Strangers {TERMINADA} #FNAFHS

IV

Sábado, 9:10

Fede dormía tranquilamente en su departamento. No se escuchaba absolutamente nada en todo el lugar. Solo paz y tranquilidad. Pero eso no duró mucho.

El sueño del chico se vió interrumpido por unos golpes en la puerta de su hogar. A regañadientes, se levantó de su cama y se dirigió a la entrada principal. Su cabello estaba totalmente despeinado, y su "pijama" eran una simple camiseta de mangas cortas y su bóxer. Abrió la puerta de mala gana, y con sus ojos aún cerrados.

-¿Quién coño eres y qué carajos quieres?- una de las cosas que más odiaba en el mundo, era que lo despertaran en un día de descanso. Lo odiaba con el alma. Él ama dormir, y siempre lo hará.

-¿¡Cómo es posible que continúes durmiendo a estas horas!?- gritó enfurecida la chica de 21 años, simplemente no lo podía creer- ¡Tienes una cita en dos horas! ¡Ya deberías haberte duchado!

-Abby, son las 9:15, no molestes- estaba a punto de cerrar nuevamente la puerta, pero Freddy lo detuvo.

-Estamos aquí para ayudarte a prepararte para tu cita con Félix. No te salvarás- los tres chicos entraron al departamento a paso decidido. Fede simplemente suspiró y cerró la puerta. Serán las dos horas más largas de su vida.

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-Creo que al fin lo logramos- habló victoriosa la peli-azul, admirando su "obra maestra". Fede vestía con una camisa de distintas rayas de coleres,  tanto horizontales como verticales, que formaban la ilusión de verse pequeños cuadrados, las mangas quedaban un poco más arriba de los codos, con un lindo doblez; un pantalón blanco; un calzado casual de color beige;  y su cebello bien peinado.

-Te ves muy bien, amigo- le halagó Freddy. Y tenía razón. Se veía muy apuesto.

-Wow, gracias chicos. De verdad me veo increíble- Fede se miraba en un espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación.

-Estás perfecto para tu cita con Félix. De seguro se babeará cuando te vea, te lo aseguro- habló Abby confiada.

-¿De verdad creen que le guste?- un pequeño sonrojo apareció en las pálidas mejillas del chico. Debía admitirlo, estaba muy emocionado. Las mariposas en su estómago revolotean sin cesar.

-¡Claro que si!- le animó Lily- Y si no le gusta, probablemente tiene un terrible gusto- él solo rió ante el comentario de su amiga.

-¡Oh por Dios! ¡Se hace tarde!- gritó alarmada la de ojos verdes, mientras miraba la hora en su móvil- ¡Es hora de irnos!- y en cuestión de minutos, los 4 chicos se encontraban fuera del edificio. Debían apresurarse. Principalmente Fede. Tan solo tenía 15 minutos para llegar a la cafetería.

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Félix se encontraba esperando a Fede frente a la cafetería, mientras revisaba sus redes sociales en su móvil. Vestía con una camisa abierta de cuadros de color rojos y negros, las mangas llegaban un poco más abajo de los codos; una camiseta blanca por dentro; un pantalón negro y un calzado casual de color negro.

En pocos minutos, llegó Fede.

-L-lamento mucho... L-la tardanza- estaba muy cansado. Los chicos lo habían hecho correr desde su departamento hasta el punto de encuentro. Apenas y le dió tiempo de tomar su móvil y su billetera.

-No te preocupes, no fué nada- en cuanto alzó la mirada, se quedó impresionado. Fede se veía realmente atractivo- Wow...

-¿Pasa algo?- curioseo el menor al notar la mirada perdida del mayor.

-No, no pasa nada. Es sólo que... Te vez increíble- balbuceó. Estaba luchando contra si mismo para no empezar a babear.

-Oh, bueno, t-tú también te ves bien- Fede se sonrojó ante el comentario del más alto. Al parecer Abby tenía razón. Debía hacerle caso más seguido.

-No creo que sea para tanto. Yo me vestí muy casual. Pero tú. Te ves realmente expectacular- una sonrisa boba apareció en el rostro de ambos. Félix sacudió un poco su cabeza para volver a la realidad- ¿Nos vamos?

-Claro- dicho esto, ambos emprendieron su camino.

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-¿A dónde iremos?- Fede sentía que la curiosidad lo consumía por completo. No tenía idea de a donde se dirigían. Simplemente seguía a Félix.

-Aún no te lo puedo decir. Es una sorpresa- canturreo. Despertando más curiosidad en el más bajo.

-¿Una sorpresa? ¿Qué es? ¿Me gustará?- sin duda, parecía un niño pequeño. Estaba muy emocionado; no dejaba de sonreír, y un brillo de emoción no se iba de sus ojos.

-Creeme, te gustará- intentó calmar un poco a Fede. Sin duda, le parecía adorable que se emocionara tanto. A pesar de ser un adulto, en ese momento parecía un niño. Simplemente... Adorable.

-Oh, esta bien- guardó silencio por unos segundos, mientras caminaba junto al más alto. Pero ese silencio no tardó mucho en desaparecer- ¿Aún falta mucho?

-Descuida, pronto estaremos allí- se tomaba muy bien la impaciencia de Fede, a decir verdad.

-Lamento ser tan impaciente, pero... Es que estoy emocionado- admitió un tanto sonrojado.

-¿Ah sí? ¿Por qué?- ahora era él quien sentía curiosidad. Quería saber el motivo de tanta emoción.

-Bueno, normalmente nunca hago este tipo de cosas. Nunca tengo suficiente tiempo libre para salir con alguien. Entonces esto es algo nuevo para mi. Y estoy muy emocionado- explicó alegre.

-Bueno, pues ya no deberás esperar más. Ya hemos llegado- en cuanto se detuvieron, Fede notó en dónde se encontraban. Estaban 'Funland', el mejor parque de diversiones de todo el país. Sus ojos se iluminaron de inmediato.

-¡Wow! Jamás creí que vendríamos a Funland. Es mi primera vez aquí- la emoción cada vez aumentaba más y más. Apenas y podía creer que estaba en tal lugar.

-¿Hablas en serio?- ese comentario sorprendió mucho a Félix. Él ha venido várias veces a este lugar. Y le sorprende escuchar que alguien diga que es su primera vez en un parque de diversiones tan popular.

-Así es. Mis padres trabajaban todo el tiempo cuando era pequeño. En la adolescencia me dediqué a estudiar solamente. Y como mi trabajo en la cafetería es el primero en toda mi vida, quiero conservarlo hasta poder tener dinero para pagar una buena universidad. Así que no me dedico mucho a lo que es la diversión- explicó, sorprendiendo a su acompañante.

-¿Tus padres no te ayudarán con los gastos universitarios?

-No... Ellos murieron en un accidente automovilístico cuando yo tenía 16 años...- habló deprimido. Ocasionando que Félix se arrepienta de haber hecho tal pregunta.

-Oh Dios. Lo lamento tanto, no debí haberlo preguntado. En verdad lo siento- estaba realmente arrepentido. Hablar sobre la muerte de tus padres siempre es difícil. No importa como haya sido.

-Descuida, no es nada- le calmó Fede- entonces... ¿Cómo funciona un parque de diversiones?- al nunca haber ido a ninguno, no tenía idea de como funcionaba el sistema del lugar.

-Vamos, te divertirás mucho aquí. Te lo garantizo- le animó Félix. Mientras ambos entraban al lugar. Sería una tarde muy divertida.

[…]