No muy lejos de donde se encontraba la nueva pareja, estaba un joven que se sentía más solitario que nunca, en la casa de los gritos precisamente, recordando los momentos felices que había pasado ahí con sus amigos. Ahora Sirius probablemente este con Snape, James en la enfermería con un preocupado Regulus que solo podía significar una cosa, ojalá James no sea un tonto y le dé una oportunidad a ese chico. Y luego estaba él, aunque la poción de Snape lo había ayudado, aún tenía esa pinta de enfermo, flacucho y con esas marcas y rasguños en su piel que no se iban a ir tan fácilmente. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no noto una presencia a sus espaldas
- Así que... - dijo alguien asustándolo, cuando se giró no creía lo que sus ojos estaban viendo
- Así que qué Malfoy, que hizo que te rebajaras a venir aquí y hablar con un mestizo
- Yo... No digas eso por favor – dijo abatido – no he podido de parar de pensar en lo que dijiste
- Y?
- He roto mi compromiso con Narcissa y parece no haberle importado ni un poco, he perdido a Severus completamente porque he visto lo feliz que estaba hoy con Black, ya no tengo nada Lupin, por favor enséñame... Enséñame a ser una persona diferente - dijo rompiendo en llanto
A Lunático se le removió un poco el corazón, sabía que era una estupidez lo que estaba pensando hacer, estaba por meterse en la boca del lobo paradójicamente, podría sufrir lo mismo que había sufrido Snape, pero él se sentía igual de solitario que el Slytherin, se acercó a él lentamente y poso sus manos en sus mejillas mirando sus ojos grises llenos de lágrimas, no tuvo el valor para hacer lo que tenía en mente, en cambio lo abrazó contra su cuerpo sorprendiéndose de ser correspondido y abrazado con aún más fuerza.
Dicen que los corazones solitarios se encuentran, se decía el hombre lobo en su mente, pero no creo que este sea el caso, solo necesita lo mismo que yo, un poco de compañía por el momento.
Cuando Malfoy paro de llorar se sentaron en la cama un poco destartalada que estaba en aquella habitación, siguieron abrazados.
Lucius hizo el primer movimiento juntando sus labios con los de Remus en un suave y cálido beso, abrazando fuerte a Lupin que por la impresión no respondió de inmediato, trato de seguirle el paso al rubio y sus ojos fueron cediendo cerrándose lentamente. Unos minutos más tarde ninguno de los dos sabía quién iba ganando esa guerra de lenguas, se separaron, y sin decir ninguna palabra solo mirándose a los ojos fueron desprendiendo la ropa del otro lentamente apreciando cada detalle de sus pieles. Lucius se encargó de besar tiernamente cada cicatriz de Remus quien se dejaba hacer llevado por la excitación, el deseo y el cariño que estaba sintiendo. Tocaba su cuerpo queriendo grabar cada parte en su mente, su tacto era suave y delicado, casi con admiración. No reprimió ningún gemido cuando sintió a Lucius prepararlo antes de entrar en él, sintió bastante dolor pero tenía ansias de esto, deseo, que también podía ver en los ojos de Malfoy que lo miraba fijamente, el rubio no tardó mucho en volver a atacar sus labios haciendo que el dolor aminorara, pero ¿Qué era este dolor comparado al que sentía cuando había luna llena? Sabría acaso Malfoy con quien se estaba metiendo? Dejo de pensar cuando Lucius se movió un poco, comenzó lentamente para luego ir subiendo la intensidad de sus embestidas, el placer que sentían debía ser irreal o debían estar soñando. La situación había creado una armoniosa melodía, con sus pieles chocando en un ruido sordo, con los gemidos de Remus y jadeos de Lucius y el leve sonido de la cama. Finalizaron juntos sin nada más que decir que el nombre del contrario. Lucius salió delicadamente de Remus quedándose frente a frente recostados en la cama y lo abrazo, quizás solo fue por instinto pensó Remus, quien ahora recobraba la lucidez y se daba cuenta de lo que había hecho. Se había dejado llevar por su mero instinto animal y su constante soledad emocional. Sintió la respiración pausada de Lucius, se había quedado dormido, parecía un ángel, pero él no se podía permitir sentir nada, mucho menos con alguien como Malfoy.
