Capítulo 1

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El miro a la hermosa niña de más o menos 10 o 11 años. Están dulce, simpática, bella y tan... inocente, que él quería adueñarse de ella, de esa inocencia.

La nena está abrazando a su padre que estaba al borde de la muerte, dolida todavía por la muerte de su madre.

Aferrada a él.

El señor Eduars recordando cada cosa hermosa que había pasado en su corta vida de 33 años, su primera cita, cuando le pidió matrimonio a su esposa, el día de su boda, cuando le dijo que estaba embarazada, el nacimiento de su hija, su primer añito... Le agradecía a Dios que por lo menos pudo ser feliz.

La nena gritaba, y lo último que dijo su padre nunca lo olvidaría.

"Te amo, no te preocupes, siempre te cuidare con tu madre, te amo con todo mi corazón, no lo olvides por lo más que quieras " ella asintió con las mejillas llenas de lágrimas y fue cuando se cerraron los ojos y cayó muerto.

El asesino agarro a la niña sin piedad, con bastante fuerza lastimándola. Ella trataba de soltarse de él para quedarse con sus padres.

-¿Donde está tu cuarto?-la niña lo veía asustada.-¿¡donde está tu cuarto!?-repitió pero esta vez gritando. Está le señalo hacía arriba, donde quedaba su habitación.

La jaló hasta arriba y la volvió a ver, entendió el mensaje y le señalo una puerta rosada con las palabras "Princesa" en la puerta.

El asesino se metió en el cuarto con ella tirándola en la cama.

-Que linda eres...-la encubriño con la mirada,-será lo más placentero que podrás sentir en toda tu vida, si te portas bien no te haré daño, ¿está bien?- ella trato de escapar, pero la agarro del antebrazo y la volvió a lanzar a la cama pero esta vez la amarró las manos y la boca con varias prendas de ropa de la niña que estaban en el piso.-no, no, no trates de escapar..,-dijo con malicia, y con una sonrisa escalofriante.

Ella pataleaba, lloraba, gritaba, pero nadie la podía escuchar.

Toco cada parte de su cuerpo hasta desnudarla y violar su débil cuerpo hasta cansarse. El asesino se vestía y miraba de reojo a la niña que se había quedado inconsciente por los golpes que él le daba para que se dejara quieta.

La niña estaba cansada de todo, llena de sudor y lágrimas de dolor en todo su cuerpo, que estaba entumecido. Se sentía sucia, habían violado su cuerpo, de una manera bestial, dañina y horrible; su estado emocional estaba por los suelos.

Habían matado a sus padres delante de ella, sentía que no podía estar tranquila ni en su propia casa. Estaba con miedo, horrorizada y sintiéndose mal.

El tipo violador la vio llena de moretones y de sangre por todo su cuerpo, se sentía orgulloso por lo que había hecho hasta que escucho una serenas de una patrulla. Salió corriendo. Agarro sus cosas y salió por el patio sin problemas, escapo.

El jefe de las patrullas estaba en la puerta, la tocó varias veces pero al notar que nadie contestaba le dio una patada a la puerta haciendo que se la manija de la puerta se rompiera quedando la puerta abierta.

Entro a la propiedad con el arma en mano. Inspeccionaba a su alrededor, toda la casa estaba desordenada y llena de sangre, la sala estaba destrozada, habían visto a los cuerpos, le tomaron el pulso y habían confirmado de que estaban muertos; siguieron el recorrido por toda la casa hasta llegar al cuarto de la pequeña, la encontraron amarrada de pies a cabeza inconsciente, el oficial apenado y triste por lo que le habían hecho la desamarró, llamo otras policías para que la vistiesen y se la llevaran. Fue a la planta baja hacia los detectives y a los paramédicos que inspeccionaban los cuerpos.

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