Solo una vez más » Kim Taehyung

3

Cuota finalmente pagada y mañana sería el tan esperado paseo que habíamos anticipado desde principio de año.

Veía como todas mis compañeras se abrazaban efusivamente y alegres. A veces me entraba una curiosa gana de hacer amigas, no era como si me quejase de tener a Yoongi de amigo, es más, era mucho más fiel que muchas chicas, pero de algún modo sentía que iba a perder mi feminidad.

—Me pregunto que harán en el maldito paseo que me tienen hinchadas las... la cabeza —se corrigió rápidamente Yoongi a mi lado—. Es decir, solo iremos a unas piscinas, comeremos algo y ya. Además pagar tanto dinero, siempre lo mismo.   

—Ugh, por gente como tú está el mundo como está —me quejé dándole un pequeño empujón con el hombro. Este arrugó su frente y me miró curioso.

—¿De qué hablas? Pensé que éramos el dúo amargados, ¿De cuándo tanta felicidad? 

—Bueno... digamos que soy una nueva chica, es más, estoy bastante emocionada por el paseo, por algo pagué la cuota —comenté con emoción—. Quiero salir rápido de la escuela y así llegar a mi casa para dormirme altiro.

—Hasta el caballero de la tienda sabe que madrugas hasta las tantas de la noche —se burló Yoongi y lo miré con una mueca. 

—Por eso duermo en la tarde, para luego madrugar.

Seguí charlando con Yoongi durante la mitad del receso del almuerzo. Estábamos bastante aburridos para ser sincera, yo no quería hablar mucho por la emoción de mañana y Yoongi se encontraba mirando como un tonto hacia otro lado, toda su atención estaba allí.

—¡Qué tal, chicos! —llegó un alegre Hoseok a nuestro lado. Fruncí un poco el ceño, pues, tenía claro que alguna veces hablaba con Yoongi, pero nunca se había acercado al chico conmigo estando presente.

—Hola —saludé con el tono de voz bajo. Hoseok me regaló su radiante sonrisa en respuesta.

—¿Qué haces aquí, Hoseok? —Yoongi le preguntó sin rodeos. Le proporcioné un pequeño apretón en el brazo por su no tan educada pregunta. 

—Te venía a saludar, ¿Está bien eso? Puedo irme —Hoseok se paró de la galería, pero yo le tomé su brazo sin pensar. Era únicamente para impedir que se fuera.

—No te vayas, solamente me sorprende que estés aquí —rio Yoongi al ver como detuve al castaño.

  —Lo siento —me disculpé soltando con rapidez su brazo. Escondí mis mejillas entre las manos para disimular lo avergonzada que me sentí. 

Hoseok hablaba de cosas interesantes y la verdad estaba poniendo toda mi atención en él. Claro, ese no era el caso de Yoongi que seguía mirando hacia otro lado repetidas veces.

—¿Qué tanto miras, eh? —alcé una de mis cejas involuntariamente. Siempre hacía eso cuando me sentía curiosa, aunque lo tratara de evitar. 

 —Espera... —Yoongi entrecerró los ojos para ver mejor algo a lo lejos y luego me miró boquiabierto.

—¿Qué te pasa? —pregunté algo asustada, su reacción no fue una muy normal que digamos.

Hoseok también observaba con cuidado al chico. Este se había quedado en su mundo, aún sin cerrar su boca.

—Debo ir a buscar a Jimin... nos vemos en clase —y sin decir más, se fue de ahí.

Dejándonos a Hoseok y a mí con el ceño fruncido.

 El resto del receso la pasé con Hoseok y sus charla motivacional y con algo de chistes sin gracia. Era un chico genial y sin duda, podía alegrarte el día en tan solo segundos.

Nos dirigimos a la sala para nuestra clase en silencio. Nunca había compartido tanto con Hoseok y me parecía extraño ahora mismo.

—Bien, iré a mi asiento, no me olvides, Hyeri-ah —canturreó yendo a sentarse junto a su mejor amigo, Seokjin.

Yo solamente le sonreí ladina en respuesta.

Cuando miré al fondo, Yoongi, Taehyung, Jungkook y Jimin ya estaban en sus lugares. Taehyung observaba con su frente arrugada a los chicos de más adelante, como si estuviera pensando algo terrible. Siempre se ponía así en matemáticas, por ejemplo.

—¿Qué pasa con ustedes, por qué tienen esas caras? —pregunté al llegar. Algo no lucía bien.

—Nada, Hyeri, problemas sin sentido —Jimin esbozó una sonrisa sin ganas, pero luego la borró para agregar—. De matemáticas.

Vaya, si estaban extraños.

—Uff, sí, matemáticas —Taehyung me tiró un mechón de mi cabello para llamar mi atención— Hyeri-ah, ¿Mañana irás con esa camisa bonita que tienes? La cuadrillé.

Hice una mueca negando con mi cabeza.

—¿Esa que tú también tienes? Tú y tu plagio.

—Sí, esa. Podrías ir mañana con ella, así usamos ropa en pareja —miré asqueada a Taehyung y este hizo un sonido desde su garganta. Muy extraño—. Por favor, anda con esa.

—Lo pensaré, Tae —dije insegura. Claro que no iría con esa camisa.

—Si no vas, pues te las verás conmigo —alzó su dedo índice mientras entornaba sus ojos.

—¿A sí? No lo creo —dije con sorna dándole la espalda al castaño.

—Así que eso piensa mi Hyeri-ah —susurró cerca de mi oído—. Ya verás...

Y me estremecí, como cada vez que hacía eso. Pero esta... fue totalmente diferente.