Se deshizo de los brazos que lo rodeaban lentamente debatiendo si estaba haciendo lo correcto, los limpio a ambos y se vistió rápidamente, tapó a Malfoy con algunas mantas y se dirigió al castillo con un caminar lento, cuando llego solo pudo pensar en ir a su dormitorio y rogar porque no hubiera nadie para así poder estar tranquilo, solo él y sus pensamientos, sentía vergüenza de mirar a sus amigos a la cara, sentía vergüenza por lo que hizo, pero no negaba que había sido maravilloso, se sintió querido, no el amor que le daban sus amigos, sino un cariño diferente, uno que no había experimentado nunca antes. Agradeció que la habitación estuviera vacía, se bañó y volvió a recordar todo, se odio, se odio mucho por caer en ninguna provocación, se acostó en su cama luego de secarse, no podría dormir, lo sabía, pero se le caía la cara de por la vergüenza. Sintió como entraron a su habitación Sirius y James, agradeció porque no quisieran despertarlo. Olvido un poco cuando escuchó a James hablar, al fin podrían ser los merodeadores nuevamente, podrían volver a ser la familia que eran.
Malfoy se sentía confundido pero por nada del mundo arrepentido, no había esperado que pasara esto, solo tenía la intención de hablar, pero el rumbo de su visita cambio, aquello había sido único, podría decirse que a eso era hacer el amor, pero Remus se había ido, pero no se rendiría, cambiaría por él, quería volver a sentir lo que sintió, no quería que su cortísima historia terminará solo con esto, esperaba que para Remus no haya sido un simple revolcón, aunque algo de él le decía que Remus era muy puro para siquiera pensar eso.
Regulus no se había separado de la camilla de James en ningún momento desde que volvió de avisarle a su hermano, tenía su mano sujetando la de James, que estaba huesuda y fría, ¿que habrá sido aquello que le dijo? Porque le había pedido disculpas?
Quería pensar que se refería a como lo había tratado siempre, pero había algo más en la desesperación con la que pronunció aquellas palabras que delato que no era por eso. Era todo tan raro, el comportamiento extraño de James, no podía justificarlo ni por más que lo pensará, era ilógico, alguien le pudo haber lanzado el maleficio Imperius, pero quién? Sinceramente no creía que ese fuera el caso, James era un excelente mago, pese a su corta edad.
Esa capa, algo raro debía tener esa capa, nunca había visto o leído acerca de algo así y él sí que sabía de ciertas cosas oscuras teniendo la familia que tenía. No pudo mantener su otra mano quieta y se aproximó a tocar el cabello de James. Cómo podía gustarle tanto? Le gustaba desde el primer día que lo vio, a veces sentía tantos celos de su hermano por poder abrazarlo, hablar con él, contarse sus cosas, ser amigos, él hubiese dado todo por ser amigo de James.
- No soy de vidrio como para que seas tan delicado - dijo James despierto apretando su mano, aún estaba flaco y pálido, tenía cara de cansado y ojeras. Regulus intentó soltar su mano pero James no lo dejó
- Cómo te encuentras?
- Bien, no recuerdo mucho pero estoy bien, y tú? tienes cara cansada, no me digas que te quedaste aquí toda la noche- dijo entre risas, pero al ver que Regulus bajo la cabeza le confirmó todo
- Regulus en serio tu... - dijo sentándose en la camilla - Porque?
- No lo se
- Si lo sabes, es que no lo entiendo Reg, no nos odiamos? - Regulus se sonrojo un poco y ya estaba todo claro para James, el hermano de su mejor amigo estaba enamorado de él. - Regulus yo...
- No digas nada - lo corto- no es necesario
James no sabía qué hacer, nunca se le había pasado por la cabeza que Regulus pudiera sentir algo por él. Con suerte se miraban o se dirigían la palabra
- Dónde están los chicos? creo que debemos hablar
- Pues...
- Pues qué? - dijo enarcando una ceja
- La verdad es que no se si debería decirlo
- Dilo - demandó
- Esta bien, pero si te cuenta has como que no sabes - James asintió - Bueno, en estos días que tu no estabas y todo eso, pues Sirius y Severus se han hecho algo así como amigos
- Algo así? Sirius y Snivellus?
- No le digas así! es mi amigo!
- Bueno lo siento - dijo con una mueca- pero como es eso de que algo así?
