A veces
me siento como una bomba
que puede explotar en cualquier momento,
y no quiere tener a nadie cerca,
para causar el menos daño posible.
Supongo que no podemos elegir
a quien le importamos o dejamos de importar,
a veces sería tan fácil
no importarle a nadie,
y otras veces,
parece tan fácil la sensación
de no importarle a nadie.
Hoy mi cama ha sido un océano,
y me he sentido tan pequeño.
He recordado lo roto que estaba por dentro,
y lo débil que era el pegamento que usé para recomponerme,
casi inexistente a ratos,
con miles de parches la mayoría del tiempo.
Me prometí no volver a volar sin paracaídas,
pero sin querer ella me llevó a las nubes.
Y ahora siento vértigo por la altura,
y prefiero seguir así,
no quiero sentir la caída.
Me encantaría escribir miles de lineas,
hablando de
lo mucho que la quiero
y lo poco que me quiero,
lo mucho que echo de menos
a algunas personas,
y de más, a otras.
de lo vacía que me siento a veces,
tal vez por dar demasiado de mi.
Te podría explicar de la manera más bonita,
el colorado de mis ojos,
por desgracia de llorar.
Y te hablaría de la cantidad de cosas
que rondan últimamente mi pelo rizado,
y la cantidad de sentimientos
enrededados en mi interior.
Solo digo,
que ojalá
esté un poco más cuerdo,
O un poco menos loco,
o al menos
deje de sentirme así.
