Amor correspondido

Único capitulo

  " A ella, ya no le quedaba más paciencia, estaba segura que si aquel tarado le seguía molestando, le daría una buena golpiza. Ella estaba harta, él practicamente la acosaba ¿Porqué? ¿Porqué no molesta a alguien más?, se preguntaba ella. Es que ya llevaba más de 5 años con lo mismo. Él, Madara Uchiha, si, de los respetables Uchiha, no la dejaba en paz, no podía estar con ningún chico, sin que aquel entrometido se interponga. Ella estaba cansada, porque le daba falsas esperanzas a su frágil corazón, aquel corazón que ya había sido lastimado por demasiada gente.
- ¡ Hey, Mito ! -dijo Madara, ella solo levantó la cabeza, lo observó y se marchó-.
Él lo seguía insistente, y es que él también sentía lo mismo que ella, la amaba con todo su corazón, y se había dado cuenta de ello hace unos cuantos meses atrás, cuando le hervía la sangre al ver a Mito con otros chicos. Él ya no sabía como ocultar aquel sentimiento que brotaba de su pecho, llevaba mucho tiempo "acosándola", y no es que lo haga, lo que él quiere en verdad es que lo noté y vea sus sentimientos hacia ella. Cosa que al parecer, no funcionaba en absoluto... o al menos eso pensaba él.
- Déjame en paz, Madara, no estoy de buen humor -dijo ella, con las mejillas totalmente sonrojadas-.
-Oh, vamos Mito, sé que también quieres ir al cine con nosotros y los chicos -dijo él, mientras mostraba aquella sonrisa que la volvía loca-.
- ¡ No, joder, que no! -dijo, estallando en lágrimas, al sentir sus sentimientos desbordándose-.
Él, asustado, la abrazo, y le preguntó que es lo que le pasaba y si estaba bien. Ella solo asintió.
- Estoy bien...ahora déjame -dijo en tono de frialdad-.
La dejó, dejó que se fuera...pero su resistencia, no fue lo suficiente, y al ver que ella estaba a unos metros de él, grito algo... algo que hizo que el corazón de la muchacha, latiera a mil por hora.
- ¡TE AMO, MITO UZUMAKI! Y NO LO PUEDO OCULTAR MÁS, TE AMO DESDE EL PRIMER DÍA EN QUE TE VI...POR FAVOR, POR FAVOR...NO TE ALEJES DE MI VIDA. SOLO TE PIDO ESO.
Ella...lo observó y derramó aquellas lágrimas, pero no se equivoque , eran lágrimas de felicidad. Al no poder más con esa carga de sentimientos, corrió hacia él, corrió y se lanzó a sus brazos. Ambos, uniéndose en un amoroso abrazo.
- No, mi querido Madara, nunca de los nunca, me separaré de ti, es una promesa -dijo mientras sonreía."  

fin..

se que es corta pero me gusto mucho.