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Me levanté temprano aquella mañana, una hora antes. Planché mi cabello y me maquillé con un tutorial que había visto en Youtube. Había practicado mucho la tarde de ayer.
Mi cabello largo y ondulado, había pasado a ser lasio totalmente y mi cara con el maquillaje, lucía mas perfilada y mis ojos aún mas castaños y grandes.Sin duda estos sobresalían .Mi culo se veía redondo con aquella falda y mi cintura se marcaba notablemente con aquella blusa y blazer encima. Lucía tan estilizada y nisiquiera yo me reconocía en el espejo.  . Mis labios rojos, parecían una fresa muy madura y ahora faltaba la actitud. Necesitaba un poco mas de sonrisas y un poco mas de soltura, (todo el tiempo era un personaje serio que escasamente hablaba, pues no quería lamer el culo a nadie). Debía conseguir mas atención de aquel hombre. Estaba mal o bien lo que estaba haciendo? no lo sé, solo quería un poco de acción en mi vida y un poco de sexo, y quería que fuera con alguien que realmente me excitaba.

Aquella mañana me puse los audífonos y la primera canción que sonó fue mad hatter de melanie martinez. Era justo la canción que pegaba en ese momento. Me sentía sensual y guapísima. Mi mama me pidió que tuviera cuidado. Yo le dije que tenía que ir asi porque en el trabajo me lo habían pedido. Mi mama no era tonta, ella sabía que mi cambio se debía a algun hombre.

Cuando entré al hotel, todos voltearon a verme, e incluso Ronald el portero silbó. Cuan bien me caía ese chico. 

-Eres tu Claudia?- me preguntó uno de los recepcionistas

- Si, soy yo. Siempre viene bien un cambio- Dije, guiñandole un ojo

Fuí a marcar mi hora de entrada y me dirigí enseguida al restaurante. Todos los meseros, se quedaron con la boca abierta. NO podían creer que la persona que entraba al restaurante era yo. Con el uniforme, simplemente lucía como otra. 

-Vaya hija, que te paso!?- preguntó Giovani, uno de los meseros que era gay.

-Nada, solo me puse el uniforme del hotel- dije riéndome

-Te ves super guapa eh- dijo con mucha sinceridad

-Gracias Giovanni- dije

Vaya, era otra, (todos volteaban a verme) me sentía otra. Estaba empezando a agarrar confianza. Pero estaba nerviosa de verlo, estaba nerviosa de que mi cambio no le importara (ahhhh que mierda, dije a mis adentros, si no le importa, me valdra verga!, me follaré otro y listo!) Bueno, la verdad era que yo quería que fuera con el. Y si le gustaba mas como la Claudia de ayer? (ahhhhhh que mierda, no me importa!) como luchaba conmigo misma, pero la verdad es que estaba nerviosa de verlo y de ver su reacción a mi cambio de look.

Eran ya las 7 de la mañana, y no habían muchos huespedes. Era sabado. Y solo habían bajado dos huespedes, los cuales, se habían ya marchado. Estaba anotando algo en la lista de los nombres, cuando el apareció por la puerta. No cargaba su uniforme y vestia una camiseta blanca, un pantalón negro y zapatillas. Tragué saliva. Me vió antes de subir las escaleras, sonrió y comenzó a pisar los escalones uno por uno, lentamente. 

Los meseros estaban comiendo algo del buffete (siempre lo hacían cuando no habían huespedes) y el cuando llegó al segundo piso donde yo estaba, se dió cuenta de eso. 

-Buenos dias señor Rodrigo- dije mirándolo a los ojos -su habitacion es la 117 verdad?.

-Si guapa, esa misma- dijo quedándose parado en frente mio

Por que diablos no se iba a su mesa. Comenzaban a temblarme las manos. 

-Me sirves un café por favor?- dijo con una sonrisa que poco mas y me mataba

Me miraba desde su mesa, lo sentia. No me equivocaba, el sentia Algo por mi: atraccion. Y creo que mi cambio de look habia funcionado de alguna manera.

Agarre una de las Jarras con cafe que habia cerca de la Mesa de los cubiertos y con todas las miradas encima de los meseros, me dirigi a la mesa donde estaba ese hombre que me encendia hasta la particula mas infima de mi cuerpo.

-Senor Rodrigo, su cafe- dije sirviendole con delicadeza. Estaba temblando.

-Estas muy guapa hoy- dijo con aquel acento que me derretia- y ustedes que haceis para divertirse?- me pregunto.

- Bueno, nosotros salimos al centro, a los centros comerciales, o a los parques, depende de lo que le guste- dije mirandolo y manteniendo la jarra en mis manos.

-quisieras ensenarme un poco la ciudad?- pregunto sonriendo

-Claro, como no- dije sin vacilar

Los meseros me veian y se cuchicheaban.

El senor Rodrigo termino su cafe y al bajar me dejo su numero de telefono en un papel que me lo entrego directamente en mis manos.

Estaba Mal? Si. Pero no me importaba.

 







DESEO INCONTROLABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora