1.-

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- Cuando las palabras indicadas hacen memoria en ti, te das cuenta que no valoras las cosas.-

Mi celular comenzó a vibrar

-¿Si?

- ¿Estás en el aeropuerto?

- Si, justo estoy apunto de tomar el avión.

- Muy bien, querido compañero, nos veremos pronto.

- Claro que si, hasta luego.

- Hasta luego. - Ella colgó y guarde mi celular para posteriormente dirigirme a la terminal 32.

Que disfrute su viaje — Aquella muchacha me dedico una dulce y cálida sonrisa.

— Gracias— Me dirigí al avión. - No hay vuelta atrás- Entré en este y me senté en el lugar indicado por el boleto.

72 horas de viaje, para al fin llegar a casa.

Me dormí un poco.... eso creo ... teniendo una pesadilla, la misma de hace seis meses.

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>Seis meses atrás <

Lenny ~— Mamá me habló para desayunar, como todos los días con ese estupido apodo.

— si— Di una mordida a mi tostada. — Mamá... se acerca la fiesta de la escuela  y quería saber si podrás ir. — La mire, estaba de espaldas, su largo cabello le llegaba más abajo de las caderas.

—  No lo sé hijo... en la empresa hay mucho trabajo. — Soltó un suspiro — Veré si puedo escaparme de ahí ¿vale?

— Vale. — Terminé de desayunar y me dirigí a la escuela, hoy era miércoles, lo que significa que no tenía las dos primeras horas y podía llegar hasta las 9:00.

El día en esta fue corto y aburrido ... muy aburrido.

Llegue a casa, mamá (como suponía) debería estar trabajando.

Salí a comprar un poco de pan y café, para cuando volví a casa el cartero se encontraba fuera de esta, me extrañe pero no le di importancia, me entregó un paquete para mamá. Lo deje en la sala y fui a mi cuarto, como siempre me dediqué a escuchar música.

Mamá llego en la madrugada, me di cuenta porque fue a mi cuarto y me regañó por estar recostado frente al computador.

Recordé el paquete e inmediatamente se lo entregue, su reacción no fue la esperada, pues al ver el nombre del remitente, lo arrojó al suelo, me dijo que fuera por mis cosas y ella fue a sus cuarto, hice lo que me pidió, no entendía nada.

Salimos literalmente corriendo de casa y nos dirigimos a un hotel, pero había algo extraño, una camioneta negra siguiéndonos.

En momentos así solo puedo pensar que es como una película de acción, donde el padre y madre viven separados, pero este busca al hijo para que sea el futuro presidente de una compañía. Pero papá murió, y mi vida no es nada como eso.

Nada Es Lo Que Parece. &gt;Sólo Negocios. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora