Claudia, oh era ella. Menos mal ella no sabía que porqué nuestros labios estaban asi...o por lo menos, eso espero.-Héctor, mi tío está abajo. Te irás-dijo yéndose.
-Dile que ya bajo.-alcanzó a decirle. Cerró nuevamente la puerta y se acerco a besarme nuevamente.
Luego nos separamos.
-Lo que hicimos estuvo mal, muy mal... ¿Qué estás haciendo conmigo?-le pregunté recostándome de su hombro. Y él acarició mi cabello.
-Quédate hoy en mi casa...-me murmuró al oído.
-No, si me quedo estoy segura que pasara algo más.
Él frunció el ceño.
-Vamos mija, será nuestro pequeño secreto...
¿Nuestro pequeño secreto? Caeré en su juego, no quiero hacerlo. Pero sus besos son adictivos.
-Iré por mis cosas-dije yendo al armario.
Él sonrió victorioso.
Bajamos los dos, yo tenía un pequeño bolso con mi pijama y ropa para ir a la escuela mañana.
Mi madre sonrió al verme, sabía que me quedaría con Héctor.
Llegamos a la casa y Hector me tomó de la mano apresurado hacia su habitación.
Entramos y él cerró la puerta con seguro. Me jaló por mis caderas y me besó apasionadamente.
Aquí comenzará todo, después de hoy nunca nada volverá a ser como antes. Nunca.
Mordió mi labio inferior y se alejó de mí. Se quitó la camiseta y su pantalón. Quedó en bóxers, se quitó los zapatos y las medias. Yo lo veía, deleitándome. Sus perfectos abdominales me volvían loca. Se acercó rápidamente hacia mí, y capturó mis labios. Un beso fugaz, se volvió a alejar, y me extendió la mano. La tomé y él jaló de mi pegándome a su desnudo cuerpo. Con sus manos delicadamente me quito la camiseta. Quedó sorprendido al ver mis senos, me puse un poco nerviosa. Y lo vi tímidamente. Él empezó a besar mi cuello, luego mis hombros, hasta llegar a mis senos, cuidadosamente me desabrochó el brassier, y este cayó al suelo. Estaba un poco/mucho nerviosa. Él hundió su cara en ellos y los besaba, los masajeaba y los pellizcaba. Luego bajó y beso todo mi abdomen, me tiró a la cama y lentamente empezó a bajar mi pantalón, besaba mi intimidad, ahí estuvo por un momento mientas yo sentí estremecerme. Fue dejando besos por cada centímetro de mi piel. Lo miré y fue inevitable posar mis ojos en su gran miembro, ¿En qué momento se puso un preservativo? No lo sé, estoy ardiendo por dentro y espero no se note por fuera, aunque con sus caricias es imposible simular.
-Joder mija harás que me corra sin entrar en ti, te he deseado desde siempre-jadeó penetrándome.
-Ahh...He...Héctor- Yo no podía dejar de gemir, estaba en el cielo.
Héctor seguía embistiéndome y yo no podía más.
-Mija ya llegamos juntos, un poco mas-susurró jadeando.
Y... yo-llegué gloriosamente a mi orgasmo, también Héctor a los minutos después.
Después de bastante tiempo sentía como mis caderas dolían.
-Para Hector por favor-pedí gimiendo.
Héctor paró y se acostó a un lado de mi, depósito un dulce beso en mis labios. Y volvió a su lugar.
Me siento mal. Estoy arrepentida, es mi familia. Mi primo. ¿¡POR QUÉ LO HICE!? ¿Por qué ME DEJÉ LLEVAR? Aunque yo fui la que lo beso en mi casa, no quería que trascendiera a sexo. No quería, pero lo dejé pasar. DIOS. Lo hecho esta hecho, ya. Será nuestro pequeño secreto.
Nos levantamos de la cama y yo entré a la ducha. Me terminé de duchar y me vestí, luego entró Héctor al baño. Cuando él salió yo ya estaba totalmente vestida, con un short de jean desgarrado. Una camisa sin mangas verde, y unas converse amarillas. Me solté el cabello. Héctor se estaba vistiendo delante de mí y no podía evitar morderme los labios mientras lo veía como Dios lo trajo al mundo. Terminó de vestirse y salimos rumbo a las escaleras.
-Papá iremos al cine-notificó Héctor.
¿Iremos al cine?
Mi tío asintió, estaba con un amigo abajo.
Héctor encendió el auto, y abrió mi puerta. Yo entré y él la cerró. Rodeó el auto y se montó en su lugar. Cuando llegamos al cine. Él me tomo de la mano y yo le correspondí. Caminamos a comprar los tiquetes. Mientras hacíamos la fila él me abrazaba y de vez en cuando nos besábamos. Él estaba muy sonriente.
-Señor sonrisitas-le dije al oído y él rió.
-Es que me encanta estar contigo-contestó él también a mi oído.
Le besé el cuello. Avanzamos en la fila, y llegamos a comprar el tiquete. Él compró para una película que no conocía. Compramos las palomitas, refrescos y otras cosas. Entramos a la película y Héctor compró el tiquete para la última fila de arriba y pegado a la pared. Oh Luis Castillo, sé que querrás hacer ahí. La película no había empezado y ya nosotros no parábamos de besarnos. Se llenó toda la sala pero al lado de nosotros no había nadie, al parecer no se vendió esta fila. A nadie le gusta sentarse aquí.
La película comenzó y la estábamos viendo, yo estaba recostada encima de su pecho y él acariciaba mis piernas.
La película no me interesaba en lo más mínimo, aproveche para pensar. Pensé y pensé y siento que no esto no esta bien. Él es mi familia. Y... la familia no hace esto.
-Héctor-lo llamé en medio de la película.
-¿Sí?
-No podemos hacer esto, es decir. Somos familia.-le dije seria y triste.
Ahora que comenzamos con todo esto, yo no estaba tan a la defensiva. Si, lo quería, lo quería de otra manera en que los primos no se querían. Pero en todo lo que lleva de película no he parado de pensar en que si alguien se llega a enterar, ambos moriremos. Si, bueno, estoy exagerando, pero no nos dejarían continuar con esto. Y, no quiero eso.
Su cara se entristeció.
-Mija, podemos con esto. Vamos-me imploró.
-Pero es que...-suspire-yo de verdad...
Una persona nos hizo callar. La de debajo de nosotros.
-Te digo luego-dije de último.
Terminamos de ver la película, y salimos, nos sentamos en una mesa que había junto a la feria de comida.
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"Imposible"
FanfictionUna historia de Fernanda Meade (Miiid) & Hector Luis Castillo... Es una historia adaptada, NO ES MÍA.