16. Tal Vez sea la Solución

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Las piernas le temblaban, su cabeza le daba vueltas, sus ojos estaba llenos de lágrimas y sentía la garganta seca.

Las palabras del hombre mayor lo afectaron, mas de lo que creía. Su corazón había dejado de latir o al menos eso sentía, solo miraba, miraba con atención los ojos grises azulados que le decían la verdad, quería encontrar algo. Algo que le indicara que solo estaba bromeando, que solo le mentía, pero no había ese algo.

El adulto suspiro resignado, también le dolía, no lo negaba, pero no se perdonaría que por un descuido Eren saldría lastimado, quería evitar a toda costa verlo bajo peligro y si era necesario matarlo, lo haría.

—Levi...— al fin, Eren puedo decirle algo, pero de inmediato las lágrimas lo inundaron.

—Eren, esto tiene que acabar, no podemos seguir, si nos descubren nos van a...— no podía decirlo.

A sus treinta años de vida, había visto muchas parejas ser condenadas a la muerte, por infieles o por tener una relación con alguien de su mismo sexo, y él no quería estar en esa situación.

—¡Lo sé!— el grito alertó al mayor, sabia como Eren se descontrolaba, sus impulsos no lo llevarían a nada bueno —Lo sé, se lo que le pasa a estas personas, lo he visto.

—Entonces, Eren, reacciona, no debemos ser descubiertos.

Levi se estaba cansando, sus dolores y la desesperación no eran muy buena combinación, unas inmensas ganas de golpear a Eren le estaban entrando, pero tuvo que contenerse.

—¡Escapemos!— la idea de Eren salio a la luz.

Ya llevaba alguna horas pensado en un escape con su amado, pero la última palabra la tendría Levi.

—¿Estas loco? Eso es una mala idea.

—¿Por qué?

—Aunque escapemos ¿a dónde iríamos? Yo... yo...— ahora él era el que se quedaba callado.

Podía tener experiencia en el campo de batalla, sabia lo que era no comer adecuadamente, pasar fríos y sobrevivir a heridas por varios días, pero no se sentía capaz de dejar una vida a la cual ya estaba acostumbrado.

—A ver Eren, según tú, nos vamos ¿a dónde vamos a vivir? ¿de qué vamos a vivir? Yo no se hacer otra cosa mas que matar a personas, no se ni siquiera hervir agua, no sabría como mantenerte, como llevar el dinero a la casa, no sabría hacer un buen...

En la cara de Eren se mostró una gran sonrisa, sabia perfectamente la palabra que le diría Levi, <Un buen esposo>

—Tranquilo Levi, leí que hay un lugar lejano,  un lugar donde hay una gran cantidad de agua a la cual llaman mar, donde hay peces que se pueden comer, hacer una casa, cerca de ese mar y comer todos los peces que queramos, yo haría la comida, yo te cuidaría, yo seria una grandiosa...— bajo la mirada, su cara sonrojada le decía todo a Levi, pero aun así Eren termino la frase —una grandiosa esposa.

—¿Y sino encontramos ese mar que dices?

—Pues sigamos buscando, no hay que perder las esperanzas, además del mar hay muchos lugares en este mundo, podemos ir a donde sea, a un lugar donde nadie nos conozca e iniciar de nuevo, vivir nuestro amor libremente.

—Pero si nos descubren nos acusaran de traición al rey.

—Que necio es señor Sargento, se que podemos escapar, yo lo sé.

Levi miraba con atención los ojos verdes del niño, tenían un brillo, estos reflejaban esperanzas, su sonrisa le daban paz, con un suspiro se resignó, no podía contra ese niño, el primer niño que lo desafiaba y lo desobedecía, pero aun así lo amaba mas que a nada, mas que a su difunta esposa Petra.

—Esta bien, escapemos juntos.

Eren no resistió la felicidad que se le lanzó encima, su sonrisa lo decía todo, había logrado su cometido, y no dejaría que Levi se echara para atrás.

—Muy bien mocoso, ahora vamos a planearlo, ¿cómo escapar de aquí?

—Si sargento— Eren coloco su puño derecho sobre su corazón.

•°•°•°•°•

El medio día llego, el calor de verano invadía la casa, los pocos habitantes de la mansión Ackerman se encontraban en el comedor, el silencio incómodo los invadía, Farlan solo miraba a Isabel, la cual compartía miradas de complicidad con Mikasa y Eren con Levi.

Cada uno con pensamientos diferente e ideas sin sentido. Hasta que Mikasa rompió ese momento.

—Eren MI AMOR- remarcando aquel título, miro a su hermano, aunque aun no creyera sobre su relación a escondidas, tenía que poner en claro lo que era suyo y Eren lo era. —Hoy vamos a comprar algo para nuestro futuro bebé.

Levi sintió como la comida se le atoraba y Eren sentía las ganas de gritar.

—¿Cuál... cuál bebé?

—Ay Eren, pues el que vamos a tener próximamente, no creas que no vamos a tener hijos, yo quiero hijos.

—Sí, muy buena idea Mikasa, se dice que entre mas rápido tengan hijos su matrimonio dilatara más y serán mas unidos— Isabel apoyo a Mikasa, ambas sabían lo que ocultaban aquellos hombres, y no los dejarían seguir.

—Se me fue el hambre, con permiso.

Levi salio de la habitación con ganas de matar a las dos mujeres, y mas a su hermana, ahora mas que nada quería irse se ese lugar antes de que Eren fuera violado por Mikasa, no soportaría la idea de saber que seria tío.


—¡No Mikasa! Yo no quiero hijos, no... no por ahora— no se le hacia mala idea tener hijos, pero con Levi, cosa que seria muy difícil, los hombres no podían tener hijos, pero si pudiera, seria el hombre mas feliz del mundo, saber que algo crece adentro de él, algo que fue hecho con amor.

—¿Por qué no Eren?— preguntó Mikasa.

—A penas tiene día y medio la muerte de mi madre y tú ya quieres tener hijos, al menos esperemos el tiempo de luto ¿no crees? Ya no tengo hambre.

Y al igual que Levi, se levanto y salio de la habitación, le dolía tener que poner a su madre como escusa pero no tenía de otra.

—¿Ahora qué hacemos Isabel?— Mikasa no quería perder a su esposo, y tal vez Isabel seria una buena consejera.

—No lo sé.

Y las esperanzas de Mikasa desaparecieron.

—¿De qué me perdí?— pregunto Farlan.

—De nada— hablo Isabel, sabía que si le contaba algo, Farlan no dudaría en decírselo a Levi.

Ambas mujeres habían decidido no acusarlos ante la iglesia, ambas perderían al amor se sus vidas, pero ¿cómo separarlos sin irse a lo extremo?

Tal vez no se les haría fácil pero lo lograrían.

Ahora era una guerra, un amor prohibido o el amor permitido, nadie sabia que sucedería pero ninguno se iba dejar vencer.

El Esposo de mi Hermana [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora