Yes Or No? - ShinSun

Final.

(Cinco años después.)

Eran ya casi las ocho de la mañana y el timbre de la primera clase estaba por sonar, Sunyoul se encontraba tomando un café y leyendo en la sala de maestros totalmente concentrado hasta sentir una mano femenina en su hombro.

— Yein, te busca la alumna Kimi. — Él observó el arrugado rostro de la maestra de historia, asintió con una suave sonrisa.

— Gracias. — Se levantó de su asiento al la mujer alejarse. Salió al pasillo donde se encontraba la alumna Kimi, una de las más destacadas de su curso.

— Profesor Yein, ¿puedo preguntarle algo?

— Claro, lo que sea.

— Es respecto a las pruebas de la semana pasada, estoy curiosa de saber los resultados y si usted ya las ha corregido.

— Sí, lo hice, las pruebas no están del todas mal, bueno, la tuya está excelente. Te felicito por ello. — Ella hizo una expresión de alivio.

— Ahh, no sabe cuan bien me siento. ¿Y cómo le fue a Jeong?

— A él no le fue tan bien, pero la pasó. Si lo que quieres saber es si todos tus amigos la pasaron, pues, sí, todos pasaron.

— Aahh, muchas gracias por ese dato, estarán todos felices. Ya sabe, es fin de año y todos estamos expectantes de quien pasa o no de curso. — En ese momento el timbre sonó.

— Dejame buscar mis cosas e iremos a clases.

— Está bien. — Él entró y ella rápidamente sacó su celular para hacer una llamada.

*Llamada*

— ¿Está todo listo?

— Sí, pueden venir.

— Bien. — Dicho esto colgó de manera apresurada pues él ya había salido de la sala de profesores.

— ¿Profesor?

— Dime.

— ¿Cómo se siente en el colegio?

— Muy bien, es un lugar acogedor y tranquilo, me gusta mucho enseñar aquí.

— Y ¿con nuestro curso? Ya sabe, usted es el profesor jefe y esas cosas.

— Bueno, cada chico es especial, tiene su manera de entender las cosas y en el curso, bueno, hago lo que puedo para comprenderlos a todos, para enseñarles y que todos logren comprender la enseñanza que se les regala. — Ella suspiró.

— Ahhh, usted es tan generoso. — Faltaban pocos pasos para que lleguen al salón de clases, les tocaba consejo de curso a primera hora y algunos alumnos estaban fuera del salón el cual se mantenía con las puertas cerrada. Un par de alumnos las abrieron cuando el maestro llegó a la sala. Él se extrañó de tanta amabilidad.

— Profesor, por favor, pase. — Dijo uno de ellos, Kimi se quedó detrás de él en todo momento, guiándole.

Al entrar Sunyoul se encontró con un largo camino de pétalos y rosas rojas en el suelo, quedó aun más extrañado. Uno de los alumnos que se encontraba con un parlante lo encendió, sonando de fondo una de las sinfonías de Mozart, el maestro sonrió.

— ¿Qué es esto, niños? — Preguntó nervioso.

— Ya verá, profesor. — Dijo una alumna. Mientras otra se acercaba a él recitando rimas de Gustavo Aldolfo Becquer.

« Amor eterno. — Comenzo. —

Podrá nublarse el sol eternamente,
Podrá secarse en un instante el mar:
Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.