentido así, sabe que uno no tiene ganas de hacer absolutamente nada.

Con mi plato de cereal me metí en la cama de nuevo, sin percatarme que la pantalla de mi celular titilaba por un mensaje nuevo. Después de terminar mi cereal dejé el plato en el suelo y me acosté nuevamente para intentar dormir un poco más, cosa que paso dos horas después. Cuando me volví a despertar, ya eran las tres treinta de la tarde. Me tallé los ojos con algo de dificultad, fui al baño y me lavé la cara, luego volví a mi habitación, y me tiré nuevamente en la cama mirando hacia el techo en la misma posición en la que estaba ayer. 

Recuperarte - Camren (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora