(06 de agos, 2014)
La primera luz que vi fue la que procedía de la ventana, mamá como siempre ya la había abierto.
Ella era algo baja, un poco gorda pero, con más energía que cualquiera. Su cabello era negro más arriba de los hombros y con unas cuantas canas que se le asomaban. También, un par de arrugas en la comisura de los labios. Una mujer nada fácil de convencer, cuando decidía o se le ocurría algo no había nada que la hiciera cambiar de parecer. Si, un poco autoritaria o... controladora. Pero, aún así la quería. ¡por supuesto, es mi madre! Una mujer excepcional.
-¡buenos días, cariño!- me saludo mi madre con mucha energía, más de la necesaria.
-¿!que tal dormiste!?- me preguntaba con mucho entusiasmo, como si fuera algo de verdad importante.
- bien, bien- le respondí sin ánimos de seguir hablando.
- mamá, es fin de semana
¿por que me levantas a esta hora?-
Mire el reloj y tan solo eran las 7:05am ¿¡por que me despierta a esa hora!? ¡Sabe que no me gusta madrugar!
- es la hora perfecta para levantarse y aprovechar el día, ¡vamos! No te vas a quedar en cama, hace un día maravilloso. Así que, una vez despierto nesecito que saques la basura y lleves a tu hermana a sus clases de ballet. Luego tendrás el día libre y podrás hacer lo que sea, ¡sal con tus amigos no te vas a quedar en casa aburrido, nord!- mi madre hablaba con tanto entusiasmo, como si tuviese algo más que agregar pero no, eso fue todo. Dicho esto salió de mi cuarto con una canasta de ropa, sucia por supuesto.
Me dispuse a bañarme, me metí en el cuarto de baño con mi toalla y abrí el grifo, sentía como el agua se esparcía por todo mi cuerpo y me envolvía con su frescura, mientras me duchaba y me envolvía en la toalla me dije que hoy debería de hablar con eli, pero que no sería como la última vez que sólo hablé de mi y de la oportunidad que perdí. Esta vez debería de solucionarlo y no me permitiría fallar.
Me vestí con lo primero que vi, era un jean con un par de rotos delante y una camisa de color rojo que creo estaba un poco arrugada pero no había tiempo para nada más, mis converse como último y un vistazo en el espejo para tratar de arreglar un poco mi maraña de cabello.
Baje de prisa las escaleras y saque cuanto antes la basura, no vi a papá seguro también tuvo que ir a trabajar hoy. Que mal, casi nunca estaba en casa y las pocas veces que se encontraba estaba cansado y de mal humor.
Pero eso no importaba ahora, llevaría a cassie a su clase de ballet, cuanto antes e iría a buscar a eli para tratar de hablar.
- mamá, ¿donde está cassie? Ya debo de irme-
-¿¡ya te vas!?- parecía algo sorprendida, pero no había tiempo de explicar nada. Si no me iba ya, tal vez no encontraría a eli en su casa. Salía todos los sábados a hacer ejercicio y después a la biblioteca.
- ¿ni siquiera vas a comer algo?
- ¡el desayuno es la comida más importante del día!- mi madre hablaba como si eso fuera más importante de lo que iba hacer.
-mamá, mamá... emm debo de hacer algo de verdad importante, luego te explico con detalles, pero ahora nesecito irme- lo dije algo desesperado, era la única forma que me dejara ir.
- bien, bien. creo que tu hermana no va ir hoy a sus clases, así que ve.- parecía enojada y algo confundida, pero luego le contaría todo ¡y con detalles!
- gracias mamá- le dije esto y después la bese en la frente. -vuelo en un rato-
Dicho esto salí. Me metí las llaves y algo de dinero en el bolsillo de atrás.
Primero iba a ir a su casa, era posible que aún siguiese ahí. No quedaba tan lejos sólo un par de calles después de la mía, pasabas una avenida y ahí estaba. Era una casa de dos pisos, de un color blanco un poco deteriorado por el tiempo. A la entrada había una reja negra y unas cuantas plantas que sembraba y cuidaba su madre, si que le gustaban.
La reja estaba abierta, así que la empuje y pulse el timbre. Unos segundos después salío la señora pokect.
- buenos días, señora pokect
Vengo a buscar a eli, ¿ella... está?-
Estaba algo nervioso, pero no sabía muy bien por que.
