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Llegamos hasta casa. Donde pase 4 meses, los mismos de entrenamiento.

— pues .... creo que todavía no han llegado. — revisamos todos y cada uno de los cuartos, pero nadie se encontraba ahí.

—¿ y Marta? — hace tiempo que no la veo y le quiero saludar.

— Me envío un mensaje, fue a por cosas para la comida.

— Okey.

— bueno... ve a instalarte, tu cuarto está intacto, así que acomoda tus cosas.

— gracias. — me dirigí a la escalera y pronto llegue a mi habitación me tumbe en la cama.

Dormir nunca es suficiente.

Supongo que una ducha me hará bien.

Puse la regadera, ¡oh! Parece que han agregado una tina de baño.

Llene la tina luego de cerrar la regadera. Este baño será un poco más largo ~

Me desvestí y metí en esta.

Como estar en el mar ~.

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— Bien, hoy es tu primer día, no les pondrán a hacer nada, pero no podrás volver a casa hasta los fines de semana. ¿Seguro qué quieres hacer esto? — mi tío me tomaba de los hombros y con su mirada podría asegurar que no le gustó mucho la idea de que me anotara.

Pero estaba seguro, si mamá hizo esto por mí, yo también quiero hacerlo por alguien más.

—si.

—ten un buen viaje. — tome mi mochila y una valija y me subí en aquel camión de colores grises.

Como si fuéramos reos.

Hace un mes que llegue a casa de mi tío, donde me puse al corriente sobre todo lo de la empresa, hace un par de semanas que me anoté en "reclutas" para recibir entrenamiento y ser parte de la O.F.A. nunca me gustaron los trabajos fijos, de oficina, así que me dirigiré a "campo", donde nos envían a hacer las misiones, algo así como el ejército de los humanos.

Al principio creí que era para puras personas como nosotros, pero luego me di cuenta que también habían humanos.

¡Que eran agradables!

Pasaré aquí cuatro meses, si avanzo rápido, si no, pasare más tiempo.

Aunque antes de esto, tienen que hacerme un examen ¡odio los exámenes!

Bueno ... supongo que se necesitan para todo.

Pasamos unas horas en el camión, cuando nos bajamos me di cuenta que era algo así como una carcel.

Habían mujeres y hombres, claro que nos separaron por sexo, pero no por especie.

Aparte de nosotros habían 7 camiones más, con gente, obviamente.

Nos dirigieron a algo así como sala de audiencia.

Nos dieron la bienvenida y nos retiramos a nuestros cuartos.

Nada Es Lo Que Parece. >Sólo Negocios. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora