Two

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La carrera estaba por comenzar, la noche fría ayudaba a bajar el calor que tenia debido a sus nervios. Alaska apago su cigarrillo y subió a su auto.

No pueden enterarse.

No pueden enterarse.

El casco, ese traje ancho, los guantes escondían a una bella y peligrosa mujer la cual amaba las carreras ilegales.

La adrenalina en su cuerpo, el éxtasis de la velocidad y el viento chocando en su cara era una droga para ella.

Nadie podía enterarse de que era mujer.

Era la mejor corredora de allí.

Pero era mujer.

No la iban a aceptar si se enteraban.

El nerviosismo que cada noche sentía al ver que alguien se le acercaba era inexplicable y después de 3 años de correr, aun no lo vencía.

"Hey Matt" Matt. Ese era su nombre allí. Comenzó a sudar a percatarse de que Tom, uno de los que frecuentaba el lugar, se acerco a su ventanilla. "¿Listo para correr viejo? Tsk, de aseguro ganas como siempre."

"Jajajaja claro." Hizo la voz mas gruesa que puedo haberle salido, el cigarrillo ayudaba a que sea mas ronco, pero no demasiado. "Yo siempre gano."

Tom lanzo una carcajada y se alejo de allí, ella respiro profundo y alejo el pensamiento.

La carrera iba a comenzar.

Encendió el motor de su Mustange y lo hizo crujir un poco. Amaba ese auto, su padre se lo regalo a sus 16 años, era lo mejor que conservaba de el.

Aceleró al máximo cuando vio la bajada de banderas, ella iba a ganar.
Algún día le mostraría a todos esos imbéciles que una mujer les había ganado.

La carrera no tenia una pista tan solo eran las calles de la ciudad de Ohio así que tenia que tener los ojos bien abiertos. Ni tampoco tenia un mapa, podías pasar por donde quieras pero debías superar los 400km. Nada de atajos fuertes.

Un auto estaba a su lado era ese tal 'Sam' del que todos hablaban, decían que podía ser su competencia grande.  Pero eso no iba a ser asi.

Tomo otra ruta que conocía bien, era la calle del parque que frecuentaba, iba festejando a una victoria hasta que algo o alguien se entrometió.

Freno de golpee el auto casi se vuelca, con un par de volantazos puedo restablecerse. Con furia bajo del auto y no le importo quien allá sido.

"¡Fijate por donde vas!" Vio a una chica, mas bien parecía una niña. Tenia un vestido de gala con unos tacones altos, ojos llorosos y un corazón que latía a salirse.

"Yo lo siento no vi que venias" La desesperación en su voz y el titubeo al hablar la irritaron mas. Gruño y volvió a subirse al auto, la esquivo y continuo con la carrera.



Repitelo [Book 1] LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora