Miré hacia todos los lados del pasillo y me apresuré a pegar la nota en el casillero de Jacob, mi crush, o ex crush, ya no se qué es, solo se que me siento terriblemente mal y tal ves debería ir a casa después de todo esto.
-No puedo creerlo- dijo una voz que literalmente conocía demasiado, me volteé y efectivamente, era Jacob.
-Mátenme- susurré lo más bajo que pude.
-Mery Summers, ¿siempre fuiste tú la de las notas?
-Mira yo ya me iba, solo iba a dejar esto aquí y ya no eran más lo promet...
-Que linda sorpresa- me interrumpió.
-¿Qué?
-Parece que no escuchaste toda la conversación después de todo.
-¿De qué estás hablado?
-Chicos, me gusta una chica, ella es la cosa más tierna de este mundo y sí, me gusta desde hace mucho tiempo, desde primaria exactamente, ella es rubia y cuando de sonroja me encanta y esa sonrisa me trae loco...y...
-Ya escuché eso, no tengo ganas de volverlo a escuchar, así que adiós - traté de irme pero me detuvo.
-Y tienes sus mismos ojos color verde, oh mira, es casi igual a ti y casualmente también se llama Mery- hizo cara de asombro.
-¿Me quieres ver la cara verdad?
-La estoy viendo, aunque no de la forma a la que te refieres- sus manos recorrieron mis brazos hasta llegar a mi manos, entonces las tomó -Eres tú- mis ojos se abrieron un poco y de inmediato me sonrojé - Ese es el rojo que me gusta.
-No te creo, ni siquiera estaba contigo en primaria.
-Aún así me gustabas, mucho y todavía me gustas mucho- se quedó mirando fijamente mis ojos - ¿Ya dije que me enamoré de tus ojos?- dijo para luego besarme.
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