12 de septiembre de 2012.
Soy ese tipo de chico que tiene la malísima suerte de volver al cole justo un día antes de cumplir 13 años. Aunque para ser sincero, me encanta la idea de que me canten el cumpleaños feliz en el cole. En la formación mencionan a los cumpleañeros y dicho esto todo el salón pasa al frente para cantarle el cumpleaños feliz. Por lo menos así era en primaria, no se como vaya a ser ahora.
Estaba muy nervioso en la mañana. Me puse mi uniforme pero tenía un poco de miedo de que hubiesen cambiado el uniforme y no nos hayamos enterado ni mis papás ni yo. Digamos que soy un poco paranoico. Más que el hecho del uniforme, me ponía nervioso el entrar a secundaria. Unos decían que no era la gran cosa, otros decían que desearían estar en primaria de nuevo. "Disfruta lo que te queda de primaria, que nunca podrás volver a esos tiempos." Me ponían nervioso los nuevos alumnos. Según mi prima, Valeria, en secundaria siempre entran chicos nuevos.
En cuanto me levanté llamé a Lana, mi prima favorita de todo el mundo. En realidad su nombre no es Lana, es Ana. Cuando mi mamá me llevaba a jugar con ella decía "Ven, vamos a jugar con la Anita". Pero lo que el pequeño yo entendía era "ven, vamos a jugar con Lanita". No fue hasta los seis años que me entere que su nombre no era Lanita, si no, Anita. Bueno, Ana. Como sea...
Llegué al colegio y había unos tres chicos nuevos, la verdad esperaba ver más. Estaban allí mis amigos José y Pedro. Y por allá vi a alguien que me parecía conocido, pero no supe quien era. Lo dejé pasar.
A la primera hora, lo típico. La presentación de los alumnos. No podía esperar a que pasara aquel chico que se me hacía tan conocido. La clase terminó y no alcanzó a presentarse. Después, la directora prohibió más presentaciones y no pude saber su nombre. Por ahí, escuche que le llamaban Luis, pero no me ayudó mucho a hacer memoria.
En el receso me quedé en el salón con pedro, que teníamos flojera de salir al patio. Y este chico misterioso entró y vino directo hacia a mí. Me sentí un poco nervioso. Quizá notó que lo veía mucho y lo malinterpretó todo.
Es curioso como te encontré justo hoy, querido diario. Es curioso ver como escribía mencionando casi siempre a Luis Manuel. Es curioso saber que ese chico misterioso es Luis Manuel. Oh, Luis Manuel, Luis Manuel. De vuelta a mi vida ese jodido chico que me hizo tener tantas confusiones durante mi jodido cuarto año de primaria.
Vino a mi y sin más me preguntó si le recordaba. Vaya, me moría de nervios. Le dije la verdad, que me parecía conocido pero no tenía ni idea de dónde. Y entonces dijo con una sonrisa "Soy Luis Manuel. Eras mi mejor amigo en cuarto de primaria." Claro, Luis Manuel. Luis Manuel...Luis Manuel. De nuevo movieron a su padre de trabajo así que ha tenido que abandonar Málaga de nuevo, y mira a donde fue a caer.
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El diario de Nicolás
Non-FictionMucha gente dice que no se nace homosexual, si no, que se hace. Yo soy de la idea que naces homosexual. Y como en estas vacaciones de diciembre no tengo nada que hacer, decidí compartir con el mundo mi diario que encontré arrumbado en mi habitación...