Encuentro litigante.

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Las cámaras apuntaban a caras importantes, gran número de estas parpadeaban entre la gente del espectáculo.

Bonitos vestidos y trajes relucientes desfilaban entre las largas alfombras en la presentación de los nuevos estrenos de series y temporadas. Hannibal de la cadena televisiva de la NBC era una de esas series, presentando la segunda temporada del trabajo del director Bryan Fuller.

Entre toda la multitud estaban los protagonistas Hannibal y Will, interpretados por Mads Mikkelsen y Hugh Dancy respectivamente.

Mads descuidadamente veía al de ojos azules con una sonrisa mientras contestaba la pregunta que le había hecho un reportero, frenándolos de su caminar; una pequeña entrevista para saber que pasaría en la segunda temporada de Hannibal.

Hannibal, esa serie que los juntaría para trabajar después de varios años, y poder verse aún más que en aquellas escapadas entre los eventos del mundo del espectáculo y algunas quedadas que tuvieron después del Rey Arturo, quedadas de las cuales eran cuidadosos al esconderse de la prensa, incluso a veces de su propia familia.

Sólo fue un momento, algunos segundos en los que había mostrado a las cámaras con la delicadeza de una mirada el tipo de relación tan íntima que tenían. La relación que intentaban tener.

Una que sólo ellos sabrían de su existencia.

Reaccionó unos segundos más tarde, posando su vista en la cámara que les apuntaba y le miraba acusatoriamente, a veces así se sentían, para luego ver al entrevistador casi con una mueca.

Momentos después ambos siguieron por su camino.

En la mínima oportunidad y el mínimo descuido del inglés, Mads casi lo empujó dentro de una puerta a la que no se permitía la entrada al público no autorizado. Entraron en un pequeño cuarto, apenas alumbrado con una pequeña luz conectada al aire acondicionado.

—¿Pero que te...— Hugh estaba a punto de renegarle cuando sus palabras fueron acalladas por los labios del danés.

Hugh siguió el beso, subiendo sus brazos hasta la nuca del mayor, abrazándolo, respirando con dificultad, tan nervioso como lo fue el primer beso.

—Perdón...— dijo Mads en el idioma del británico.

En ese acento que Dancy había  defendido al inicio de una entrevista en algún momento atrás.

Hugh negó con la frente pegada a la del mayor una vez separados del beso.

—No se darán cuenta...

—Me refería a casi tirarte aquí.

Trataron de evitar reírse, pero fue inevitable. Por supuesto, estar con él era lo que mas le importaba ahora, y que estuviera casi recién casado con Claire le importaba poco en ese momento.

—También lamento no quitarte la vista de encima.

—Hasta yo sentía tú mirada. Sí sigues así...

—Mis ojos simplemente no pueden dejar de admirar lo hermoso que eres.

—No lo soy.

—Lo eres.

—Mads, no... No me tocan esas palabras a mi.

Los ojos de Hugh reflejaron una tristeza inminente, apagando un poco aquellos ojos azules que adoraba el danés.

Casi se separaron, sin embargo, aunque el inglés dejaba de abrazarle, Mads no podía quitarle las manos de encima, cubriendo sus hombros con sus cálidas manos.

El silencio reinó y el menor pudo sentir de nuevo su corazón romperse. Como cada vez que se veían, como cada vez que se tocaban. Como cada vez que se besaban, como cada vez que hacian el amor.

Intimate. Amigos íntimos. //Madancy//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora