Holaaaa de nuevo!! Acá les traigo un nuevo fanfic, sobre Corazón de Melón.
Esta historia será puramente Bl y Gl! Así que si no les gusta pueden ver hacía otro lado y no critiquen.. Ya están advertidos/as!
Bueno y para los que si les gusta este géner...
Un grito desde el fondo hizo que todos los presentes se dieran vuelta hacia el grupo de chicas donde estaban Priya, Ámber y los demás.
Priya miraba furiosa a una Charlotte que al parecer, se atrevió a agarrar a Ámber de los pelos, y las dos peleaban en el suelo, intentando ser separadas por Priya y los presentes.
-¡¿Pero qué demonios están haciendo niñas?!- Grito la directora furiosa roja de la rabia, con su perro en brazos, al acercarse a las dos jóvenes todas golpeadas.
-La loca esa saltó de la nada y comenzó a golpear a mi mamá- Musitó furioso Jairo.-Encima empujo a Azula provocando que llorara y se asustara mucho- miro a su hermanita que estaba siendo abrazada por Tania pero no lo conseguía muy bien.
Ámber al ver que la pequeña de ocho años seguía llorando, se soltó de su hermano que la agarraba de la cintura para no golpear a la que supuestamente era su amiga, fue con la pequeña limpiando antes su rostro y abrazo a la niña acariciando sus cabellos y espalda.
-Tranquila princesa, no llores, sé que la chica mala te asusto y empujo pero las niñas lindas no lloran, sonríe que te vez más bonita ¿sí?... Bien así, te vez mucho mejor con una sonrisa- Todos miraban sorprendidos a la rubia, nunca pensaron que podía comportarse tan, dulce y amable con alguien, aunque este alguien fuera una niña de ocho años. Era como ver a otra persona y no a la Ámber que todos conocían, hasta el propio Nathaniel se asombró al ver a su hermana actuar así.
La directa con los profesores se llevaron a la castaña del lugar mientras la enfermera a curaba a Ámber quien no soltaba a la pequeña Azula, aunque haya dejado de llorar y se quedará dormida entre sus brazos.
Todo se quedó en silencio... por un minuto ya que los murmullos comenzaron entre todos los estudiantes dentro del gimnasio.
-Bueno, como todos estamos acá y la loca se fue es nuestro turno de presentarnos- Dijo uno de los encapuchados, acercándose todos los que aún no se presentaban frente al pequeño escenario, siendo observados por todos los alumnos.
El que hablo se quitó la capucha dejando ver a un joven alto muy bien parecido, de cabellos rubios y de ojos amarillos un tono claro, muchas chicas y chicos suspiraron al verlo, ya que era muy apuesto y su sonrisa era relajante y amable, era alto, el más alto de todos los que estaban ahí parados, los que eran más chiquitos estaban tomados de la mano de los mas grandes.
-Mi nombre es Marco, tengo veinte años soy el hijo mayor, era un excelente estudiante y también el delegado, como pueden ver ya termine la escuela y estoy estudiando abogacía, pero eso no quita que me divierta con mis amigos... me gusta tocar la guitarra, no estoy en la banda con los chicos sino como solista porque si, gracias a mi tío Lysandro, se cantar el me ayudó mucho...- miro al mayor bueno, a su joven tío que lo miraba sorprendido antes de sonreírle de nuevo. –Se pueden dar una idea de quién puede ser mi padre pero el último de mis hermanos sí, tengo hermanos, dirá quiénes son nuestros padres...- Menciona al ver como el gimnasio se llenaba con otros alumnos a los cuales debieron explicar todo de nuevo para que entendieran lo que sucedía, como al principio muchos shock, desmayos y demás ocurrieron.
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