Diario De Una Alma Suicida.

Verdaderos Amigos

Al amanecer, habia logrado consiliar el sueño. Almenos un par de horas. No estaba tan mal, despues de todo. Mire la hora y eran las 8:15 am.
Vi como mi madre. Habia bajado a verme para darme un medicamento que habia recetado el doctor.
Eran unas pastillas para la memoria y otras para el estres.. Ademas de algunos antidepresivos.
Tome mi dosis. De la mañana. Y me dijo que en unos minutos el desayuno estaria listo, asenti con la cabeza y volvi a la cama. Mirando el techo. Encendi la tv solo para llenar el vacio del silencio. Mientras pensaba en los del diario, y las pesadillas que habia tenido.
En eso, sono mi telefono. Era un numero desconocido. Conteste y era la voz de una chica.
—Hola, haszael eres tu?— La voz de la chica era suave y tenia un tono serio. Pense que habia sido obra de mi otro yo, y que ella llamara cuando despertara. Deseche esa idea. Era ilogico.
—Si hola, quien habla??— Hizo un suspiro de alivio. Parecia que estaba preocupada
—No me recuerdas quien soy—.
—no, lo siento mucho—.
Su voz se apago por un instante, se sentia extraño esta sensacion. Como podias sentirte mal. Por algo. Que no sabias.
—ya veo, bueno. Mi nombre es giovanna. Queria saber como estabas, y si podias recibir visitas—.
Su voz ya no era la misma. Ahora era un poco mas fina. Y fria. Como si, todo se hubiera caido.
—Si, estoy en casa. Y si puedo recibir visitas. Sabes donde vivo?—
Ella tomo una risa, como si hubiera contado un buen chiste.
—Si, yo se donde vives. Llegare al medio dia. Nos vemos—.
Con eso y sin poder preguntar nada mas. Colgo...
Me levante y le dije a mi madre. Que vendria una chica. Ella me dijo que si, que a que hora. Le dije que al medio dia. Ella sonrio, como si la esperara. O supiera quien era.
Despues de eso, me llamo para desayunar. Me levante de la cama. Y sali a desayunar. Con ellos.
Aunque estaba intrigado, mis padres comenzaron a preguntarme del pasado. Si sabia donde habia estudiado. O que habia pasado. Les decia que no, no recordaba muchas cosas.
                            ...
Llego el medio dia. Y aparecio una chica en la entrada de mi casa, era bonita. Tenia el cabello castaño, ojos claros. Su altura de pasaba del 1.70 mts. Y su sonrisa como niña en navidad, me decia que estaba muy feliz de verme; por un segundo, me paso a la mente que ella era mi pareja. Pero en el momento de saludarla. Solo levanto la mano, y sonrio. Eso me hizo pensar que no eramos mas que amigos. Paso y entramos a mi habitacion. Comenzamos a platicar. Y le hice algunas preguntas que ella respondio con toda formalidad. Pero...
Llego un punto, donde la conversacion. Ya no fue amena. Ese punto fue cuando ella, me pregunto por el diario. Y si ya lo habia encontrado.
Sus palabras me dieron un ataque, no sabia eso. Segun mi otro yo. Solo el y yo. Sabiamos de eso. Y nadie mas.
Esto era extraño. Algo no estaba bien. Pero me tranquilize y le pregunté.
—Como es que sabes sobre el diario— mi cara era un mar de dudas.
—Hace mucho lo descubri por error te vi haciendolo en clase un dia. Y no te dije, tenia miedo y mejor me quede callada—.
Su voz era sincera, fria pero sincera.
—Solo vine a despedirme, mañana me ire de la cuidad y no se cuando regrese. Pero queria darte esto—.
Era un album de fotografías, habia algunas mias. Y otras de ella. Tambien una fotografia donde yo aparecia con una chica. Era muy linda. Asi que le pregunte por la chica de la foto.
—ella es tu exnovia—. Era la primera vez que veia su cara. Pero me sentia pequeño, raro. Como si toda mi vida ya no valiera nada. Esa fotografía era la primera parte de esto.
Al finalizar ella se fue me dejo el album. Y no volvi a verla. Y no tenia su número. Para hablar con ella.
Talvez ella es lo que llaman verdaderos amigos.