ROSAMUND MARY WATSON

ONESHOT

ADVERTENCIAS: Sherlock algo OoC, un poco de Johnlock...

Hace un mes que John y Mary están MUY ocupados con la posible llegada de la niña. Sí, es cierto, regresaron a Baker Street, pero no tienen tiempo más que para ellos mismos y su burbuja de preocupación por el parto de Mary. He tenido que minimizar mis experimentos y además la Sra. Hudson insistía en que ayudara a buscar el nombre para la pequeña...

-Sherlock, eres el padrino de bodas de John, tienes que ayudarle a escoger el nombre de su primera hija-

-ABURRIDO-En realidad, era más como un pequeño sentimiento de incomodidad, el saber que esa niña me estaba quitando la atención de John y de todas las personas a mi alrededor. A veces recuerdo que mi estúpido y gordo hermano dice siempre que son celos, pero yo no los considero así. Es decir; soy el único detective consultor del mundo y John es mi colega, es su obligación el ayudarme y no al revés.

-Tonterías Sherlock, John y Mary tienen una lista inmensa de nombres para la pequeña, ve y ayúdales a escoger uno-

Había escapado de la asfixiante atmósfera del segundo piso a pedido de John, no entendía por qué la Sra. Hudson me obligaba a volver.

-Sherlock- Oh, no, ella estaba usando ese tonito que siempre usaba mi madre para convencerme de hacer las cosas. No podía negarme o corría el riesgo de quedarme sin té matutino.

-Voy-

Subí las escaleras hacia el segundo piso. Antes de llegar aún, podía escuchar las voces de John y Mary discutiendo sobre los nombres...El primero, ya que el segundo nombre sería Mary; algo que John había dejado muy en claro desde los 7 meses.

Entré y los vi a ambos, se encontraban cerca al escritorio, con Mary sentada y John mirando sobre su hombro en la lista que ambos habían escogido de más de 100 nombres. Silenciosamente, me acerqué a mi sillón de la sala y antes de que pudiera sentarme, escuché la voz de mi amigo.

-Sherlock, ¿no estabas con la Sra. Hudson? -

-Dijo que debía ayudarles a encontrar el nombre de su hija porque soy tu padrino de bodas-

-Muy inteligente de su parte-Mary estaba tomando de una taza de té, pude ver una pequeña sonrisa en su rostro.

- ¿Y aceptaste así nada más?- Mary me vio y noté en su mirada la luz de la compresión; me encogí de hombros.

-Era eso, o quedarme sin mi té matutino-

-Lo que dije, muy inteligente de su parte- Mary solo asintió y volvió la vista a la lista que parecían estar revisando.

-Pues gracias Sherlock, pero creo que será mejor que no intentes ayudarme. Además, querías que le pusiéramos tu nombre a mi hija-

-...-No pude responder nada. Es que no podía decirle la verdad...que ese día había estado a punto de decirle que lo amaba, que siempre lo había amado. Aunque finalmente no dije nada, solo esperaba una despedida y luego tal vez no sobrevivir a esa dosis de drogas que tomé. Pero el regreso de Moriarty y la intervención de mi hermano hicieron su parte y regresé sano y salvo...aunque con el corazón roto.

Me había atrevido a hacer lo que mi hermano siempre me dijo que no debía hacer: Involucrarme con las personas. John era mi primer amigo, mi compañero, la persona de la cual me enamoré pero que no había podido corresponderme.

Mary era la mujer adecuada para John. Lo sabía en cuanto la vi y lo supe cuando me disparó y la salvé del enojo de John. Ella era lo que necesitaba para estar en paz con su afición al peligro...es decir, ¿qué mejor para un amante de la adrenalina y el peligro que una esposa que había sido espía, estaba de encubierta y posiblemente trabajaba para su hermano?