Especial Samuel

40 0 0
                                    

POV Samuel

18 años sin encontrar el amor, y no es que sea feo o que no tenga pretendientes. Si, Chicos, soy gay y parece que no hay nadie para mi. Desde pequeño era distinto, yo lo sabia y mis padres también pero no por eso me querían menos que a mi hermano. Mi familia era normal, mi madre Sofia, mi padre Felipe, yo y mi hermano pequeño Gabriel, aunque todos digan que nos parecemos es mentira, somos polos opuestos, él es reservado y silencioso; yo por otra parte soy más ruidoso y espontáneo. Mi madre murió cuando era pequeño, Gabriel era un bebé y no se acuerda de nada, en ese tiempo no sabia del trabajo de mis padres, a los 15 años me entere de verdad como murió mi madre. Todos decían que murió en un accidente de tráfico, pero yo sabia que no era del todo cierto, todos me miraban con pena desde la muerte de mi madre. Mi padre fue padre y madre para nosotros, vino nuestra nana a ayudarlo. Era una mujer amable y la sentía como una abuela para mi. Me acuerdo cuando mi padre me contó todo, no reaccione muy bien que se diga...

~Flashback~

La furia e ira me cegaban, no sabia que hacia ni que decía. Hoy me entere en que trabajaban mis padres, eran mafiosos por trabajar en eso mi madre murió. "Fue todo tu culpa" pensé en lo último que dije antes de salir corriendo, su cara de tristeza y dolor me mato, pero era verdad, por su estúpido trabajo ella murió. Ni veía donde andaba hasta que choque con alguien
-Lo siento- dije mirando al frente. Era un chico mayor que yo se le notaba en la cara
-Nada, andaba despistado- dijo sonriendo, era guapo y su sonrisa me gustaba- soy guapo lo se- dijo riéndose, me sonroje
-Para nada- dije girándome, pero me cogió del brazo y me tiró hacia él
-Eres muy lindo cuando te sonrojas- dijo sonriendo, su voz era sexy y profunda, cuando vi sus ojos quede hipnotizado
-No soy lindo- dije intentando que no viera mi sonrojo
-Nunca te había visto por aquí ¿te has perdido?- dijo mirándome de arriba a abajo
-No, solo discutí con mi padre- dije triste
-Entonces no querrás volver a casa supongo- dijo sonriendo
-No- dije triste, pensando en Gabriel
-Pues ven conmigo, vivo solo- dijo llevandome a una casa cercana. Me extraño porque no sabia su nombre ni nada no sabia si fiarme
-Eres un desconocido, no se ni tu nombre ni edad- dije mirándole, él solo se reía
-Soy Jorge y tengo 18 años- sabia que era mayor, pero tanto no. Entramos a la casa y no había nadie, era verdad que vivía solo
-¿Por que vives solo?- pregunte curioso
-Mis padres murieron, y no tengo más familia- dijo serio, me di una cachetada mental por preguntar
-Lo siento yo no quería...- intente decir
-No pasa nada, bueno chico lindo desconocido ¿me dirás algo de ti?- pregunto sentándose en el sofá
-Bueno- dije dudoso- me llamo Samuel y tengo 15 años- cuando le dije eso me miro atónito
-Pensé que eras mayor, unos 17 o 18- dijo rascándose la nuca- si es así mejor sera que llamemos a tu casa sino...- no le deje terminar ya que me abalance sobre él
-No llames- dije apunto de llorar- no quiero volver- dije con las primeras lágrimas
-Bueno no te me pongas a llorar- dijo limpiando me las lágrimas- te quedaras aquí pero deberás contarme por que no quieres ir ¿Vale?- yo solo asentí y me senté a su lado. Le conté todo, desde la muerte de mi madre hasta hoy. Él me miraba incrédulo pero me creía
-Tranquilo, Samuel- dijo abrazándome- estas cosas pasan, pero ¿tu padre no crees que este peor?- le mire extraño- él te quiere por eso ha seguido vivo y trabajando para vosotros dos, sino creo hace mucho hubiese ido a reclamar venganza aunque le costara la vida- dijo mirándome. Lo pensé bien y tenia razón, de pronto sonó el teléfono. Jorge lo cogió y empezó a hablar
-Que no- dijo
-No quiero nada pesada- ¿Quien seria? Colgó fuerte y molesto. Volvió al salón más tranquilo y con comida, me puse a comer ya que tenia hambre
-¿Quién era?- pregunte curioso, me miro y sonrió
-Una chica, mira eres pequeño para esto pero te lo contare ya que tu me contaste lo tuyo ¿si?- yo asentí, sentándome a su lado
