Los humanos le tememos a la oscuridad
porque desconocemos que se encuentra dentro de ella,
así que marchamos a través de sus sombras,
esperanzados y aterrados,
deseosos de concluir nuestra travesía.
Sin embargo,
nadie advierte que el camino puede ser demasiado largo,
que no siempre encontrarás el final
o que la claridad no es eterna.
De todas formas,
uno se acostumbra
a vagar en las sombras,
acompañado por la soledad.
Pero fue,
hace no mucho tiempo,
cuando esa bruja de cabellos de oro
desató su terrible hechizo sobre mi desdichado corazón.
Aquella noche,
donde mi pequeño mundo se disipó,
sentí pavor de encontrarme aprisionado en las tinieblas,
y sin darme cuenta,
le adopté PÁNICO A LA OSCURIDAD.
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Mi bruja de ojos grises
PoesíaCuenta la historia, que las brujas poseen dones entregados por el demonio o por los ángeles. Sus poderes pueden ser usados para bien o para mal, ayudando o dañando a aquel que recibe el hechizo. Sin embargo, mi bruja caminaba por la delgada linea de...