- Pues que se gustan - lanzó de una, James soltó una carcajada bastante sonora
- Es verdad! - soltó furioso - ahora están en una cita, sino porque no está aquí contigo eh?
James paro de reír abruptamente, tenía razón, dónde más estaría?
- Ellos... - hizo un gesto obsceno con las manos
- Estas hablando de mi hermano y dé mi amigo controla tus hormonas si?, pero no tengo idea
- Y Remus? donde está Remus?
- Vino temprano cuando dormías, pero se veía algo decaído entonces le dije que mejor fuera a tomar aire, si quieres lo voy a buscar - dijo levantándose de su asiento
- No! no te vayas, por favor no te vayas - dijo sujetando la mano de Regulus
- Esta bien - Regulus se sentó nuevamente
- Gracias Reg - El mundo se detuvo para Regulus, James le había dado un cortito besito en los labios, su primer beso, dado por el chico del que estaba enamorado hace mucho mucho tiempo. Siguieron hablando de muchas cosas, como nunca antes lo habían hecho, James se sentía cómodo con Regulus a su lado, y Regulus aunque estaba nervioso mantenía las conversaciones con él. La enfermera los interrumpía de vez en cuando dándole unas pociones a James que sabían asqueroso pero lo hacían sentir bien.
Eran casi las 9 de la noche cuando la puerta de la enfermería se abrió dejando ver a Sirius muy feliz
- Aun aquí Regui? Si no te conociera diría que te gusta James
Regulus se paró muy rápido murmurando un nos vemos luego, iba con la cabeza gacha para ocultar el sonrojo que sólo James alcanzó a ver
- Como estas amigo?
- Yo bien, como estas tu es la pregunta, tu amigo de la vida, tu casi hermano, está medio muerto en la enfermería y tu estas desaparecido
- Lo siento James, es que tenía una cita...
- Una cita? El gran Sirius Black en una cita? Ese es un buen chiste – se hizo el sorprendido
- No es un chiste James- dijo serio como pocas veces
- Y quien es la afortunada? - Si Regulus decía la verdad su amigo estaría con Snivellus
- No es chica
- Puedes decirlo luego Sirius
- Cornamenta prométeme que no te enfadarás, que no te vas a volver a distanciar y no te escaparas de mí...
- Lo prometo Sirius
- Estoy saliendo con Snape
Un silencio se mantuvo en la enfermería, Potter no le había querido creer a Regulus cuando le dijo y esperaba que estuviera mintiendo. El silencio lo rompió la enfermera quien les dijo que James ya se podía ir pero tenía que alimentarse como es debido. Con ayuda de Sirius para levantarse, se encaminaron a los dormitorios
- No me dirás nada James? - preguntó con pena. Luego de un largo silencio James respondió
- Ya lo hicieron?
- Te estoy contando algo importante y tú me preguntas si ya lo hicimos?
- Sí - dijo encogiéndose de hombros
- Pues aun no - dijo Sirius, entraron a los dormitorios donde ya se encontraba Lupin acostado "durmiendo" pero decidieron no molestarlo, ya podrían hablar mañana.
Se sentía una tranquilidad en el ambiente, aunque estuvieran dormidos se sentían seguros porque su amigo había vuelto con ellos.
Sirius y James extrañamente despiertos antes que Remus, se tiraron en la cama de este último para despertarlo
- Hola! – Dijo James frente a Remus que tenía sus ojos abiertos pero no había emitido ninguna palabra – Tú tampoco estás feliz de verme?
- Como que tampoco Cornamenta no seas puto – Sirius hizo una falsa cara de enfado mientras Remus se enderezaba
- El puto aquí es otro – Dijo James, los colores de la cara de Remus se habían ido, acaso se había enterado de algo? – Sabías que Sirius está con Snivellus?
- En serio? – dijo Remus mirando a Black, quien asintió – sin bromas?
- Soy el más serio en esto- dijo riendo- entendieron? El más serio
- Deberíamos ir al comedor, la falta de comida lo pone estúpido
- Si yo también lo creo – concordó Lunático con Cornamenta.
ESTÁS LEYENDO
Giros Inesperados
FanfictionTodos los personajes pertenecen a J.K. Rowling Época de Los Merodeadores (Créditos de la portada al artista) James Potter de 16 años se encuentra con una escena en la biblioteca que le dará vuelta a su vida.Obstinado en seguir maltratando a Snive...