FADED [Red x Green]

Don't look back

Supongo que me falta poco para acabar la Pokédex, llevo bastante tiempo de viaje en viaje.
Hace apenas unos días me pareció ver a Green a lo lejos, pero le perdí el rastro. Creo que por excelencia siempre estará "Un paso antes que yo".

El azabache estaba totalmente sumido en sus pensamientos, aquella era una fría mañana de diciembre, la nieve caía con total lentitud sobre su cuerpo y el de su pequeño compañero, Pikachu. Como era habitual, el joven entrenador solía caminar en completa soledad, los únicos que lo acompañaban eran sus Pokémon. Estaba concentrado en llegar a su destino, pueblo lavanda "La ciudad que emana nobleza, el noble pueblo lavanda". Pensó sin dejar de acelerar el paso, pues hace un buen tiempo que no iba por Kanto. No contaba que en ese momento algo lo sorprendería haciéndolo tropezar y caer al piso automáticamente. Al voltear a ver el causante de su caída, se llevó la sorpresa de ver a su viejo compañero Green.

— ¡Hey! ¿¡Que crees que haces!?
Musitó el entrenador, notablemente irritado por aquello. Mordió su labio inferior y se levantó con rapidez para así poder tomar del cuello de la chaqueta al más alto.

Eso no causó más que una sonrisa un tanto burlona en los labios del castaño, pegando su frente contra la del más pequeño para hacer énfasis en su baja estatura. Apretandole de la mejilla con mucha suavidad, pues estaba disfrutando de volver a tener un encuentro con su némesis en aquel momento, a pesar de que ahora red se volviera algo más agresivo y severo. Cuando pudo separarse, empujó al pequeño entrenador carmesí a un lado.

— ¡Enano! Ejemn... Digo, hola red.
¡Hace mucho que no te veo! ¡No haz crecido nada!
¡Que triste!
En fin, vine por unos días ya que el abuelo me llamó por unos asuntos pendientes, algo que no entendería un enano como tú.

— ¡El profesor también me llamó a mí!
Interrumpió red dispuesto a darse vuelta y dejar ahí a su estúpido compañero Green, pues no estaba de humor para seguir discutiendo con un caso perdido cómo él.
Se quedó unos minutos en silencio hasta que luego soltó un largo suspiro, volviendo a mirar a su contraparte con algo de enojo.

—Y pues... ¿¡Quien te dijo que podías ponerme el píe!?
Frunció el entrecejo cambiando su semblante poco tiempo después al de uno más relajado.

— El profesor también me llamó a mi... Al parecer hay algunas irregularidades que quiere que alguien capaz como yo, lo resuelva.
Hay muchas personas que hablan mucho y hacen poco.
Así que, para que no sigas retrasando MÍ misión, ¿Cuanto tiempo planeas quedarte? Aunque es bobo que lo pregunte, si no fuera por tus Pokémon, ahora estarías muerto.

Le regaló una sonrisa un tanto triunfal tras decir eso, metiendo las manos a sus bolsillos para así continuar su camino. Realmente no esperaba que su molesto compañero lo siguiera por lo que se sentía un poco más irritado por aquello, tras caminar unos metros más pudo escuchar la voz del más alto.

—Hey! Porque te enojas tanto?  No recuerdas como jugábamos así cuando eramos niños.
Se acercó a red, tomándole de la mano suavemente para que dejara de caminar y le escuchara, pues moría por decirle aquello. El castaño estuvo guardando un buen tiempo lo que tenía que decir en ese momento, estaba cansado de que todos sus encuentros se limitarán a retos y palabras hirientes cuando en el fondo era muy diferente lo que sentía el más alto. Quería disculparse de un modo u otro por lo que se paró frente a este haciendo algo de contacto visual antes de suspirar desviando su mirada.
— Eran buenos tiempos ¿Recuerdas? Supongo que me gusta más jugar contigo y todo aquello que esta situación en la que vivimos.
No puedo seguir bien si sigo pensando que cada vez mi viejo amigo es más distante conmigo.

Dijo mientras limpiaba la camiseta de su amigo
— Si te soy sincero, extraño aquellas épocas en las que estábamos siempre juntos, desearía volver y disfrutar otra vez esos momentos.
Ya no mires atrás, no mires nuestros problemas y hagamos un esfuerzo por convivir como antes, tú eres uno de mis mejores amigos, por no decir el único.
Bromeó extendiéndole la mano en signo de "paz" entre ambos, de ahora en adelante sería una competencia limpia sin odio de por medio.