- ¡ah! Hola, nord ¿como te encuentras?- lo dijo en un tono normal algo cansado. Era una mujer más o menos de la misma edad que mi madre, pero era más alta que ella.
Tenía el cabello negro y largo, también se le asomaban un par de canas al igual que arrugas. Siempre llevaba unas inconfundibles gafas sin ningún marco y por lo que parecía con bastante aumento.
- bien... bien. Si Señora- hablé como si no tuviera importancia, ¡y es que en ese momento no importaba!
- señora pokect, ¿ está eli en casa?
¿o... donde está? Vera nesecito hablar con ella es... algo urgente- lo dije bastante angustiado, pues ¡nesecitaba saber dónde estaba eli!
- no, ella no está aquí. Creo que debe de estar en la biblioteca, hoy no quiso ir a hacer ejercicio. Ha estado algo triste.- la señora pokect hablaba lamentándose, como si ella tuviese la culpa.
- gra... gracias, gracias señora pokect -
Estaba entusiasmado y las palabras no me salían.
Ella no tuvo tiempo de decirme nada a cambio porque ya me había ido y corrí lo más de prisa que mis pierna me lo permitieron.
La biblioteca estaba algo lejos, que luego me pregunté por qué no había tomado el autobús. Pero, ya había llegado, bastante agitado y con la camisa hecha un asco de sudor. Sólo pensé que valía la pena.
La Biblioteca era bastante grande con tres pisos, en el primero estaba recepción, algunos baños y una cafetería. En el segundo ya estaban algunas estanterías con un espacio para que los niños se sentarán a leer en enormes muebles con diferentes juegos para ellos. Vigilados por una bibliotecaria que parecía bastante amable. Y en el tercer piso habían más estanterías con algunas mesas para leer. Estaban organizadas por géneros: ciencia ficción, romance, comedia, juvenil. En unas dos estanterías solo se encontraban libros que se utilizaban para el Instituto
Eran de matemáticas, Ciencias, lengua, matemáticas avanzadas y todo lo relacionado con cada una de las asignaturas.
En las dos últimas estanterías estaba el género de suspenso. Sabía que ahí iba a estar eli, le encantan ese tipo de libros. Fui rápidamente, con la esperanza de que me quisiera escuchar. Cuando ya me acercaba, escuche risas y me pareció extraño
Así que mire con precaución y me extrañe con lo que vi.
Eli no estaba sola. La acompañaba un chico y no, no era tams. Era bastante atractivo. Alto, con un par de músculos, su cabello era castaño casi como un color miel y tenía una sonrisa que deleitaba a eli.
Pensé no ir, en no tener que ser presentado con ese chico. Pero, no
Hice todo lo contrario, fui y la saludé.
-hola, eli ¿cómo estás?
¿podemos... hablar?- no quería sonar con miedo, pero la voz me tembló un poco.
-¿nord? ¿que... que haces aquí?
No parecía muy contenta, y estaba bastante sorprendida.
- yo... yo solo quiero que me escuches solo... nesecito que me escuches eli, yo se que... no- fui interrumpido por ella en cuanto comencé a hablar.
- escucha nord, este no es ni el sitio ni el momento para hablar, así que por que no te vas y luego lo... lo hablamos con más calma- parecía algo nerviosa como si ocultará algo.
-¿no me presentas a tu amigo?
Este chico había estado callado y sólo me miraba desde que llegué.
- Eh... eh... ¡si! Si... claro.
Mmm... kam el es nord, nord el es kam- eli se veía bastante nerviosa, así que no creía poder hablar con ella ahora. Le hice un gesto a kam con la cabeza y luego mire a eli.
- ahora nord, debes de irte. Luego hablaremos- ella decía las palabras muy rápido, queriendo que ese momento termine.
- si... si... creó que... si
Me voy, luego hablaremos- dije esto y me di la vuelta para irme.
-un gusto conocerte kam- me lleve dos dedos a la frente y los baje como hacen los soldados, sin nada de ánimo.
¡Había recorrido todo eso por nada!
Y... ¿¡quien era es tal kam!?
Ahora solo quería llegar a casa y tumbar me en la cama, hasta el hambre que tenía ya se había ido. En ese momento Tenía bastantes preguntas en mi cabeza.
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nord
Randomésta no es una simple historia. o tal vez si, pero no para cualquier persona. ¿quieres conocerla? acompaña me a descifrar la mente de este chico. que es como todos, lleva una vida tan normal y tranquila como la mayoría. entonces, ¿que hay de especi...