Capítulo 1

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Las monótonas palabras de aquel sacerdote funcionaban como un remedio perfecto para el insomnio.

No dormiste en tres días?

Tienes ganas de morirte así por fin poder dormir en paz?

Pues no se preocupe más!

El nuevo remedio ya esta aquí!

El sacerdote 2000 d.c te ayudará a dormir y morir de aburrimiento en el proceso!!

Negó con su cabeza aceptando que eso no sería un buena estrategia de negocios después de todo.

Observando a su alrededor buscaba algo que lo entretuviera y despejara un poco su notable somnolencia mientras tarareaba alguna canción pegadiza de alguna propaganda reciente.

Lamentablemente lo único que pudo visualizar fue a montones de personas atentas a las únicas palabras que se escuchaban. Dio un suspiro largo y profundo, expulsando toda frustración que tenía en su interior, su vista se dirigió a su última alternativa, el techo, empezando así a contar a los angelitos que allí se encontraban dibujados, pensando cómo estos podían estar hechos con tanto detalle desde sus facciones hasta las túnicas pulcramente blancas.

Estaba tan concentrado contando cada uno de aquellos angelitos perdiéndose en sus pensamientos por varios minutos hasta sentir un fuerte golpe en su cabeza, se sobresaltó de sobre manera moviendo abruptamente ésta mientras que un fuerte dolor se presentaba tortuosamente en su cuello.

Llevó su mano sobándose el lugar afectado con una mueca de dolor en su rostro.

-Presta atención a la misa, no ves que te servirá para tu vida!?- el inexplicable grito/susurro de su madre hizo que Jugkook solo rodara sus ojos, pero desgraciadamente su acción lo llevó a recibir otro golpe mas fuerte en el mismo lugar. -No me hagas caras jovencito, ademas te dará tortícolis si te quedas así mucho rato- Kook ya no respondió nada mas...por obvias razones, su madre no era para nada débil con respecto a golpear a su adolescente hijo se tratara.

Kook solo se volteó de frente todavía acariciado su cuello, acomodándose en aquel incómodo lugar emitiendo un gemido de dolor al sentir su trasero entumecido. Maldijo en voz baja al sentir aquel otro dolor pero se detuvo al recordar que estaba en una iglesia.

Frunció el ceño y maldijo aún más.

                  ♡-♡-♡

Eternas horas pasaron y la misa había llegado a su fin.

Fue el primero en llegar a la entrada de la iglesia por salir casi corriendo de esta. "El porno gay te esta afectando", reflexionó este al darse cuenta que aquellos vídeos que le enviaba Namjoon y dejaban virus en su computadora no le ayudaban para nada con su pureza interna.

Rió por los estúpidos pensamientos que formulaba su mente.

Feliz de haber salido de aquel lugar, caminó algunos escasos pasos alejándose de la iglesia pero de un momento a otro su felicidad se desvaneció al darse cuenta que su madre había comenzado a hablar con las nuevas personas que ingresaban, rodó los ojos al saber que esa bienvenida no sería corta en lo absoluto, su madre lo divisó y pidió que se acercara. Con todo el pesar de su cuerpo fue donde ella se encontraba antes de sufrir consecuencias.

Con todas las ganas de vivir que tenía ensima saludó a aquella mujer, con una sonrisa tan forzada que su madre deseaba golpearlo.

Pasaron horas hablando de tantas cosas triviales, él ya estaba cansado de sonreír, tampoco sabía por qué hacia tanto esfuerzo por algo que no valía la pena, así que tiró todo su intento de carisma a la mierda y puso su característica cara de odio.

Sus piernas le cansaban de tanto estar parado y quiso irse corriendo a su casa para poder al fin tirarse en su cama.
Estaba apunto de lograr su cometido hasta que escuchó un "oh mira, allí viene mi hijo".

Los tres dirigieron su vista a aquel chico que se acercaba a ellos.

Jugkook escaneó a aquella persona tan...nerd.
Su cabello era castaño oscuro muy bien peinado, su camisa blanca estaba prendida hasta el ultimo botón debajo de un suéter azul con gris de mangas largas que parecía quedarle enorme a tal punto de taparle sus manos, pero lo que mas le llamó la atención fue aquel libro grueso que este chico tenia aferrando en su pecho, alcanzó a leer su título que abarcaba toda la tapa.

" La biblia"

Rió internamente al leerlo y no pudo evitar que una media sonrisa socarrona apareciera en su rostro.

Lo observó hasta  llegar a cruzar miradas, pero el castaño la apartó rápidamente cuando eso sucedió. Jeon amplió mas su sonrisa al darse cuenta que le tenia miedo.

Era algo obvio, la gente simplemente no se siente cómoda al estar con alguien con un aura totalmente...gótica.

- Jimin, amor, ella es la señora Jeon hyan y el es su hijo Jugkook- dijo señalándolos, la señora Jeon saludó con una reverencia y Jungkook le extendió la mano, el pequeño castaño miró ésta con desconfianza hasta que el mas alto le sonrió, Jimin fijó su vista en él y un leve y adorable sonrojo se asomó por sus mejillas.

-Mucho gusto Jimin- dijo Jungkook en el momento en que sus manos se estrecharon.

PECADO (kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora