Yes Or No? - ShinSun

Cap. 2.

POV. Sunyoul.

Han pasado ya dos meses desde la última vez que lo vi y estoy un tanto preocupado, creo que solo quiere alejarse de mi, aunque ni siquiera ha venido a la universidad; no tengo forma de contactarme con él por el simple hecho de que no contesta el celular y tampoco conozco su casa. Todos los días voy al mismo árbol donde nos conocimos, a leer, a esperar por él, pero no vuelve, no vuelve para asustarme como siempre lo hacía, estoy nervioso, tal vez volvió con su ex, tal vez no me quiere ver o salió del país, lo único que sé con certeza es que lo extraño y demasiado...

(Un mes antes.)

— Hola. — Sunyoul levantó la mirada con total tranquilidad.

— Hola~

— ¿Puedo sentarme?

— Claro que sí, Kim Wooseok. - Sonrió muy leve y apartó su mochila, dejándola en el suelo para que el rubio tomara asiento junto a él. — Te queda el rubio. — Comentó dirigiendo su mirada a los cabellos del chico, su sonrisa se curvó un poco más haciéndose levemente más amplia.

— Gracias, supongo que debía cambiar ese rojo. — Rió por lo bajo. Curioso, tomó el libro de Sunyoul en sus manos, observó la tapa. — ¿Qué lees ahora?

— Romeo y Julieta.

— Mm... No sé cual es. — Rió avergonzado. Sunyoul lo miró un tanto frustrado y soltó un profundo suspiro. — Pero... Podría leerlo contigo. — El castaño se sonrojó un poco.

— No diga cosas tan tontas, Kim Wooseok.

— No son cosas tontas, Sunyoul.

— Espera, ¿por qué me llamas "Sunyoul"? — Preguntó el pequeño un tanto confundido.

— Porque el hermoso castaño que tengo a mi lado, en un mes, no me ha dicho su nombre. - Exageró un poco la voz haciendo algunos gestos con el rostro y los hombros.

— Es porque nunca me lo preguntaste, Kim Wooseok. — El joven castaño picó, con su dedo índice, la mejilla del rubio. Wooseok suspiró.

— Está bien, ¿Cómo te llamas, extraño con el que llevo un mes entero hablando? — El castaño sonrió amplio, riendo muy leve.

— No te diré mi nombre, Kim Wooseok.

— ¿Por qué no? — Hizo un pequeño puchero.

— Porque me gusta cómo me llamas. — Susurró muy despacio, desviando la mirada algo sonrojado.

— Y ¿quien te dijo que voy a dejar de llamarte así? Solo quiero saberlo, por si llegan a preguntarme por ti y yo no sé de quien me estén hablando. — Sunyoul volvió a reír, pero muy bajito.

— Sun Yein. — Susurró.

— Es hermoso. — Dijo en el mismo tono.

— Gracias, pero sigue llamándome "Sunyoul" ¿si?

— Está bien. — El rubio pasó su brazo por los hombros del más pequeño y éste se recostó en su hombro con cierto aire adorable y delicado.

— ¿Kim Wooseok? — Habló Sunyoul en un tono de voz totalmente delicado y fino, acomodándose sobre su hombro para poder mirarle.

— Dime, Sunyoul. — Pronunció casi en un susurro.

— Tengo hambre.

— Tengo algo de dinero, ¿quieres ir a comer a alguna parte?

— Tenemos clases en un rato.

— No pasa nada si faltamos a las seguientes clases una vez en el año o ¿tienes algún examen?

— No, no tengo ninguno. — Negó un poco con la cabeza.

— Está bien, vamos entonces.

— Espera.

— ¿Qué pasa?

— Quedémonos así un rato más. — Wooseok sonrió dulcemente.

— Está bien, quedemonos así un rato. — Los minutos pasaron y la campana volvió a sonar. Sunyoul se sobresaltó al oírla puesto que se había dormido, Wooshin se mantenía en su lugar mirándole detenidamente. — ¿Estás bien? ¿Te asustaste?

— ¿P-por qué dejaste que me duerma, Kim Wooseok?

— Porque te veías un poco cansado y demasiado bien ahí dormido. ¿Quieres ir a comer ahora?

— Sí, vamos. — Ambos se levantaron y Sunyoul se frotó un poco los ojos antes de agarrar su mochila, pero cuando estuvo por de hacerlo, Wooshin la tomó por él. — Puedo hacerlo, Kim Wooseok.

— Quiero llevarla por ti, Sunyoul.

— Pero, ¿y la tuya?

— No traigo mochila, grabo las clases en mi celular, luego las paso a un cuaderno, pero ese es nuestro secreto, ¿está bien?

— Eres flojo, Kim Wooseok y descuida, no le diré a nadie. — Wooshin sonrió amplio.

— No puedo prestar atención y tomar apuntes a la vez. — Hizo un pequeño puchero tomando la mano de su acompañante. Sunyoul rió. Wooseok suspiró al oír aquella adorable risa.

— Tu risa es demasiado adorable. — Comentó sin darse cuenta provocando que Sunyoul se sonrojara por completo, desviando la vista y riendo muy leve.

— ¡¿Qué?! ¡No! No digas esas tonterías, Kim Wooseok. — Sunyoul parecía sorprendido y su sonrojo se hizo un poco más notorio, el castaño bajó la mirada hasta su propio pecho, su sonrisa dulce y sus ojos brillosos le causaban demasiada ternura a Kim Wooseok.