-Bueno yo trabajo en una cafetería y siempre hay chicas que buscan divertirse en las noche- dijo algo molesto- son putas se podría decir, demasiado fáciles, pero necesito dinero y acepto con tal de que me den dinero- dijo algo avergonzado- si, dirás "Se prostituye" pero no tengo opción, si no viviría en la calle- dijo mirando a la ventana- a veces lucho, en peleas ilegales que me dan mucho dinero- dijo sonriendo- soy bueno- me miro
-Yo...- no sabia como decirle- soy gay- dije algo incómodo, él me miro
-Wow- dijo sorprendido- yo soy bisexual tranquilo- dijo riendo, pasábamos toda la tarde hablando y riendo de todo. Era divertido y me dijo que no trabajaba hoy en nada, ni quería regresar a casa hoy, pasaría la noche en su casa.
-¿Quieres ducharte?- me pregunto, yo asentí
-Pero no tengo ropa- dije triste
-Te prestare algo, una camisa y unos boxers te irán de maravilla- dijo sonriendo, fue a su cuarto, lo seguí y me enseño en baño. Me duche rápido, no quería demorarme tanto. Al salir la casa estaba silenciosa, fui a su cuarto pero al entrar...
Estaba en su cama, masturbandose, no se había enterado que lo veía pero me fascinaba como estaba. Su cuerpo era perfecto y su miembro tenia un gran tamaño
-Samuel...- dijo mi nombre, eso era extraño, mi miembro también empezó a despertarse. De pronto hice ruido y me vio. Mi cara estaba roja y él estaba en shock
-No es lo que parece- dijo tapándose- es algo...- no lo deje terminar ya que corrí hacia él. Se quedo sorprendido pero me cogió, le bese con tal pasión que nunca había besando, ya que era mi primer beso. Él me siguió después de unos segundos y empezó una danza entre nuestras lenguas que termino por falta de aire
-Samuel no lo...- no le deje terminar ya que baje mi boca a su miembro, seguía erecto y me encantaba lo que veía. Estaba empezando a excitarme
-Espera...mmm...Samu...- sonreí victorioso y que no podía hablar. De pronto me aparto, vi la lujuria pura en sus ojos
-¿Seguro?- dijo mirándome- esto dolera y ...- lo volví a besar
-Si- dije sonriendo- Me atraes- dije sonrojado, él me miro y me tiro en su cama. Empezó a repartir besos por todo mi cuerpo quitándome los boxers y masajeando mi miembro
-Jorge...ahh...- gemía, él sonreía victorioso y seguía jugando. Después de un rato no se como estaba aguantando tanto
-Yo me...- me iba correr pero paro, lo mire y vi como su cabeza bajaba a mi entrada. Metió su lengua
-Ahhh...Jorge eso es...- no podía hablar, sentir su lengua dentro me volvía loco, era una sensación nueva para mi. Sentí un dedo, al principio era dolor pero en segundo era placer, siguió añadiendo dedos hasta que jugaba en mi interior con tres dedos
-Samuel yo no...- dijo entre gemidos, estaba en su limite
-Soy tuyo Jorge- dije, no se si seria por la excitación o porque en verdad sentía eso. Puso su miembro en mi entrada y empezó a meterlo
-Ahh- grite, era doloroso y mis ojos estaban empañados. Jorge me miro y se detuvo, no quería que se detuviera. Con la fuerza que tenia lo empuje debajo mio, él se quedo sorprendido. Metí su miembro dentro, era doloroso pero enseguida sentí placer, lo tenia todo dentro se sentía caliente y me sentía lleno, completo
-Samuel...mm...- al ver su cara era puro erotismo, me encantaba verlo debajo de mi. Ya no sentía dolor después de unos minutos y mis caderas empezaron a moverse
-Ahhh...Jorge...más...- dije, él estaba debajo mio, yo saltando  autoembistiendome. Jorge tomo las riendas echandome en su cama, sus embestidas cada vez más rápidas llenaban todo dentro de mi.
-Dios...se siente tan caliente y apretado, me encanta tu interior Samuel- dijo besándome, eso me excitó mucho- mm... No aprietes así...- dijo pero en segundo se corrió dentro de mí, al sentir eso me corrí. Terminamos los dos echados en su cama, jadeando y recuperando la respiración. Esa noche fue mi primera vez y no la última con Jorge, a la mañana siguiente volví a casa con Jorge. Hable con mi padre y lo arreglamos, y hable de Jorge quería que trabajara para él, él acepto con gusto y Jorge igual.No íbamos a decir nada de lo que teníamos, siempre que podíamos lo hacíamos. No eramos una pareja pero me encantaba sentirlo solo mío, él no se acostaba con nadie más, y yo igual.

Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora