LA SALIDA

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Es viernes, al fin. El sol apenas esta saliendo, puedo verlo desde la ventana con las cortinas entre abiertas, desde ya, me puedo Imaginar que hoy sera un día muy soleado. Había estado esperando este día desde hace meses. He arreglado mi maleta desde anoche así que solo tengo que preocuparme por cepillarme los dientes, ducharme y el maquillaje. No tengo sueño. Volteo a ver el reloj que está al lado de mi cama, son las 5:46am, el despertador lo he dejado para las 6:00am. No ha aguantó mas la emoción.

Me levanto de la cama, el piso de cerámica esta frío y húmedo. Busco mis pantuflas debajo de la cama pero solo encuentro una. Busco la otra. No aguanto el frío en la planta los pies. La busco por toda la habitación pero no la encuentro, llevo varios minutos ya. Trato de recordar donde puede estar esa maldita pantufla >> ¿En  el baño? No, para que me las llevaría allí. ¿Se las llevaría Volker? No, el perro no entró aquí anoche <<  me está estresado en esta perfecta mañana...

Mientras busco veo la maleta sobre el escritorio donde hago mis tareas y decido ir a buscar en ella, la intriga de ver algo cerrado en donde no he buscado aún me llevo a hurgar dentro de ella. Y en efecto aquí esta, debajo de una blusa gris. En la  saqué la ropa del armario, histérica y eufórica, la tire en el suelo seguro ahí se mezclo la pantufla entre ella toda la ropa y al solo guardarla sin doblará, solo amontonandola y llevando lo que quepa la metí en la maleta sin darme cuenta. Soy tan descuidada.

"kuru - Run - Kuru run" sonó la alarma.

La espalda me empieza a doler, pongo mis fríos pies en las suaves pantuflas, los ojos me arden por no haber dormido nada. El ruido se la alarma me estresa, la estúpida melodía es irritante y ajeno como si dos minicarpinteros estuvieran cortando con cierras de mano y mucho ritmo la madera. Apago la alarma y me tiro a la cama para tratar de calmarme, pero no me dura mucho, me vuelvo a levantar casi al instante, por lo menos esta vez si están ambas pantuflas bajo mis pies. El sol esta mas fuerte, atraviesa mi ventana iluminando la habitación por completo. Camino al baño. Que suerte tener baño en la habitación, no tengo que cruzar la casa entera para poder mear. Meo y entro a la ducha, el agua esta fría, pero me empapo el cuerpo para poder relajarme. Salgo del baño y tomo la ropa que deje puesta sobre el puff en una esquina del cuarto. Un jeans roto solo de una manga, mi top blanco de manga larga, la chaqueta de lona a juego con el Jens y mis tenis bajos blancos. Al ver la ropa me imagino lo sexy que se me verá puesta. Me estoy poniendo el pantalón cuando volteo a ver la hora. 6:30am. No se en que momento paso el tiempo. Me apuro a ponerme el resto de ropa y pasar a mi tocador para ponerme labial y rimel... El poco maquillaje que utilizo.

Maleta, celular cargado, mochila con cepillo, crema, maquillaje, tampones y dinero, cargador, cámara y mi bella skateboar SKARLET. Todo esta listo.

- ¡FERNANDA! Baja ahora mismo.

Escucho el grito enojado de mi enojado papá.
Lo ignoro por completo mientras tomo mis cosas.

- ¡FERNANDA TE ESTOY HABLANDO! -  repite.

Lo sigo ignorando. Salgo de mi habitación y le hecho llave. No me gusta que nadie entre a mi habitación. Camino hacia las gradas. Cuando me asomo por la parte superior veo a mi papa esperando al final de las gradas.

- ¿Por qué estas gritando tanto? - Exclamo mientras bajo lento y trompicones por gradas. - ¿no piensas ayudarme con la maleta?

- Explícame por qué hay un auto lleno de adolescentes que a simple vista se ven mayores que tu... ¿Y... Y esa maleta?-Pregunto confundido y molesto, su rostro es muy expresivo.

- No hables como si no los conocieras. Son mis amigos. Y la maleta es para mi viaje. Regreso el lunes... Gracias por ayudarme papá.- Bajo y paso junto a él arrastrando la pesada maleta.

Las OrellanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora