Merengue italiano | Camren.

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—Cielos, que desastre.

Camila se encuentra horrorizada, en todos los años que lleva de servicio nunca había visto tal desorden en el cuatro de su Lern. La que le espera. Hizo tiempo de sus labores para ir a entregarle a Lauren una llave, una de la cual desconocía que abría y la importancia que tenía para su amiga quien la ha esperado con ansias.

—Lern, voy a dejarte la llave en tu mesa— gritó a la nada, sabía que su amiga estaba ahí pues oía las cosas moverse.

Dispuesta a marcharse, porque no podía perder un segundo, darían una cena y la casa debe estar impecable, Camila hace el recorrido de nuevo a la puerta, mas no llega, Lauren la ha jalado por su falda larga, riendo como niña— ¿Por qué traes el uniforme?

—Porque estoy trabajando.

—Trabajas mucho— los brazos desnudos de Lauren pasaron por los hombros de Camila.

—Tengo que ganarme la vida de alguna manera.

—¿Te tomas un descanso para mi?— ahora la agarra de la cintura, la tiene más cerca, le encanta ese perfume almibarado de ella— Quiero mostrarte algo. Cinco minutos y te dejo libre.

—Que sea rápido, sabes que esta noche es importante y debo dejar todo perfecto.

—Te preocupas demasiado— ríe sobre su oído, Camila es adorable —. Mirame y dime qué opinas.

Lauren da un par de pasos atrás, dejando de tocar a su morena. Camila se voltea, le encantan estás partes donde Lauren se compra ropa y la modela para ella. Esta vez es diferente, ella no esperaba que su amor secreto estuviera con tan poca ropa, con sólo sostén y bragas, un conjunto negro que hacía lucir ese cuerpo  escultural de ella. Debe dejar de mirarla así, su cabeza se ha ladeado y su boca se ha abierto un poco; recorre por última vez con sus ojos, como quisiera pasar sus dedos por su espalda y acostarla abajo de ella, besarla hasta consumirse y tener la oportunidad de expresar todo ese amor que lleva por dentro. Niega con la cabeza, debe sacar esos pensamientos de su mente, ella es su mejor amiga, no debe querer hacerle el amor.