Podía observar el dolor en sus ojos y en ese momento supe que él lo sentía… lo sentía de verdad. (…)
-Gracias.- me dijo, levanté la mirada del suelo- Gracias por todo.
Debía salir de allí, mis sentimientos no estaban claros aún y no podía darle las gracias yo también cuando todavía estaba herida tanto por dentro como por fuera. Me limité a decir un ‘gracias’ con una voz tan seca que ni siquiera yo me reconocí, un brillo se apagó en sus ojos. Puse toda mi voluntad en salir de la habitación; me levanté del banco en el que estaba sentada y le di la espalda, había avanzado unos tres pasos cuando escuché su voz, no me volteé.
-Adiós, Autumn Cartwright. Fue un placer.- su voz era entrecortada y parecía que temblaba.
-Adiós, Ian Blackwell.- murmuré, acto seguido corrí rápidamente a las grandes puertas grises.
Justo antes de irme volteé a mirarlo, él me correspondió la mirada; fue entonces cuando los miles de recuerdos que habían estado reprimidos en mi cabeza, salieron a flote. Ian pareció leer mis pensamientos como casi siempre lo hacía y me sonrió tristemente. (...)
-Te amo, y siempre lo haré. - exclamó en un susurro apenas audible
Una lágrima se derramó por mi mejilla, estaba a punto de tirarme al suelo; no podía más y utilizando todas las fuerzas que me quedaban salí del lugar, tratando desesperadamente no llorar, más no lo conseguía.
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Suplicio de medianoche
JugendliteraturAutumn Cartwright con tan solo diecisiete años tiene su vida hecha un lío. Lleva una vida de fiestas, alcohol, pasa la noche con chicos que luego pasan al olvido, incluso las drogas entran a la lista. Cuando decide dejar atrás esa vida que no hace n...