#NiUnaMenos

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Esta historia la escribí el día después de la muerte de una chica de dieciséis años en mi país, Lucia Pérez, que, como Helena, fue drogada, violada y empalada. En mi escuela nos hablaron sobre el tema, y así es como me enteré, ya que yo no soy mucho de leer noticias o diarios. Esta historia nació ese día, y un poco quería hacerlo en honor no sólo a Lucia, sino a todas las chicas del mundo que diariamente son violadas y asesinadas por su condición de mujer. Y les puedo asegurar que son muchísimas.

Para todas ellas, que no se merecían morir de la manera en la que lo hicieron, que no se merecían morir en absoluto, solo les quiero decir que siempre van a ser recordadas. Siempre. Y que, al menos yo, nunca voy a dejar de luchar por lo que me corresponde, nos corresponde, la igualdad, el respeto, que dejen de subestimarnos y maltratarnos solo por el hecho de ser mujeres. Ninguna de las chicas asesinadas se merecía lo que le pasó, y no hay que dejar de luchar hasta que este tipo de cosas no sucedan nunca más.

Por favor, nunca dejen que nadie las maltrate o las discrimine solo por su género. Recuerden que son valiosas, hermosas y únicas, que pueden hacer cualquier cosa que se propongan, y nadie tiene derecho a decirles lo contrario. Por favor, siempre recuerden eso. Son únicas.

HelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora