Una hoguera, golpes de martillo y chispas por los aires. En un pequeño cuarto de la parte trasera de su humilde posada se encontraba él, únicamente vestido con sus pantalones de época remangados y acompañado de su inmenso martillo, Rogue Cheney.
Rogue estaba empapado de sudor. Entre el calor que hacía de por sí en la aldea añadido al fogoso calor del cuarto del herrero, cuanto menos eso parecía el infierno en tierra. Pero allí estaba él, forjando hierro con sus robustos brazos y cubierto de sudor, lo que fuera por llevarse un trozo de pan a la boca.
Rogue PDV:
- ¡Rogue! - decía una dulce y felina voz desde la entrada.
- ¡Frosch! ¡Cuánta leña! - en realidad solo traía 5 ramas pequeñas, pero las traía tan ilusionado que cualquiera se lo echaría en cara.
- ¡Yo también lo creo! ¡Toma, para ti! - pasó lentamente por el cuarto dando pequeños pasos y dejó las ramas al lado de la hoguera.
- ¡Gracias, Frosch! ¡Bien hecho!
Frosch le dedicó a su amigo una de esas sonrisas que derriten hasta el corazón del mismísimo diablo, amplia y cálida. Quién le echaría la bronca a una cosa tan adorable...
- ¿Qué más hay que hacer, Rogue? - preguntó el gato inocentemente.
- Por ahora nada, vete jugar un rato si quieres. - respondió Rogue mientras se preparaba para otra tanda de golpes.
- ¡Bieeen! - decía Frosch mientras salía del cuarto imitando un pájaro.
- Hay que ver...
Rogue finalizó su encargo, y rápidamente salió del atosigante cuarto trasero para airearse un poco. Se estiró mirando al sol y se frotó su negro pelo para después recogérselo en una coleta.
La verdad es que para los tiempos que corren Rogue debería estar agradecido de su posición social.
Nos situamos en una sociedad tradicional japonesa, similar a la era edo de su historia. El país se encuentra en mitad de una creciente guerra civil entre nobles y campesinos, la cual van ganando estos primeros. Todo ello se debe al puro egoísmo de la nobleza. Ellos son los encargados de la administración político-económica del país dado su estatus y su poder adquisitivo.
La razón por la que ahora acecha esta guerra es simple: los nobles se aprovechan de los campesinos. Entre otras cosas, se aprovechan de los impuestos, de su poderío ante la ley y de la fuerza bruta de sus preparados ejércitos. No se les puede llevar la contraria, si no, las represalias nunca les parecerán ni suficientes ni lo suficientemente duras.
Ante esta turbia situación Rogue no puede quejarse de su situación, es el herrero real de palacio. A sus manos solo llegan los pedidos de la alta clase social que, a decir verdad, no son mal pagados.
Rogue vivía en una aldea próxima a la futura Magnolia, en una pequeña choza acompañado de su querido e irremplazable amigo y compañero, Frosch. Vivía para su trabajo y la aldea, ya que Rogue era muy querido entre sus vecinos. Era la única persona de la aldea que ganaba tanto dinero, mejor dicho, la única persona que ganaba dinero. Y este no se lo quedaba, todo lo contrario, lo repartía a toda la gente de la aldea que estaba necesitada, por lo que, gracias a él, la aldea prosperaba.
Pero no todo era de color de rosa, por lo menos, no aquél día...
Mientras Rogue, como de costumbre, forjaba hierro, unas trompetas acompañadas de trotes de caballo se aproximaban a la aldea por el norte. De pronto, un revuelo general alborotó la paz del momento.
Los aldeanos gritaban:
- ¡La cosecha! ¡La cosecha!
- ¡Corred! ¡Salid todos, rápido!
- ¿Otra vez cosecha? - se quejaba Rogue.
Los aldeanos formaron un camino para las tropas de palacio. Montaron un camino que cruzaba toda la aldea con sus cuerpos frente a frente agachados de rodillas como si estuviesen pidiendo perdón o incluso clemencia.
La "cosecha" era el acontecimiento por excelencia más temido por la gente. Consistía en la inesperada visita de su majestad a las aldeas de su reino. Allí seleccionaba unas cuantas personas que, posteriormente, serían llevadas a palacio. ¿Suena bien verdad? Pues estáis equivocados. Allí son sometidos a torturas, explotaciones inhumanas e incluso violaciones. El infierno en tierra.
Los aldeanos temblaban, rogaban por salir ilesos de la cosecha, rogaban por sus vidas.
- A ver... - decía su majestad - Venga, tú. - y subió a un anciano a una carreta cubierta - Tú. - ahora una mujer - A ver por aquí...
El monarca siguió andando, sus pisadas cada vez sonaban más cercanas y la verdad es que estaba empezando a asustar a Rogue...
- Tú. - y agarró del brazo a una niña pequeña.
- ¡No! - gritó su padre lanzándose contra el rey - ¡Majestad, por favor, mi hija...! - y un disparo en la frente del hombre calló sus gritos y detuvo el aire del pueblo.
- ¡AAAHH! - la mujer del hombre y la madre de la hija comenzó a gritar sin control al ver el cadáver de su marido tirado en el suelo con la cara desfigurada por el impacto de la bala.
La niña aterrorizada ante esa escena tan violenta corrió hacia los brazos de su madre.
- Hijas de... - el rey volvió a sacar la pistola y apuntó a madre e hija.
- ¡PARA! - gritó Rogue parándose frente al monarca para protegerlas. El corazón le iba a mil.
Se formó un silencio espantoso, solo se oían los sollozos de la niña a la que protegía el pelinegro.
- Bueno, bueno... - decía el rey - ¿Tenemos aquí al héroe de la aldea o qué?
Rogue solo le lanzó una mirada desafiante al monarca sin decir palabra.
- Llévame a mí, pero a ellas no las toques. - decía el pelinegro empapado de sudor por la intensidad del momento.
El monarca miró a Rogue de arriba a abajo. Sin pensarlo mucho dijo:
- Acepto. Y es más, serás mi esclavo personal. Ya echaré al otro cuando llegue. Sube. ¡YA! - ordenó el rey.
- Sí.
- ¡Pero Rogue! - decía la mujer a la que Rogue había protegido.
- Tranquilas... No pasa nada.
- Rogue... - repetía la niña.
- ¿Protegerás a Frosch hasta que vuelva? - le preguntaba Rogue a la niña.
La niña, llorando respondió:
- ¡Por supuesto! ¡Lo protegeré con mi vida Rogue!
- Gracias... - dijo el pelinegro acariciando el pelo de la niña.
- ¡No tenemos todo el día! ¡Sube de una puta vez o me cargo a la niña!
- ¡VOY! Voy... - Rogue subió de un salto al carro y se despidió de su aldea.
- ¡A palacio! - ordenó el rey Eucliffe.
Mientras los carros de palacio salían de la aldea, los aldeanos corrían tras el de Rogue. En cabeza de la multitud se encontraban la niña de antes y Frosch llorando intentando alcanzarle gritando su nombre.
- ¡Rogue!, ¡Rogue! - gritaban todos apenados.
- Volveré... - Me prometí a mí mismo.
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¡¡¡SORPRESA!!! Jajajaja Sí, me he atrevido a hacer otro fanfic de Fairy Tail, teniendo esta vez de protagonistas a Sting y Rogue. La verdad es que nunca pensé que llegaría a hacer una historia sobre ellos pero es que les cogí mucho cariñooo durante la serie y no pude evitarlo ^^ Espero que sea bien recibida y le deis vuestro más sincero apoyo con vuestros magníficos votos ;)
AAGUURR!!! Y FELIZ AÑO NUEVO! (^3^)
~ Icenazuma ~
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Esclavizado [Stingue]
FanfictionEse día Rogue Cheney, herrero de su aldea, se levantó sin saber que esa misma mañana iba a ser esclavizado por Sting Eucliffe, monarca del reino de la futura Fiore. Lo que pasa entre ellos en público puede ser comentado, pero lo que hacen en privado...