5 años
El olor esta por todas partes, aquel olor tan... tan desagradable... el olor a sangre y a carne putrefacta; siento el terror y la adrenalina llenando cada fibra de mi cuerpo mientras corro por el bosque, lejos de aquel desagradable olor; está muy oscuro a pesar de que pequeños rayos de luz lunar se filtran entre las hojas de los árboles; respiro de manera frenética ya que mis pulmones no pueden mantener el aire dentro y tengo que expulsarlo tan rápido como lo llevo hacia adentro. Detrás de mí puedo escuchar sus pasos y sus gruñidos, cada vez más cerca, cada vez más cerca de mí. Quisiera poder correr más rápido, pero mis infantiles piernas no me lo permiten, son demasiado cortas y no soy tan rápida como la cosa que me persigue.
Quiero gritar, gritar por ayuda, gritar el nombre de mis padre, que ellos vengan a mí y me protejan, pero el terror me ha cerrado la garganta impidiendo mis deseos. Dejo de correr de golpe cuando me doy cuenta de que se me ha acabado el camino, delante de mí el suelo está abierto y da paso a una gran caída; el olor a sangre y a putrefacción inunda rápidamente mis pulmones, temblando y llena del más puro terror me doy vuelta para enfrentar a mi perseguidor.
Un monstruo.
Una de las criaturas que me madre me había jurado hace pocos días atrás que solo habitaba en mi cabeza, en mis pesadillas más locas y que yo tenía control sobre ellas; ahora me doy cuenta de cuan tonto suena eso, como diablos una niña de 5 años va a controlar a una criatura como esta, simplemente en los sueños más locos. El monstruo ruge y yo grito, ambos sonidos combinándose y perdiéndose en la profundidad del bosque y en la oscuridad de la noche.
(...)
Tome una respiración profunda mientras caminaba por el bosque, estaba hambrienta y cansada, los parpados se me cerraban y me costaban un gran esfuerzo volver a abrirlos, mis piernas gritaban por descanso que yo me negaba a darles, no podía detenerme, debía llegar... ¿A donde? no tengo idea, solo que tengo que llegar. No recuerdo mucho lo que paso, recuerdo que mi madre y yo estábamos en el auto, nos dirigíamos a casa desde la casa de mi abuela, no recuerdo como diablos termine en el bosque, no debía estar aquí eso lo tengo por seguro.
El cansancio ya me está ganando, cada paso se vuelve aún más doloroso. Escucho voces a lo lejos, no sé si son reales o solo una alucinación causada por el cansancio, quiero llegar hasta ellas, pero estoy muy cansada; mis piernitas ya no me aguantan más; una fuerte ráfaga de viento me revuelve los cabellos y por un momento creo que el aire se vuelve una voz en mi oído susurrándome de manera lenta y calmada "Pelea, avanza, sobrevive".Siento un ardor llenarme de pronto, lo siento mucho más en el pecho, quema y me hace jadear mientras corro hacia las voces, y puedo decir que me sorprendo a mí misma, ¿De dónde he sacado esta fuerza? Reduzco el ritmo de mi carrera cuando llego a una carretera, en ella un auto se encuentra destruido y muchas personas con uniformes se encuentran allí viendo, yo sé de quién es el auto, es el auto de mi mamá.
—¿mamá? — preguntó con mi voz quebrada —¿mami? — pregunté más fuerte llamando la atención de las personas con uniformes.
Me acercó temblorosa, el ardor y energía que antes sentí había desaparecido dejándome temblorosa y temerosa, pregunto por mi mami pero nadie me contesta, solo me miran y me dicen "todo está bien cariño" pero lo sé, mi mente de 5 años lo sabe, nada esta bien.
(...)
10 años
Tomo una respiración profunda mientras me estiro, es temprano apenas está saliendo el sol, y ya me encuentro levantada y lista para correr, siempre he acostumbrado a hacerlo, me gusta correr con los primeros rayos del sol por el bosque, es todo un espectáculo ver como todo vuelve a la vida nuevamente. Hace ya dos meses que vivo con la familia Miller, una de las tantas familias de acogida con las que he estado, aunque puedo decir que he perdurado en esta, mi récord más largo fue un mes; se puede decir que tengo fuertes problemas con las familias de acogida, no me gusta quedarme mucho con una, siempre termino escapando hacia otra ciudad, aunque aún no logró escapar de servicios sociales, ellos son los que me envían donde una nueva familia.
Soltando un suspiro empiezo mi carrera por el bosque; no llevo puestos audífonos por lo que el trinar de las aves junto al sonido del viento contra las hojas y mis pisadas sobre la tierra son mi música, mi propia y original melodía. Hago una mueca y me detengo cuando algo interrumpe mi melodía, el sonido de pisadas, olfateo a mi alrededor y un bonito olor es lo que llegó a captar, definitivamente había otra presencia humana a parte de mí hoy en el bosque. Con todo el sigilo que pude, seguí el rastro hacia la fuente del olor, cada vez más fuerte, cada vez más cerca.
Cuando llego al final del rastro no encuentro nada, el rastro termina allí entre los árboles.
—Te tengo — dice alguien a mis espaldas. Junto a un respiro profundo me doy vuelta y me abalanzo sobre la persona con movimientos rápidos y ligeros
Ambos caímos al suelo y un gruñido involuntario salio de mí. Respiro con fuerza cuando me doy cuenta de quien es la persona a la cual he tacleado.
—¿Qué diablos quieres Theo? — digo con molestia mientras me retiro de encima de él.
—Hola para ti también Cas — me dice él mientras se levanta del suelo.
Theo Raeken es el hijo de los nuevos vecinos; los Raeken se mudaron hace algunas semanas atrás en la casa de al lado, la verdad poco me importaba, si no fuera por el extraño olor que había captado en Theo el día que llego ni siquiera me hubiera percatado de que tenía nuevos vecinos.
—Largo — fue lo que le respondí; no me agradaba Theo, o mejor dicho, no me agradaba el olor que provenía de él, era un olor extraño, y cada vez que ese olor llegaba a mi nariz mis instintos solo me decían una cosa, peligro.
—No, necesito que me enseñes — me dice; se de lo que esta hablando, es la razón por la que Theo huele de esa manera, él es un hombre lobo.
—Entiende que no es algo que yo pueda enseñarte — le dije molesta, estoy cansada de su insistencia, Theo tenía lo sentidos de un hombre lobo, pero no los de un lobo, el estaba en esa línea entre los sentidos humanos y los de un lobo; yo había pasado esa línea hace unos dos años, gracias a que pase esa línea es que soy capaz de oler aquel extraño aroma en Theo.
—Pues ayúdame —
—¿Cuál es tu problema?¿Por qué lo deseas tanto? —
—Entiende que no es un deseo, Cas, lo necesito —
Los ojos de Theo se encontraban fijos en los míos, podía sentir la fuerza en sus palabras al igual que podía sentir su instinto asesino, ¿Qué tanto necesitaba este chico tener mejores sentidos?.
—De acuerdo —
Aún no sé por que decidí ayudarle, lo que sé con certeza es que podía sentir sus ansias por sobrevivir, y eso siempre será lo primero para mí.
—Te ayudare a conseguirlo —.
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~Cas~ [Terminada]
Fanfiction-¡Casthiny Grayson! ¡Vuelve aquí en este instante! - Escucho como me gritan desde la casa que estoy abandonando. -¡Mi nombre es Cas! - le grite devuelta mientras salia corriendo por el bosque. Mi nombre es Cas, no Casthiny ni mucho menos Tiny;...