Yes Or No? - ShinSun

*Título kul 2* [E]

— ¿Podemos hacer algo para que se mejore pronto, doctor?

— No, señora, lamentablemente debo decirle que todo depende de las ganas de vivir de su hijo, de otro modo, él no despertará...

(Un mes antes.)

— ¡Bu! — Sunyoul se sobresaltó del banco en el que se encontraba.

— ¡Ah! ¡Kim Wooseok! No vuelvas a asustarme así. — Un pequeño puchero se formó en sus labios mirando al rubio.

— Lo siento. — Le abrazó por la espalda.

— Está bien. — Susurró. — ¿Por qué tan cariñoso hoy, Kim Wooseok? — Su sonrisa era amplia y, la felicidad de tenerle de esa manera, inexplicable; él sabía por qué se sentía de esa manera, sin embargo, no sabía si los sentimientos de Kim Wooseok eran los mismos.

— Mh...desperté con ganas de recibir mimos, ¿algún problema?

— No, ninguno. — Wooseok sonrió.

— ¿Sunyoul?

— ¿Mh?

— ¿Quieres saltarte la siguiente clase e ir conmigo a casa?

— La siguiente clase es la ultima, Kim Wooseok, después se acaba el día.

— Pero faltó un profesor por problemas de salud así que iré antes a casa, pero no quería ir solo.

— Está bien, Kim Wooseok, te acompañaré a tu casa. — Al instante, Wooshin tomó la mano de Sunyoul y jaló un poco de ella para que así se parara y pudieran ir.

Ambos chicos caminaron en silencio por un rato hasta que...

— Kim Wooseok, es la primera vez que voy a tu casa.

— Lo sé, es que tengo una sorpresa para ti.

— ¿Sorpresa? Kim Wooseok, no me gustan las sorpresas. — Wooshin pasó su brazo por los hombros del menor apegandole así más a su cuerpo.

— Pues qué lástima, ya la tengo. — Sunyoul rodeó su cintura con ambos brazos, acurrucándose junto a él.

— Está bien, Kim Wooseok, no me queda de otra.

— No, no te queda de otra. Mira, ya llegamos. — Wooseok señaló un edificio no muy alto. — Vivo en el departamento 307, que no se te olvide. — Recalcó lo ultimo mientras dirigía su vista a Sunyoul quien permanecía acurrucado junto a su amigo.

— Está bien, Kim Wooseok. — El pequeño negó un par de veces con la cabeza.

Llegaron poco tiempo después al lugar, subieron al elevador y juntos se dirigieron al departamento de Kim Wooseok.

— Espera aquí. — Ordenó Wooseok ingresando rápidamente al lugar. — No tardel nada. — Sunyoul obedeció con una tonta sonrisa en su rostro.

Wooseok volvió con ambas manos en la espalda. — Sunyoul, pasa, por favor. — Dijo desde la pequeña sala de estar. El pequeño obedeció.

— ¿Cuál es la sorpresa, Kim Wooseok? — La tonta sonrisa no desaparecía mientras que Kim Wooseok se acercaba lentamente a él.

— Toma, es para ti, oí que lo querías así que me tomé la pequeña libertad de comprartelo. — Separó las manos de su espalda y junto con ellas descubrió un objeto envuelto en papel de regalo rojo con figuritas de conejitos blancos y un moño color rosado. — Abrelo. — Sunyoul lo recibió con ambas manos haciendo una reverencia de agradecimiento antes de abrirlo.