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Narra Nía.

Los encuentros con Silas habían ido bien. Al comienzo estaba muy asustada, ya que si bien me auto-diagnostiqué el SOS hace un año y tres meses y eso era "peligroso", esta era la primera vez que "caía" con alguien. Era la primera vez que necesitaba tanto a alguien, de una manera casi insoportable. Y buscaba cada momento para poder estar cerca de Silas, o para poder mirarlo y recordarme éste sentimiento a cada minuto. Cada día que podía quedarme hasta más tarde en Atmos lo aprovechaba para quedarme con él luego del trabajo. Dormíamos juntos en su piso cada noche, y hablábamos de todo lo que se nos ocurriese acerca de ambos, y hasta el momento nadie nos había descubierto.

Iba caminando tranquilamente, pensando en varias cosas, cuando veo a un grupo de muchos individuos visualizando un anuncio. Me puse delante para escuchar bien, y no me creía nada de lo que oía.

"Tras años de investigaciones con individuos deficientes, el gran avance consiste en aislar las células madre del vulvo raquídeo permitiendo una resilenciación genética (...)"

No, no podía ser. Habían descubierto la cura para algo que no necesitaba ser curado. El 'SOS' no era más que emociones que los humanos sí debíamos sentir, y nos las iban a anular por siempre.

"(...) Es una curación que restaura la salud y el orden del individuo. Com el tratamiento es sólo cuestión de tiempo para que todos los casos de SOS se resuelvan y puedan prevenirse nuevos casos. El tratamiento se inyecta en el cuello, dejando una cicatriz del tamaño de una moneda. Un procedimiento rápido y simple. Una vez administrado, el medicamento requiere un período de absorción de seis horas antes de neutralizar por completo la enfermedad. Tras lo cual, sea cual sea su fase, el paciente recobra por completo un estado de salud normal. El medicamento ha comenzado a producirse en masa y se mandarán cargamentos a todas las clínicas privadas. Los individuos que padecen el SOS ya no tendrán que seguir sufriendo. Contacten con su médico de inmediato para recibir el tratamiento y volver a recuperar su condición de iguales."

No pude resistir. Me fui corriendo al piso de Silas, casi como una maniática, ya que no podía estar sola en éste momento. Cuando llegué, él ya estaba ahí sentado y frotándose la cabeza con las manos. Nos sentamos apoyados al costado de su cama, sin saber qué hacer con respecto a éste nuevo problema. Sólo nos quedamos sentados mirando hacia la nada.

—Recordaremos éste sentimiento. –dije por fin–. Cada día lo recordaremos sin poder sentirlo. Habremos dejado de existir. –Silas sólo me miraba. Sabía que en parte tenía razón–.

—No, no, no. –Se puso frente a mí. Yo sólo seguía mirando a la nada–. No se ha acabado. No lo haremos.

—¿No quieres curarte? –propuse–.

—No. ¿Y tú?

—No.

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Narra Silas.

Llevé a Nía al grupo de los 'Ocultos', que eran personas que también tenían el SOS, pero se ocultaban, como nosotros. Necesitabamos hallar una solución lo antes posible para todo esto. Cuando entramos, escuché que Jonas estaba hablando sobre algo junto con el resto del grupo, y cuando me vio, quedó en silencio y todos voltearon a mirarnos a Nía y a mí.

Equals - FinalAlternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora