*Capítulo 9* Diversión de tres.

28 4 0
                                    

Capítulo dedicado a ValentinaHuer, feliz cumpleaños❤

Bueno, toma tus chocolates.- dijo Luckas quitándome de mis pensamientos.
Todavía estamos en el supermercado.
-gracias.
-de nada, pero..- hizo una pausa- ¿viniste hasta aquí solo por unos chocolates?- reímos ambos.
-si, tenía hambre.
-estas loca, niña.
-quizás- exclamé riendo, provocando que mi acompañante hiciera lo mismo.
-¿quieres ir al parque que está aquí en frente?- concluyó ya calmado.
-claro, iré a pagar esto.
-bueno, te espero fuera.
Solo asentí y miré por donde se había ido hasta que desapareció de mi campo visual.
Fui hasta la caja, la cual estaba llena, lo que me pareció raro por la hora, y esperé mi turno.

Narra Luckas.

Estaba caminando, completamente aburrido, cuando vi a Lenna entrar al supermercado que quedaba en frente de donde yo estaba.
Bajó de un auto muy lujoso, nunca le había prestado atención, yo tengo dinero, mis padres son unos abogados muy conocidos pero que nunca están en casa, sin embargo esta chica parecía tener más, algo que me sorprendió ya que siempre se mostraba sencilla.
Luego de unos minutos entré al supermercado, solo para ver qué hacía.
Nunca antes había hablado con esta chica, solo recuerdo cuando la humillaba en el Instituto, eso se me hacía divertido, pero ahora la conozco mejor, siento intriga por sus secretos, esos que cualquier persona se daría cuenta que tiene. Esta semana estuvimos mucho juntos y creo que es la única chica que no se lanzó a mis brazos, y eso está mal. Todas las chicas quieren estar conmigo, el solo mirarlas hace que queden rendidas a mis pies. Pero con ella fue distinto, el día que ensayamos en mi casa, ese día que casi la beso, ella no se inmutaba ante mi tacto, algo que te me tiene furioso hasta ahora, nadie se resiste a mi, y voy a hacer que esta chica caiga a mis pies, se preguntaran ¿por que? fácil, nadie se resiste a mi, y ella no será la excepción.

Por fin la encontré, está en la góndola de los chocolates, mira unos que se encuentran en la parte mas alta de la estantería, cosa que me da risa ya que su estatura no le permite alcanzarlos.

Me acerco a ella, pero parece que no se da cuenta de mi presencia, así que solo paso mi brazo por arriba de su cabeza y tomo los chocolates que miraba anteriormente. Segundos después voltea y me encuentro con sus ojos color verdes mirándome con detenimiento.

  -así que..-comenté- ¿te ganaron unos chocolates?- río.
-no todos medimos un metro ochenta y tantos- dijo riendo. Bien, soy algo alto, eso me hace mas irresistible.

Por unos minutos se quedó pensando mirando a la nada, algo que me puso en una situación incomoda, ya que ni me imagino que puede pasar por su cabecita de nerd.

 -bueno, toma tus chocolates.- dije rompiendo el incomodo momento
-gracias.
-de nada, pero..- hice una pausa, pensando si realmente me interesa saber, bueno estoy aburrido, escuchemos a la chica por un ratito.- ¿viniste hasta aquí solo por unos chocolates?- reímos. 
-si, tenía hambre.
-estas loca, niña.
-quizás- reí
-¿quieres ir al parque que está aquí en frente?- pregunte sin titubear, estoy aburrido y en mi casa esta mi odioso hermano menor que volvió de un campamento.
-claro, iré a pagar esto.- 
-bueno, te espero fuera.- dicho esto salí y me senté en una banca donde había una excelente sombra.

Hace largos minutos estoy aquí sentado y esta chica no aparece, quizás hay mucha gente dentro, nose, pero ya me estoy cansando. Mi celular se quedo sin batería, si no ya estaría escuchando música. Miré hacia la enorme puerta del supermercado y luego de unos largos segundos ella paso por allí, miró para todos lados hasta que me encontró.

Llegó hasta mi y se sentó a mi lado.

-ey, había una enorme fila allí dentro-dijo con una expresión de cansancio, yo asentí mirando al frente.- y dime, ¿para que fuiste hasta allí..-señalo con la cabeza al edificio por donde había salido hacia unos minutos-si no compraste nada?
-solo entre para..-pare pensando en una buena excusa, no podía decirle que entre porque la vi-comprar algo, pero no había.
-ah, genial.

Hasta que me enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora