*Capítulo 13* Decir o no decir.

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Un mes despues...

Ya pasó un mes. Un mes que fue muy, ¿como decirlo?, ¿raro?, Si, raro. No por los hechos sucedidos, sino por las personas que estuvieron.
Mi prima vino a visitarme, a mí y a mi hermana. Me contó sobre lo que pasó aquella noche en el bar. Ella lloraba porque su novio la dejó por su mejor amiga. En este pasado mes se comportó extraña, me cuenta cosas, me trata bien, algo que nunca antes hizo. No eramos primas muy unidas, ella jamás me quiso y no entiendo las razones. Quizás ahora quiere cambiar. Se inscribió en el mismo instituto que yo, la dejaron entrar por sus "buenas calificaciones", uso comillas por el hecho de que ella no es buena en la escuela, pero tiene dinero y se ve que, unos parlantes y micrófonos nuevos donados por mi tía, valen más que su nivel intelectual.
Con Edwin todo está bien, nos llevamos excelente y cada tarde visitamos a Sophi, la cual, nos trae muy preocupados, tiene las defensas muy bajas y la doctora dijo que esperemos lo peor. Por suerte tengo a mi mejor amigo apoyándome en todo, conteniendome y secando cada lágrima que cae por mi mejilla. Él fue de mucha ayuda para mi, iba a mi departamento y mirábamos películas hasta tarde, me ayudaba con las cosas del Instituto y con mi hermana.
Sarah, mi mejor amiga, estuvo siempre que la necesité. Es prácticamente una hermana mayor para mi, ya que siempre tiene las palabras justas. Ella sigue manteniendo una relación con Aaron, pasaron por peleas, pero se reconciliaron rápidamente ya que ninguno puede estar sin el otro. Algunas tardes nos juntamos los seis, Sarah, Aaron, Edwin, Ashley, Luckas y yo.
Con Luckas nos llevamos muy bien. El miedo que tenía de separarnos fue solo eso, un miedo. Él está conmigo siempre que puede, es un amigo más. Después de la obra de teatro, nos besamos, pero fue por impulsos, luego lo olvidabamos y seguíamos hablando normalmente. Por mi parte no me molestaba que lo hiciera, pero él se detenía y yo no entendía porque. Hasta que me lo dijo.

<<No te quiero lastimar>>

Supongo que tiene razón, yo tampoco quiero que me lastime. Lo único que logro hacer después de que me diga eso, es asentir, agachar la cabeza, y seguir hablando normalmente.

Ahora me encuentro en la escuela. En el salón solo son unas pocas personas, ya que la mayoría se fue de excursión a México, entre ellos Edwin, Sarah, Aaron y Ashley. Yo no fui por Sophie, ella esta en un estado crítico y no quiero perderme días sin verla. Los chicos vuelven en una semana y media.

La clase de álgebra pasó rápido. Los profesores no preparan clases con temas nuevos, solo son repasos innecesarios, pero en fin, tenemos que asistir igual o nos ponen falta.
En la cafetería me puse a leer, como lo hacía antes de que aparezcan mis amigos, Harry Potter y la piedra filosofal, o mejor dicho HP1.
Sumida en la lectura, no me di cuenta que la hora se pasó y llegaba tarde a clases. Dudo que me dejen entrar, asi que seguí con la lectura del maravilloso libro. Siento que alguien se sienta a mi lado pero no le doy importancia y sigo leyendo.

-Harry Potter y la piedra filosofal, buen libro- esa voz tan conocida se filtra por mis oídos y levanto la vista.

-Tu no lees Luckas.-

-Que sea un "badboy"-hizo comillas en la última palabra riendo- no quiere decir que no lea.

-Apuesto a que tienes una gran biblioteca en tu habitación- me burlo.

-Aun que no lo creas, si tengo una biblioteca, pero no es gigante, solo unos..- pensó- cincuenta libros, entre ellos, ese.-señalo al libro en mis manos.

-Wow, no creí que alguien como tu leyera.- dije asombrada.

-¿alguien como yo?

-Si, ya sabes, antes, cuando no éramos amigos, te burlabas de mi por ser una chica intelectual y que lee, todas esas cosas- me encogí de hombros.

Hasta que me enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora