Capítulo 1

3 0 0
                                    

CAPÍTULO 1.

Miro por el window, y ahí está él, bajo la lluvia, un día de invierno, sentado en el escalón de la puerta de mi casa, borracho como una cuba. En el fondo me da mucha pena, pero lo que me ha hecho es imperdonable. Los últimos meses han sido increíbles pero mi sentido de la negatividad ya me estaba repitiendo una y otra vez que todo no podía ser tan bonito. Que algo tenía que fallar tarde o temprano. Y ese momento había llegado. Como hemos podido llegar a esta situación.
Vuelvo a mirar por la ventana y le veo con el móvil haciendo algo, me acerco para ver que es y veo que está viendo fotos de nosotros; en su casa, en la mía, en el parque... Todo era muy bonito hasta que llegaron ellos y lo estropearon. Me da mucha pena así que le caliento un plato de sopa en el microondas y se lo doy, y luego cierro la puerta sin dejarle hablar. Cuando se lo ha terminado salgo a recogerlo y veo que está tiritando de frío así que le saco un par de mantas. Pero esté como esté no entrará dentro conmigo. Ya ha pasado un año y medio desde nuestro comienzo el día del concierto en el 'Madison Square Garden'.

- Eres más rata que tu madre...- me dice mi padre mientras lee el periódico en el butacón frente a la chimenea.
Le asesino con la mirada. Bajo la cabeza y me siento en el sofá.
- Papá... ¿Alguna vez has sentido que te han engañado?
- Si, por ti todo el tiempo. - dice mi padre sonriendo.
- No, enserio papá. Me siento traicionada. Lo ha hecho a mis espaldas cuando sabía que yo no quería y ahora soy la cornuda del país.
Mi padre fue cambiando su semblante burlón poniéndose muy serio.
- No cariño, nunca me he sentido así. - me dice dejando el periódico y levantándose para sentarse a mi lado.- En realidad tu situación es muy peculiar. Sólo unas pocas personas saben la verdad de toda esta historia. ¿No crees que estás dramatizando mucho todo esto?. ¿Por qué no hablas con Justin y con la prensa e intentas aclarar todo lo ocurrido?
- No tengo fuerzas para ello. Además, ¿quién me va a creer teniendo fotos de ellos dos juntos?-digo muy triste- Estoy agotada. El día de hoy ha sido demasiado largo.
- Buenas noches entonces. Descansa -me dice mi padre dándome un beso en la frente.
Y mientras él se vuelve a sentar en el butacón yo miro desolada hacia la ventana. Me acerco sigilosamente y miro a través de ella. Justin seguía ahí sentado. Tapado con mi manta. La luz de su móvil alumbra su cara. Veo como sus dedos escriben sin cesar. Aquel texto tan largo solo puede ser dos cosas: una carta o una canción. Descarto la primera opción porque ya me había escrito demasiadas. Todas están en un cajón de mi mesita de noche, un cajón que no quiero abrir. En todas ellas me dice lo mismo: cuanto lo siente, cuanto me quiere, que no quería haberme mentido... Mierdas varias.
Que fina eres algunas veces... No estoy de humor para que me regañes... Soy tu subconsciente así que sufro lo mismo que tú. Sabes que tarde o temprano tendrás que hablar con él. Es más, mañana mismo le verás en el estudio y entonces qué... ¿cómo vais a trabajar si no le miras a la cara? No tenía pensado ir mañana. Voy a dejar la grabación. Hay mucha gente cualificada para hacer el trabajo. Además, dentro de 8 meses ya no podré ocuparme de las cosas del estudio, entonces tendré otra cosa más importante de la que estar atenta en todo momento. Tienes que ir. Mañana es 22 de febrero. Es la presentación del primer single de su nuevo álbum. Además, sabes que la grabación es una excusa para estar más tiempo con él. Tenéis que hablar del tema. Sabes que te mueres por saber porque huyó así el día que le dijiste lo de tu embarazo. Ya lo creo... pero aún así no quiero a ir. No voy a perdonarle. La ''cena de negocios'', como dice él, es una mentira para que no me crea que me va a dejar con el marrón del bebé. Me mintió cuando me dijo que siempre estaría a mi lado. No vayas como novia, sino como representante de su discográfica. No me recuerdes que tengo que ir a la radio con él. No quiero. Ya lo sé, pero tienes que hacerlo. Vas a ir. Me lo pensaré, pero mañana por la mañana. Ahora cállate. Necesito dormir y olvidar este día. Este día quedará en tu mente grabado para siempre, igual que el día que Justin se enteró de que iba a ser papá.
Con esa última frase de mi subconsciente dándome vueltas me encamino a mi dormitorio parpadeando rápidamente para no volver a llorar. Nunca pensé que pudiera segregar tantas lágrimas. Con Justin estoy experimentando todos los sentimientos posibles, desde el más feliz hasta el más triste o el más doloroso, todos sentimientos extremos. Llegaba a mi límite una y otra vez.
Ya en mi dormitorio abro la ventana para que el aire de mi habitación se purifique y entre el frescor de la lluvia y ya que estoy para echar un vistazo a, el que había sido y es, el amor de mi vida. Sigue ahí abajo alumbrado por su móvil. Se me saltan las lágrimas. Hemos pasado mucho juntos y ahora todo se está perdiendo por una estúpida decisión. Me pongo el pijama y me meto en la cama. Mi almohada empieza a mojarse por mis lágrimas. Intento conciliar el sueño pero escucho el crujir de una rama del árbol que estaba frente a mi habitación. Me giro rápidamente teniendo la esperanza de que fuera él, pero no está ahí. Me quedo escuchando atentamente. Y oigo algo sí, pero no es ningún árbol, a no ser que estos hablen, son las voces de mi padre y de Justin. Me levanto de la cama y me siento en el suelo justo debajo del marco de la ventana. No sé si quiero oír lo que están diciendo. Las heridas son demasiado recientes. Pero antes de darme cuenta ya estoy escuchando la conversación. Espero no arrepentirme.

Algo se cuece aquí Where stories live. Discover now